ANTONIO QUIÑONES CALDERÓN

NR – Con gran asombro encontramos en El Nuevo Dia, una columna escrita por un Fundador del PNP. Ya creiamos que los shoppers FR solo se dedicaban al Anti-Americanismo, al desnudismo, promover el lesvianismo y el homosexuales, y a destruir la Obra de don Luis a. Ferre. La columna de Antonio Quiñonez Calderon es un alfiler en un pajar, pero algo es algo.

ANTONIO QUIÑONES CALDERÓN

El destino, se ha dicho, es la marcha insondable de sucesos ocurridos en distintos tiempos y lugares cuyas consecuencias afectarán siempre de una u otra manera a uno o más sucesos futuros. Filosóficamente se ha sostenido que las acciones presentes emanan de las pasadas, así como las futuras se desprenderán de las presentes.

El destino ha dictaminado que el próximo viernes 17 de febrero se reúna el cuerpo rector del Partido Nuevo Progresista, justamente el día y mes en que, hace 108 años, nació don Luis Ferré, el líder político –el líder político de “aquellos tiempos”, como dice la frase bíblica– que fundó el partido cuyos dirigentes van a deliberar ese día sobre escrupulosos asuntos internos de la formación política fundada en 1967.

Para la época en que se fundó el Partido Nuevo Progresista el pueblo de Puerto Rico observaba cómo colapsaba su democracia, con un gobernador vetado por su propio partido, el Partido Popular Democrático, que intentaba suplantar su mandato constitucional a través del cuerpo místico del popularismo que no se acostumbraba sin la presencia salvadora del líder que les sacaba las castañas del fuego.

En efecto, la democracia era apenas un pálido reflejo de sus verdaderas características.

De otro lado, el continuismo y el caudillismo prevalecían por encima de toda consideración y la ventajería política, el electoralismo y el patronazgo político a cargo de los famosos comisarios de barrio, con su asiento principal en la ciudad capital, tenían como única meta la permanencia en el poder a como diera lugar, y el favoritismo y las prebendas a funcionarios y líderes no tenían límites.

Sobre aquella democracia en ruinas, frente a aquel esquema de “partido único”, y sobre las malas mañas de un sector dominante de la oposición del Partido Estadista Republicano, se fundó el Partido Nuevo Progresista como alternativa a aquel estado de cosas.

Don Luis fue enfático en señalar el partido que quería.

En dos conferencias de prensa televisivas y en cuatro discursos medulares, entre agosto de 1967 y enero de 1970, trazó él las normas de comportamiento y servicio al pueblo que exigía a sus nuevos correligionarios como emblemáticas de la formación política que fundaba.

Así, dijo: “Este partido pondrá sus miras hacia un gobierno dirigido por hombres y mujeres que tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo y la Judicatura, demuestren siempre, y actúen siempre, inspirados en un sentido de responsabilidad social; que demuestren siempre, y actúen siempre, para servir al pueblo, no para buscar su beneficio personal ni para beneficiar a una maquinaria política… Un partido y un gobierno fundados en el convencimiento honrado de la razón, de la justicia, de la decencia humana, que abran nuevas brechas y nuevos caminos de altura moral y cívica en las contiendas políticas de Puerto Rico…

…(Un partido que salga) en defensa del ciudadano corriente, que sigue sintiéndose indefenso ante los problemas que lo agobian y sin saber a dónde recurrir en la esperanza de ser atendido en forma positiva. Y lo que es aún peor es que ese ciudadano se siente enajenado de las instituciones de las cuales en realidad es el dueño… …Tenemos que servir de inspiración a nuestra juventud y dirigir a nuestro pueblo hacia un mejor Puerto Rico en el que se respire nuevamente el aire limpio de la democracia… En cada actuación nuestra estará presente el compromiso de no defraudar a quienes nos den su confianza para gobernar… Obligación de nuestro gobierno es propender, con sus acciones públicas, al diario enaltecimiento del servicio público…”

El viernes 17, el liderato actual del partido fundado en 1967 se reúne a deliberar sobre asuntos intrínsecamente atados a esos postulados.

Queda por verse si en efecto, como se dice de ordinario, las acciones del pasado afectan de una manera u otra los sucesos del futuro, es decir, si, en el caso específico al que me refiero, en la reunión del día 17 prevalecen los postulados políticos del partido fundado –y según fue fundado– en 1967.

De 1967 a 2012