El pasado lunes, a eso de las 8:00 pm, llegué al aeropuerto internacional Tocumen de la Ciudad de Panamá para cubrir la misión comercial de la Asociación de Gobernadores Sureños de Estados Unidos (SGA, por sus siglas en inglés) y del Gobierno de Puerto Rico, siendo ambos grupos encabezados por el gobernador Luis Fortuño.

Llevaba seis años sin visitar Panamá. Al salir del avión y caminar por el pasillo del aeropuerto comencé a sentir el progreso de este país. Luego de 30 minutos de viaje, desde el aeropuerto, llegué al ‘Nueva York’ de Centroamérica. Se hizo evidente que los panameños van pa’ lante; mientras en Puerto Rico un grupo intenta paralizar al País y el otro llevarnos para atrás. Solo echen un vistazo de lo que ocurre allá y aquí.

“Compañía se expande fuera de España: inicia operaciones en Panamá”. Conociendo que nuestra reputación de oponernos a todo trasciende nuestras fronteras, imagino esos ejecutivos volando de Madrid a Ciudad de Panamá, mirando a Puerto Rico por la ventanilla del avión y diciendo: “Gracias, pero no gracias”.

Otro titular: “Economía panameña crece 10.6% en el 2011”. No hablemos de Puerto Rico.

¿Quieren más? “31% de las empresas panameñas planean contratar más personal en el primer trimestre del 2012”. Aquí todavía buscan como recortar o ‘congelar’ plazas para no ir a quiebra y desaparecer.

“Turistas y pasajeros gastan más de un billón en 6 meses del 2011”. Panamá tiene y es el ‘Hub de las Amécicas’ con COPA. Para mí es el puente de conexión aérea más importante para unir América del Norte, América Central y el Caribe con América del Sur. En Puerto Rico nos encargamos, en los últimos 10 años, de botar a American Airlines. Hoy el Municipio de Carolina (donde está el aeropuerto Luis Muñoz Marín) es el ‘hub’ para conectar a San Juan con Canóvanas, y en carro. ¡Ah!, también somos un ‘hub’ de narcotráfico.

“Estudio del MEF sostiene que indigencia y pobreza han disminuido debido a programas sociales y expansión económica en Panamá”. En las 48 horas que estuve en Panamá no vi deambulantes pidiendo en cuanta esquina. ¿Puerto Rico? ‘¡Yeah right!’ Lo que sí presencié en cada esquina son gruas construyendos edificios y rascacielos. La pregunta más importante es: ¿por qué?

La respuesta no es tan complicada. Empezamos porque el presidente Ricardo Martinelli Berrocal es un empresario, como Michael Bloomberg en Nueva York. Son personas con una visión distinta a un político tradicional. Si en Puerto Rico un empresario quiere ser gobernador, se cae el mundo. Hace unos años hablaba con un amigo que había sido llamado por Aníbal Acevedo Vilá para dirigir una agencia de gobierno. Cuando me explicó su visión de como manejaría dicha agencia, le dije: “Pero es que tu piensas manejar eso como si fuera tu empresa privada”. Me contestó: “¡Exacto! ¿Dónde están las probabilidades de que te den mejor servicio? ¿En una agencia del gobierno o en una empresa privada? ¿Quién cuida mejor el dinero del organismo? ¿Un funcionario-político de carrera en una agencia o un funcionario en una empresa privada?”. ¿Qué rayos le puedo contestar? ¿Cuántos de verdad creen que en el gobierno se recibe mejor servicio que en una empresa privada?

Los panameños tienen una visión de que el gobierno tiene que ir de la mano con la empresa privada. Y no es solo una visión, sino que lo ejecutan. En Puerto Rico, ser un empresario exitoso es un pecado de palabras mayúsculas. Aquí hay que hundir al empresario exitoso hasta que coma tierra, aunque nos afecte a nosotros mismos. Un pequeño grupito, con uno que otro amigo con micrófono se encarga de envenenar colectivamente a un grupo más grande. No miden las consecuencias para el País ya que lo que buscan es una consecuencia ideológica. Paramos proyectos de construcción (como Paseo Caribe) hasta que el desarrollador se fue a la quiebra. Luego, los que protestaron por el edificio, desaparecieron y ya no les importa los yacimientos arqueológicos por los que tanto ‘jeringaron’ (la palabra que debería usar también empieza con ‘j’, pero esa está bien).

Allá: Entre tantos edificios, hay dos joyas arquitectónicas: el ‘Revolution’ y el ‘Trump Ocean Club’. Búsquelos en Internet para que vea de lo que hablo. El ‘Trump’ es lo más parecido a ‘Bulj Al Arab’ de Dubai, que tiene la forma de un velero.

Aquí: Logramos parar el proyecto hotelero Costa Serena en Loíza. En lo que aquí paralizamos, Panamá desarrolla por lo menos cerca de 10 proyectos hoteleros/turísticos en zonas de impacto ambiental. Hoy día se pueden adaptar proyectos a los entornos ambientales y naturales. ¡Por Dios, lo están haciendo en todo el mundo! Pero aquí no se puede. Seguimos en el mismo lugar en vez de ir hacia adelante.

Allá: están creando mayores incentivos para inversión extranjera.

Aquí: le mentamos la madre al que hable de exenciones para el que traiga capital y empleos.

Allá: Esta semana los titulares eran como llegaban empresarios de todo el mundo (EE.UU., PR, Cuba, China, Rusia, España, Argentina, Chile, Guatemala, etc.) a Panamá para la feria Expocomer 2012.

Aquí: Los titulares eran lo que nos gusta de verdad, lo que nos entretiene. Lo realmente importante para echar al País pa’ lante: quién llevó más electores a las primarias, si se colgó Evelyn, si Perelló llegó tercero, etc. Estamos ‘eslembaos’, hipnotizados con la política chiquita.

Los panameños también tienen sus cosas: protestas, objeciones, ciertamente tienen sus problemas sociales como en todos lados, pero el progreso del país va por encima de sus diferencias. En Puerto Rico ponemos nuestras diferencias de adultos (políticas, sociales, religiosas o lo que sea) por encima del futuro de nuestros hijos. Aquí lo que importa es como yo salgo bien hoy, qué me va a dar el gobierno por hacer nada. La aspiración de muchos es a convertirse en el mejor ‘mantenido’ y eso tiene que acabar ya. En la arena política lo que importa es como un líder político logra paralizar la gestión del otro para ganar terreno, aunque se afecte el progreso y la seguridad del país, aunque ‘le saque los dos ojos’ al Pueblo. ¿Sabe usted que el presidente Martinelli llegó a la presidencia por una alianza política con otro partido? ¿Imagina usted algo así en Puerto Rico? Esa es nuestra mentalidad chiquita.

Estoy seguro que si los puertorriqueños fuéramos el modelo a seguir por los panameños, estarían estancados. Allí se sale a trabajar de sol a sol, por un salario que es la mitad del salario mínimo en Puerto Rico. No hay las ayudas federales de aquí. No exigen una asistencia económica por ser ‘cojo’, ‘tuerto’ o ‘mella’o’. ¿Aquí? Le pagamos un salario a los legisladores por trabajar, pero si llegan a su trabajo, lo compensamos con una dieta adicional. Es como cuando le damos un huesito a un perrito por hacer ‘pipi’ en el ‘pad’ o la grama después que ya aprendió.

Obviamente cuando hablo de los puertorriqueños en esta columna, hablo de un sector y usted sabe cual es. Mi mayor temor es que ese grupo siga creciendo. Si usted trabaja de sol a sol, no se dé por aludido. Si usted tiene una condición de salud que realmente no lo deja trabajar y recibe ayuda económica, tampoco se dé por aludido. Si usted es el que protesta por todo, si es un ‘rebelde sin causa’, si es el que busca la manera de que le caiga un marrón en el pie durante su trabajo para incapacitarse y coger el Seguro Social desde temprano, pues esta columna sí es para usted.

Hay algo que motivó esta columna. Regresando a Puerto Rico, luego de pasar ‘migración’ ví en una pared un mensaje desde el techo hasta el piso que decía: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo, Albert Einstein”. Lo leí dos veces y pensé “aquí está el mensaje que los panameños parecen tener taladrado en su mente”. Una vez me monté en el avión, comencé a escribir esta columna.

¿Sabe qué hacen en estos momentos cerca de 60 empresarios puertorriqueños en Panamá? Haciendo algo distinto. Buscando como hacer negocios en Centro y Suramérica. No tienen en mente mudarse, sino expandir. Sus metas son claras: generar negocios que aumenten su producción en la Isla y así crear más empleos, tanto aquí como allá.

Eso es encomiable, pero hay algo que ciertamente me tiene inquieto. Si seguimos como vamos, con esta cultura de que nos merecemos todo, que el País nos debe a los individuos, obstaculizando el progreso de empresas privadas (que ayudan al progreso general de la Isla) y poniendo trabas a todo lo que salga de la boca del gobierno por politiquería… ¿terminarían esos empresarios yéndose también?

Gente, nos pegamos un tiro en el pie y se han marchado cientos de miles de puertorriqueños. ¿Nos vamos a pegar el tiro que nos queda en el único pie que nos sostiene?

No somos el ombligo entre América del Norte y América del Sur. Ese ombligo es Panamá y nos está ‘pasando el rolo’. Así que pongámonos las pilas porque si seguimos así hundimos este 100 x 35.