Manual del perfecto mentecato popular

Manual del perfecto mentecato popular

Por: Arturo J. Guzmán

Toda generalización es desacertada y toda colectividad de cualquier género es un reflejo de su sociedad y por tanto debe de incluir  la misma proporción de intelectualidad e inteligencia que el resto del pueblo.

Sin embargo las expresiones del liderato del PPD tratan de probarnos que el número de mentecatos que militan en sus filas debe de ser desproporcionalmente mayor al del promedio poblacional. A excepción de fanáticos recalcitrantes, ninguna persona con un grado de inteligencia básica, podría darle credibilidad y participar en las mentiras y engaños que constituyen el mantra político-ideológico popular.

Los líderes del PPD abusan de la buena fe de sus seguidores desafiando su inteligencia y sentido común. Hacen afirmaciones despreciando la capacidad del pueblo a discernir lo que es cierto de lo que es un engaño descarado. ¡Se burlan de su propia gente y se creen tan arrogantes que no solo mienten sino que están convencidos de que no importa lo que expresen siempre les creerán a ciegas!

A través del tiempo han confeccionado el “manual del perfecto mentecato popular”  con el que han inculcado conceptos, definiciones e ideas en las que todo “buen popular” no solo tiene que creer sino también que repetir y diseminar en el mayor experimento de reflejo condicionado desde que Pavlov dejo de jugar con sus perritos.

Por eso es que la mayoría de los puertorriqueños, tienen que soportar “ad nauseam” lo de la “unión permanente”, “el pacto bilateral”, “los pilares del ELA” y la existencia del ELA como un status político y no como el nombre con el que fue re-disfrazado el embeleco colonial.

Aunque se nos arrugue el cerebro, más allá de lo increíble hemos tenido que presenciar  personas que considerábamos “serias” prestarse para asegurarnos de que el ELA está por sobre el Congreso, y por sobre la constitución de los Estados Unidos. Con la mayor insolencia nos aseguran, que contrario a estipulaciones constitucionales, nuestro ordenamiento nos permitirá desechar los tribunales federales, seleccionar cuales leyes federales permitiremos que se nos apliquen, participar en igual rango en todos los beneficios federales y descartar todas las obligaciones.

Hace tiempo describí ante el Congreso los planteamientos del Partido Popular como “Disneylandia política” pero ahora admito que quizás me equivoqué porque al menos Mickey Mouse existe pero ninguna de las fantasías del PPD jamás podrá existir con el consentimiento o respaldo del Congreso, sus estatutos o la constitución.

El Partido Popular podría mantenerse viable al menos como una alternativa política si seleccionara un líder que estuviese dispuesto a afrontar y admitir la cruda verdad  con suficiente capacidad para crear un nicho electoral para su colectividad.

Una alternativa inteligente se ofrecería si el liderato popular reconoce que por mucho que ha tratado el PPD  dentro del marco constitucional nacional es imposible desarrollar su modelo. Que postulen que debido a la abrumadora preferencia del pueblo por una asociación permanente con los Estados Unidos y la demanda de preservar su nacionalidad y ciudadanía americana, el PPD endosará la estadidad. En ese instante el PPD  se convertiría en el partido que representaría la mayoría absoluta.

Pero por la razón que sea si nada de esto ocurre,  les recomiendo a los “buenos populares” que sigan aprendiéndose su manual y creyendo en las promesas de Alejandro “El Breve”.