La nueva campaña ha sido anunciada varios meses después de que en un referendo la mayoría de los puertorriqueños votaran por la primera vez en su historía a favor de la estadidad. La iniciativa incluirá eventos políticos, campañas educativas y contactos con los miembros del Congreso para que ellos aprueben a Puerto Rico como el estado 51 de EE.UU.
«Durante casi un siglo el Congreso ha negado a los ciudadanos de Puerto Rico sus derechos constitucionales en toda su extensión», dijo Alfonso Aguilar, director ejecutivo de la agrupación Sociedad Latina para Principios Conservadores.
Según él, la actual situación en la que los puertorriqueños «no pueden votar por un presidente que manda a sus hijos a la guerra» junto con el hecho de que no tienen una representación adecuada y proporcionada en el Congreso representa un arreglo antidemocrático.
Hace décadas que el estatus de Puerto Rico es objeto de una intensa polémica dentro del país. En repetidas ocasiones las autoridades han apelado al Comité de descolonización de la ONU para obtener la independencia. En 2012, por tercer año consecutivo, el organismo afirmó «el derecho del pueblo puertorriqueño a la autodeterminación«.
Amenaza no sólo para Puerto Rico
Olga Sanabria, representante del Comité de Puerto Rico en Naciones Unidas, considera que anexión de Puerto Rico a Estados Unidos sería una agresión contra la identidad de esta nación latinoamericana, ya que se vería obligado a ser participe de «las políticas de EE.UU. de agresión a otros países incluyendo los países del Caribe y países latinoamericanos».
En caso de anexión, según Olga Sanabria, se podrá hablar de «una culminación de colonialismo de EE.UU. en Puerto Rico» supondrá una «política de agresión cultural al pueblo puertorroqueño, que es un pueblo latinoamericano y caribeño. Además de eso, será una amenaza para la America Latina y el Caribe porque sería extender directamente a El Caribe y a la America Latina las fronteras de los EE.UU. «.
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