Reemplazo del Gasoducto llevará gas natural por barcaza a varias plantes generatrices

La Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) apuesta a que el Gobierno federal apruebe la construcción de una terminal marítima y una planta de regasificación de gas natural en las cercanías de la reserva estuarina de la Bahía de Jobos, en lo que podría denominarse un ‘mareducto’, para reemplazar al difunto Gasoducto del Norte o Vía Verde.

Desde esas nuevas instalaciones en Salinas se suplirían las necesidades de combustible no solo de la termoeléctrica de Aguirre, sino también de sus otras plantas generatrices en la costa norte así como a la cercana Costa Sur, según revelan diversos documentos gubernamentales.

Entre los documentos se encuentra una presentación financiera ante el Puerto Rico Credit Conference en la que el director ejecutivo de la AEE, Juan Alicea Flores, reveló por primera vez que a un costo de construcción de $253 millones, el llamado Puerto de Gas Natural Licuado Marítimo de Aguirre (Aogp, por sus siglas en inglés), va más allá de Aguirre y representa el primer paso para suplir desde las aguas cercanas a Salinas, el gas necesario para la conversión de las plantas generatrices de San Juan, Palo Seco, Mayagüez y Arecibo.

Alicea—quien admitió que este proyecto fue rediseñado para poder remplazar al difunto gasoducto, descartado en octubre pasado por la administración Fortuño ante la amplia oposición pública—, luego confirmó en una carta del 20 de mayo a la Comisión Reguladora de Energía Federal (Ferc) cuán ambicioso es actualmente el desarrollo propuesto por una compañía de nuevo cuño de Houston, Excelerate Energy.

Según la carta de la AEE a Ferc, el proyecto le permitiría a Aguirre no solo operar exclusivamente con diesel y gas natural, sino que “proveería para una transición ordenada de combustibles de petróleo a gas natural para las unidades de generación en la costa norte de la Isla”. Añade la carta de endoso que “Aogp puede ser una fuente de gas para (las termoeléctricas de) Costa Sur, San Juan y Palo Seco, si se desarrolla el resto de la infraestructura necesaria”.

Esto sería posible, según la AEE, si se distribuye el gas por medio de barcazas que viajen a lo largo de la costa desde Jobos hasta las restantes generatrices donde se construirían facilidades de almacenaje para gas y lo que solamente describe uno de los documentos de la agencia como “regasification skids”. Esto, dijo una portavoz de la AEE, son pequeñas unidades de regasificación pero no pudo dar mayores detalles.
Ferc presuntamente tiene jurisdicción sobre toda la importación y transportación futura del gas natural licuado (GNL), pero la carta de la AEE no menciona lo que aparentemente sería la segunda fase del proyecto. Por el contrario, se limita a decirle a los reguladores que “aunque inicialmente el proyecto de Aogp asegurará los abastos de gas natural para el complejo de Aguirre, el cual es una prioridad ya que es el punto de mayor generación, el (proyecto) también tiene la capacidad para implementar otras opciones para proveer los abastos de gas para la generación (de electricidad) en la costa norte de la Isla”.
No obstante, el entrelíneas de la carta de Alicea a la comisionada Kimberly D. Bose parece confirmar que la terminal de AOGP serviría de puente de entrada a las otras termoeléctricas, ya que dice Aguirre solo necesita menos de la mitad de la prometida capacidad máxima de regasificación de la nueva planta marítima.

Por su parte, en un endoso de último minuto, el gobernador Alejandro García Padilla también le escribió a los comisionados federales y les planteó que el proyecto es uno de importancia crítica para el desarrollo de Puerto Rico y que, contrario a Vía Verde, el mismo tiene un amplio respaldo público.

“Organizaciones ambientales no gubernamentales, organizaciones comunitarias y sociedades profesionales que con éxito se opusieron a la construcción de un gasoducto han identificado como una alternativa aceptable (el uso) de un barco de regasificación como puente de energía”, alega la carta de García Padilla, quien explica que de no aprobarse el proyecto, la AEE no podría cumplir con los nuevos estándares federales para controlar la contaminación ambiental que entran en vigor en el 2015.