“No se dan por enterados que se van a tener que sacrificar de la misma manera que le exigen, sin consultar, a sus constituyentes”

El Gobierno de Alejandro García Padilla (PPD) está desconectado de la realidad de la gente de a pie. Mientras se agasaja en Fortaleza con fondos públicos a la jueza Sonia Sotomayor, al expresidente de Estados Unidos, William Jefferson Clinton y, no sabemos, que otras ‘misas sueltas’, al Pueblo no le queda dinero ni para comerse una mixta en la fonda de la esquina de su casa.

El Gobierno de García Padilla cuaja medidas impositivas que redundan en aumentos en los productos básicos como gasolina, agua, pan y leche, entre otros, para poder quitarnos hasta el último centavo que tenemos. Parecería que su clan más cercano de asesores hace ecuaciones matemáticas sin tocar fondo con los ingresos limitados en la mayoría de nuestro Pueblo. Ni hablar de como el asunto de la reforma de pensiones de Retiro también tiene un efecto de empobrecimiento en los empleados públicos.

Por su parte, los llamados a fiscalizarlos en la Rama Legislativa, están atentos a no perder un centavo de sus ingresos, mientras aprietan el torniquete a la gente de a pie. El propuesto reembolso de gastos de hasta $900 mensuales o $10,800 anuales era la última artimaña para suplantar la eliminación de dietas y millaje en la Cámara de Representantes.

Los y las legisladores que corrieron una campaña bajo la promesa de una reforma para cortar gastos, no se dan por enterados que se van a tener que sacrificar de la misma manera que le exigen, sin consultar, a sus constituyentes.

Ni hablar de la Rama Judicial, donde todavía no se ha tocado a la puerta de su sistema de retiro y beneficios marginales. Allí también se les hizo fácil cortarle beneficios económicos a otros empleado(as) públicos, pero no hay atisbo que toquen el sistema de pensiones y privilegios (100% de su salario) que gozan algunos jueces jubilados y, otros que próximamente se jubilarán, del Tribunal Supremo de Puerto Rico.

De acuerdo a los datos publicados por el Censo de Estados Unidos (2010, Tabla 1316), el salario promedio de las 950,570 personas remuneradas por su trabajo en Puerto Rico, es escasamente $26,870; mientras los(as) representantes se quejan de que $73 mil no es suficiente para vivir. Es decir, ganándose casi tres veces lo que en promedio ganan los(as) trabajadores(as) en Puerto Rico, alegan que el dinero no les rinde. Entonces, ¿cómo es que no analizan ese dato cuando aprueban medidas impositivas a la ciudadanía que escasamente se pueda estar ganando una tercera parte que ellos?

En el caso de aquellos(as) licenciados en Derecho electos a la Legislatura que piensan que son ‘subpagos’, entérense que el salario promedio en el campo legal en Puerto Rico es $58,900 (Censo de Estados Unidos, 2010, Tabla 1316). Si quieren se podrían mudar a las Islas Vírgenes donde el salario promedio anual en el ámbito legal es $92,540 o Guam donde baja a $67,600 anual, pero sigue estando por encima de Puerto Rico.

Por otra parte, tomando como base a una familia de cuatro personas con un ingreso anual de cerca de $22,881, como el punto de referencia para el nivel de pobreza, ¿cómo se calculan los recaudos estimados de las nuevas imposiciones con una población en Puerto Rico cuyo 45.6% vive bajo los niveles de pobreza? Si a eso se añade el estimado de cerca de 17 mil ejecuciones de hogares desde el 2008 (Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (END, 16 julio 2013), y la posibilidad que personas estén regresando a vivir a casa de familiares para cobijarse en tiempos de crisis económica, ¿cómo es que el Gobierno de García Padilla piensa que se puede cargar sobre nuestros hombros los gastos sin frenos gubernamentales?

El Pueblo está silente. ¿El Pueblo está anonadado ante la golpiza que sufre a diario de parte de la oligarquía política? ¡Habla Pueblo, habla!