Carlos Alberto Montaner: Raúl Castro en el 2014

Raúl Castro en el 2014

General

por Carlos Alberto Montaner

Raúl Castro ha iniciado el 2014 con otro discurso lamentable. ¿Por qué el general repite una sarta de tonterías ideológicas en las que ya nadie cree, ni siquiera él mismo? No es fácil saberlo. Raúl, aparentemente, permanece sujeto a la autoridad intelectual y moral de su hermano, pero, a estas alturas, él, la nomenclatura, y casi todo el país, dan por sentado que el Comandante es el principal causante de la catástrofe económica que padecen los cubanos.

Raul Castro

¿Cómo lo sabemos? Basta ver y escuchar pacientemente la charla que Juan Triana Cordoví, profesor de economía de la Universidad de la Habana, le da a la plana mayor de la policía política con el objeto de defender y explicar las reformas de Raúl Castro. Se trata de una persona del régimen aleccionando a sus compañeros con total autoridad. (Para facilitar la búsqueda hallarán un enlace a YouTube en www.elblogdemontaner.com).

 

Pese a su discurso, Raúl está convencido de que el marxismo y su secuela colectivista han fracasado. Acepta que el igualitarismo es contraproducente, y admite, además, que el régimen se dedicó durante décadas a imponer prohibiciones absurdas que han convertido la vida de los cubanos en un infierno.
Naturalmente, nada de esto quiere decir que va a aceptar reformas políticas. El marxismo podrá ser un disparate, pero el estalinismo le es muy útil para gobernar.

Intentará, eso sí, corregir los desastres económicos producidos por su hermano porque cree que de ello depende la supervivencia del régimen. ¿Cómo? Primero, ha eliminado algunas prohibiciones innecesarias.  La dictadura puede admitir la tenencia de teléfonos móviles, la compraventa de casas y autos, la salida y regreso de los disidentes o a la contratación privada en el exterior de algunos atletas. Nada de eso pone en peligro al gobierno y alegra a las masas.

También se propone crear un tenue espacio económico lateral –el cuentapropismo, esa ridícula palabreja– para que la sociedad civil desarrolle pequeñas empresas privadas, casi todas de servicio, que le den trabajo a más de millón y medio de personas que abandonarían paulatinamente las abultadas nóminas del Estado, producirían algunos alimentos y aliviarían la miserable vida de los cubanos.

Pero eso no es lo importante. La esencia de la reforma es otra: el Estado, dirigido por militares, se reservará el control y disfrute de unas 2 500 empresas medianas y grandes que forman el corazón del aparato productivo del país. Esa es la parte del león.

Es en este espacio económico, dicen los raulistas pomposamente, donde se juega el destino de la revolución. Raúl ha invertido el principio de subsidiaridad: la sociedad civil se ocupará de todo aquello que el Estado no pueda abarcar.

Un perfecto disparate. ¿Cómo van a lograr hacer eficientes las empresas estatales al punto de que generen beneficios permanentemente? La fantasía más recurrente de Raúl, un militar convencido de la utilidad de los refuerzos negativos, consiste en suponer que, mediante controles, auditorías, castigos y amenazas, todo ello supervisado por su hijo Alejandro, duro coronel de los servicios de inteligencia, conseguirá el milagro.

Tonterías. ¿Cuánto tardarán Raúl Castro y los raulistas en comprender que el Estado es un pésimo gestor de todas las empresas, las pequeñas y las grandes? ¿Cuándo entenderán que los objetivos y modus operandi de las empresas realmente eficientes son totalmente diferentes a los de los Estados?

¿Por qué cree Raúl que todas las empresas públicas, en todas las latitudes, suelen acabar siendo focos de corrupción, con plantillas sobredimensionadas, atrasadas tecnológicamente e improductivas? ¿Cuándo admitirán que el sistema comunista no es reformable, como confirmó Gorbachov en los años noventa? ¿O todo lo que desean es morirse mandando y los que vengan detrás que desmonten el error y el horror? ¿Es terquedad, cobardía, convicción, irresponsabilidad o todo eso junto?

Elija usted, perplejo lector.

01 January 2014 ~ 16 COMENTARIOS

La mayor estafa del siglo XX americano cumple 55 años

Columnistas Invitados

por Manuel Castro Rodríguez

Fidel Castro

Según el académico cubano Juan Antonio Blanco: “El mayor estafador de estos tiempos no es el financiero Bernard Madoff. Ha sido Fidel Castro por más de cincuenta años”. Con todo el respeto que me merece mi antiguo profesor de Filosofía, considero que se quedó muy corto en el período de tiempo. Véase el porqué me expreso así.

Hoy se cumplen 55 años de la huída del dictador Batista. El 7 de febrero de 1959, a las pocas semanas de llegar al poder, Fidel Castro sepultó la Constitución de 1940 -que había prometido restablecer, como se puede comprobar si se lee al final de este subdominio elManifiesto de la Sierra Maestra– y le quitó al Congreso sus funciones legislativas.

 A los pocos meses de llegar al poder, Castro comenzó a exportar la subversión armada y areprimir a sus antiguos compañeros de lucha. Como reconoce Juanita Castro, hermana de Fidel y Raúl: “La gran tragedia de Cuba empezó con Batista y siguió con Fidel”.

Castro pasó rápidamente de humanista a totalitarista. Cuba es el único país occidental donde es ilegal ser opositor: marxistas, liberales, socialistas, trotskistas, democristianos y anarquistas han sufrido difamación, ostracismo, destierro, cárceltortura y asesinato. El filósofo izquierdista Oscar del Barco señala: “Los llamados revolucionarios se convirtieron en asesinos seriales, desde Lenin, Trotzky, Stalin y Mao, hasta Fidel Castro y Ernesto Guevara”.

Castro declaró el 16 de febrero de 1959: “con la ventaja de contar con un país rico, donde se puede sembrar todo el tiempo en el año, un pueblo inteligente y un pueblo entusiasta, un pueblo ansioso de alcanzar un destino mejor, lograremos un estándar de vida mayor que ningún otro país en el mundo”.

El académico marxista cubano Julio César Guanche reconoce que: “En rigor, la década del 40 fue lo más parecido existente en la República burguesa cubana a un Estado de Bienestar”.

El académico marxista argentino Guillermo Almeyra  admite que en la década del cincuenta Cuba “era el segundo en desarrollo después de la Argentina”.

Como han reconocido varios economistas e historiadores marxistas (Juan F. Noyola, Raúl Cepero Bonilla, Oscar Pino Santos, Manuel Moreno Fraginals y Óscar Zanetti Lecuona), Cuba era un país con índices crecientes de progreso económico y social.

En 1953, Eugene Staley hizo una investigación (The Future of Underveloped Countries, Harper, New York, 1954), para el Comité de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano. Staley clasificó a Cuba entre los países de desarrollo intermedio: Argentina, Austria, Cuba, Checoslovaquia, Chile, España, Finlandia, Hungría, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Polonia, Portugal, Puerto Rico, Unión Sudafricana, URSS, Uruguay y Venezuela.

Según The Future of Underveloped Countries, los países altamente desarrollados en 1953 eran Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Holanda, Noruega, Nueva Zelanda, Reino Unido, Suecia y Suiza.

Por ende, Cuba se encontraba en 1953 entre los 31 países más desarrollados del mundo, si se considera que Puerto Rico es un Estado asociado a Estados Unidos.

Los residentes en Cuba pueden verificar esta información en el libro Curso de Economía Moderna, edición de 1959, escrito por Paul A. Samuelson, premio Nobel de Economía 1970, que pueden consultar en la biblioteca de la Facultad de Economía (UH) y en la Biblioteca Nacional –si es que todavía no ha pasado a la interminable lista de libros censurados por el régimen militar cubano.

En 1950, atendiendo a una solicitud del Gobierno de Carlos Prío, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (Banco Mundial) envió una misión técnica presidida por Adam Francis Truslow y compuesta por 17 destacados economistas. Durante varios meses realizaron un estudio de la economía cubana, conocido posteriormente como Informe de la Misión Truslow, que expresa sobre la situación cubana: “la impresión general de los miembros de la misión, de observaciones a través de toda Cuba, es que los niveles de vida de los campesinos, trabajadores agrícolas, trabajadores industriales, oficinistas y otros es mucho más alto que los de sus grupos similares en otros países tropicales y que la mayor parte de los países de América Latina”.

La Misión Truslow recomendó diversificar la economía cubana; señaló que con excepción del combustible, Cuba poseía los recursos necesarios para ello. En 1949, la industria representó el 15% del ingreso nacional. En 1958, aumentó al 25%, gracias a que se invirtieron 462,4 millones de dólares en la industria no azucarera, desglosado de la forma siguiente: extractiva (120,2 millones de dólares), electricidad (90,0), refinación de petróleo (68,0), papel y elaboración de madera (46,0), metalúrgica (21,3), química (17,2), materiales de construcción (9,8), tabaco y licores (4,5), alimentaria (3,6), textil (1,8) y otras (80,0).

El académico marxista norteamericano James Petras reconoce: “Mientras que la mayoría de los países asiáticos y latinoamericanos iban a la zaga de Cuba en los años sesenta, hoy han superado a Cuba en la diversificación de sus economías, el desarrollo de sectores competitivos de fabricación para la exportación y la disminución de su dependencia de un grupo limitado de productos de exportación”.

Según los principales anuarios internacionales de la época, en la década del cincuenta Cuba marchaba a la vanguardia mundial:

Entre los tres países de Iberoamérica –incluye a América Latina, España y Portugal- con mayor consumo per cápita de calorías y proteínas.

Entre los tres países iberoamericanos con más bajos índices de mortalidad infantil y analfabetismo.

En cuanto a médicos, Cuba ocupaba el primer lugar per cápita en Iberoamérica. Esos galenos trabajaban en Cuba, no en otros países a donde los hermanos Castro han enviado a decenas de miles de ellos con contrato propio de esclavo, inaceptable para los médicos de los otros países subdesarrollados.

Entre los cuatro países más urbanizados del orbe.

El país con mayor índice de vivienda electrificada y con baño propio en Iberoamérica.

Antes de que los hermanos Castro se entronizaran en el poder, a Cuba se le conocía como laPerla del Caribe, aunque existían grandes diferencias entre las zonas rurales y urbanas.

En 1951 la deuda externa de Cuba era de 68 millones de dólares. Siete años después, en 1958, disminuyó a 48 millones. A pesar de la ayuda soviética -65 mil millones de dólares-, con los hermanos Castro en el poder la deuda externa ha alcanzado niveles que han situado a Cuba como el mayor deudor per cápita en el mundo, con cifras nunca antes vistas.

Además de por sus múltiples crímenes, el fracaso socioeconómico del castrismo se pone de manifiesto con las enormes carencias que sufre el pueblo cubano desde hace más de medio siglo en cuanto a alimentación, vivienda, agua potable, transporte y los derechos consagrados por la Declaración Universal de Derechos Humanos.

En consumo de carne de res, Cuba ocupaba en 1958 el cuarto lugar en Latinoamérica. Con los Castro en el poder, este alimento prácticamente desapareció de la mesa del cubano de a pie. Hace siete años, en 2007, se autorizó la venta a la población de 227 gramos cada tres meses, o sea, 908 gramos al año, menos de un kilogramo anual. Sólo los hindúes consumen menos carne de res debido a su religión, aunque la India es uno de los principales exportadores mundiales de carne de vacuno.

La venta libre de carne de res es monopolio del Gobierno de Cuba, quien la vende a 9,50 pesos convertibles el kilogramo, o sea, la mitad del salario promedio mensual.

Más de dos millones de cubanos hemos emigrado a casi todos los confines del planeta, casi el 20% de la población de un país que se caracterizaba por ser receptor de emigrantes. Los cubanos continuamos votando con los pies: la emigración del año 2012 fue la más elevada (46.662) desde 1994 (47.884), y la segunda después de 1980, cuando 125 mil cubanos se marcharon por el Mariel.

Cuba pasó a depender del extranjero como nunca antes en su historia. A pesar de la cuantiosa ayuda soviética, se generalizó la miseria que se ha convertido en indigencia, como reconoce el cineasta marxista cubano Eduardo del Llano:

La gente no da limosnas sólo porque su corazón se haya endurecido, sino porque lo que lo separa del indigente es apenas que uno de los dos está tumbado y el otro de pie. Eso en una Habana que parece un suburbio de sí misma, donde cada vez hay más barrios y manzanas con el espíritu y la traza de pueblos de campo. De hecho, es como si todo el país, harapiento y resudado, viviera en un portal, tapándose con un Granma y con una botella de ron casero al alcance de la mano”.

Al cumplir siete años, los niños cubanos pierden el derecho a recibir leche a un precio asequible; después de esa edad, para poderla tomar dependen de los emigrados: sólo en el año 2012, los cubanos radicados en EEUU enviaron 5.105 millones de dólares entre efectivo y bienes. El lema de la Cuba republicana “sin azúcar no hay país” ha sido sustituido de hecho por el de “sin exilio no hay país”.

Además, el Gobierno de Cuba depende de EEUU, que es su principal suministrador de alimentos y medicamentos.

Aunque los hermanos Castro pretenden hacer creer que los problemas de su régimen comenzaron cuando la Unión Soviética se desintegró en 1991 y, por ende, desaparecieron sus cuantiosas subvenciones a la economía cubana -sesenta y cinco mil millones de dólares-, no puede olvidarse que  la escasez siempre ha sido consustancial al castrismo, como puede comprobarse en varias ediciones del oficialista Noticiero ICAIC Latinoamericano hechos en la década del ochenta, que pueden verse al final de este subdominio.

La Habana era “una de las ciudades más ricas y más bellas de América”, reconoció Ernesto ‘Che’ Guevara. Ahora el arquitecto Mario Coyula, director de Arquitectura y Urbanismo de la capital cubana, admite que “La Habana podría terminar, en una visión dantesca, como un gran anillo de basura consolidada o como un cráter vacío, que en el centro alguna vez tuvo una ciudad… El tema de los vientos y de las lluvias fuertes afecta sobre todo hoy las casas precarias, hechas con materiales de pésima calidad, como lata, cartón, de las que hoy existen muchas en todo el país”.

En cuanto a almacenes, La Habana era el París de América Latina en la década del cincuenta. Véase al final de este subdominio la historia de las tiendas El Encanto, contada por antiguos empleados y apoyada por imágenes de la época, que muestran la categoría tan alta de dichas tiendas existentes en varias ciudades de la Cuba republicana. Aunque mi familia era pobre, nunca se nos impidió la entrada en tienda u hotel alguno, como sí hizo Fidel Castro con la mayoría del pueblo cubano durante varias décadas.

A pesar de tantos hechos inobjetables -por ser verificables-, muchos extranjeros continúan repitiendo que el castrismo logró avances muy importantes en salud –el mito de la excelente salud pública– y educación –el mito del excelente sistema de educación castrista-, sin analizar tan siquiera las pésimas condiciones en que se encuentran los servicios de salud y educación a los que tiene acceso el cubano de a pie.

Creer ciegamente en algo y mantener una idea frente a otros razonamientos de mayor peso que la nieguen, es terreno de la fe –algo que respeto plenamente, pero no comparto. Eso es lo que les ocurre a muchos extranjeros: consideran que la realidad cubana es binaria y que por lo tanto, sólo se puede estar con el castrismo o con el ‘imperialismo yanqui’.

Afortunadamente, mi formación se consolidó cuando conocí el ‘método científico’, que considero es uno de los mayores logros de la humanidad. El ‘método científico’ se resume en:

1) El escepticismo (cualquier enunciado está abierto a la duda y al análisis).

2) El determinismo (los eventos ocurren de acuerdo a leyes y causas regulares, y no como resultado del capricho de demonios o deidades).

3) El empirismo (la investigación debe ser conducida a través de la observación y verificada con la experiencia).

Según la Real Academia Española, una de las acepciones de ‘escepticismo’ es: “Desconfianza o duda de la verdad o eficacia de algo”. Esto me hace recordar una frase que mi padre utilizaba: “Ver para creer”.

Debido a la eficaz propaganda del régimen de La Habana, sé que a muchos extranjeros no les es fácil romper los vínculos que los atan a las mentiras del castrismo, sobre todo a aquellos que ni tan siquiera han visitado Cuba, o si lo han hecho ha sido disfrutando los planes de turismo político. Existen muchos extranjeros que desconocen cómo funciona realmente el régimen que existe en Cuba, y consideran que es la única alternativa que tienen los pueblos latinoamericanos. Por ello los invito a que vean los vídeos sobre la destrucción física y antropológica de Cuba.

A todos los cubanos les pregunto: ¿Esta no es la mayor estafa cometida en este continente durante todo el siglo XX?

A todos los que continúan sufriendo las consecuencias de la mayor estafa del siglo XX americano les deseo muchas felicidades en el año que hoy comienza, tan radicalmente diferente al 1 de enero de 1959.

27 December 2013 ~ 6 COMENTARIOS

El triunfo de la Revolución cubana

por Manuel Castro Rodríguez

Revolucion cubana

El 31 de diciembre de 1958 mis padres y yo cenamos a las nueve de la noche y nos acostamos. Lo mismo hicieron las familias que conocía. Cuba no estaba para fiesta.

El 1 de enero de 1959 se desplomó la tiranía (1952-1958), fruto del golpe de Estado que el 10 de marzo de 1952 dio inicio a este holocausto que pareciera no tener fin. En la madrugada mis padres me despertaron; me dijeron que Batista había huido y que nos íbamos para casa de Ramona, la tía de mi padre y madre de René de los Santos Ponce. Despertamos a Ramona y su hija Edita, que empezaron a llorar de alegría cuando conocieron la noticia.

Desde hacía unos ocho meses, René se encontraba en la Sierra Maestra. Cuando estábamos hablando con Ramona, Edita y Armenio –el único hermano varón de René-, no sabíamos si René vivía. Al poco tiempo, llegaron Lidia -la esposa de René- y sus tres hijos: Norma, Adalys y Elio.

 

A media mañana, cuando no cabía más nadie en la casa, llegó un vecino con la noticia de que en una alocución radial que había hecho Fidel Castro, ordenaba que le buscaran al comandante René de los Santos. Empezamos a gritar de alegría. No sabíamos que al frente de la Columna 10, René había tomado el cuartel Moncada –la segunda fortaleza militar de Cuba-, sin necesidad de hacer un solo disparo.

René fue un cercano colaborador de Fidel Castro desde los tiempos en que ambos militaban en el Partido Ortodoxo. Desde 1957, René había sido el jefe del  Movimiento 26 de Julio (M-26-7) en Guanabacoa y uno de los más buscados por los cuerpos represivos de la tiranía batistiana, a tal punto que uno de los peores criminales, Esteban Ventura Novo, había dado la orden de matarlo en el lugar donde lo encontrasen.

Cuando la huelga general del 9 de abril de 1958, Guanabacoa fue una de las dos localidades cubanas que estuvieron controladas por el Movimiento 26 de Julio. Al fracasar la huelga, René se escondió en casa de mis tías paternas. La noche antes de ir a realizarles la visita dominical a mis tías -vivían en Corralfalso 62, al lado del antiguo depósito de la cervecería Polar en Guanabacoa-, mis padres me hablaron sobre la situación en que se encontraba René, me insistieron en que no podía decirle a persona alguna algo relacionado con él, ni las características que tenía la casa de mis tías paternas; esa advertencia estaba de más, yo sabía lo que le pasaría a René si lo encontraban. Siendo un niño ya había aprendido que tenía que ser sumamente discreto, máxime en presencia de policías, soldados y desconocidos.

Hacía tiempo que no veía a René, pero recordaba sus discusiones con mi padre, que siempre se opuso a la violencia. Mientras que papá fue militante comunista desde su adolescencia hasta finales de la década del cuarenta y murió defraudado con el castrismo, René fue anticomunista hasta que murió en 2007, aunque ocupó altos cargos militares y políticos después del 1 de enero de 1959: creador de la policía política, jefe militar de las provincias de Pinar del Río y Camagüey (la división político-administrativa era de seis provincias), miembro del comité central del Partido Comunista de Cuba (PCC) desde su creación en 1965 y otros cargos en el PCC, entre ellos su poderosa comisión de Control y Revisión. Incluso, Fidel Castro utilizó a René como testigo en el juicio contra el comandante Huber Matos, para demostrar que era mentira que hubiese influencia comunista en el Gobierno Revolucionario.

Además, la organización de los comunistas cubanos era la única de las agrupaciones que se oponían a la tiranía que no habían acudido a la violencia; los comunistas cubanos nunca habían incluido en su estrategia la lucha armada. No es hasta abril de 1958, en que el Partido Socialista Popular crea una pequeña guerrilla en Yaguajay, Las Villas, al mando de Félix Torres. Es en junio de 1958, cuando Carlos Rafael Rodríguez -miembro del Buró Ejecutivo Nacional del Partido Socialista Popular-, es designado su representante ante Fidel Castro, en la Sierra Maestra, pero sin responsabilidad militar. A pesar del cambio de concepción en cuanto a la lucha armada, los comunistas cubanos siguieron sin utilizar la violencia en las ciudades; el Partido Socialista Popular siempre se opuso al terrorismo practicado por el Movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario.

Volviendo a la visita a mis tías paternas cuando René se encontraba escondido en abril de 1958. En esa ocasión no hubo discusión alguna entre mi padre y René; no sé si porque mi padre comprendió la situación tan estresante por la que estaba pasando René o por la presencia de Norma, la hija mayor de René. A los pocos días, la Policía cercó la casa. René pudo salvar la vida gracias a que se ocultó en un pozo hecho en el traspatio. Después de recibir la autorización de Fidel Castro, René pudo salir de la capital y llegar a la Sierra Maestra, donde después de participar en innumerables combates, fue nombrado comandante del Ejército Rebelde, jefe de la Columna 10 ‘René Ramos Latour’ y segundo jefe del III Frente Santiago de Cuba, que dirigía el comandante Juan Almeida Bosque.

Más nunca he vuelto a ver tanta alegría como la que se vivió en Cuba en esos días de enero de 1959, es una experiencia inolvidable e imposible de describir. La Habana, mi ciudad natal, jubilosa a decir no más. Las milicias con brazaletes del M-26-7 estaban por todas partes.

Había triunfado una revolución comprometida con la libertad y la justicia, que terminaba con casi siete años de tiranía. Pronto se empezó a conocer que en otros países también despertó las simpatías de millones de personas.

Empezaron a visitarnos algunos de los oficiales del triunfante Ejército Rebelde que mis padres conocían; recuerdo a los capitanes Orlando Lamadrid y Julio Suárez.

El verdadero nombre del capitán Julio Suárez era Indamiro Restano, conocido como ‘Machito’ por los vecinos del reparto La Rosalía, donde tenía una barbería en su propia casa ubicada en la Calzada de San Miguel del Padrón y Primera. ‘Machito’ perteneció a la guerrilla del Partido Socialista Popular en Yaguajay, Las Villas.

‘Machito’ fue nombrado delegado del recién creado Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) en la provincia de Matanzas  Dos o tres años después, ‘Machito’ confrontaría problemas con la tiranía que ayudó a instaurar. Tres décadas después, en 1992, su hijo, Indamiro Restano, fue sentenciado a diez años de prisión, por fundar una organización política opositora; después sería desterrado.

El capitán Orlando Lamadrid fue uno de los pocos sobrevivientes del asalto al Palacio Presidencial, realizado por el Directorio Revolucionario el 13 de marzo de 1957. Un par de años después del triunfo revolucionario, Lamadrid tuvo que exiliarse.

A los pocos días fuimos a ver a René al antiguo Servicio de Inteligencia Militar (SIM), ya que Fidel Castro le había encargado que crease y dirigiese el Departamento de Investigaciones del Ejército Rebelde (DIER), que después se transformaría en el Departamento de Seguridad del Estado. René estaba más flaco y con barba; portaba una subametralladora que puso sobre el escritorio de la oficina que ocupaba y que yo no dejaba de mirar. Mi padre me había prohibido tener armas de juguete, lo cual siempre le he agradecido. Pero en ese momento yo me sentía fascinado por el arma de uno de los principales héroes de la Revolución; René se dio cuenta y me permitió empuñarla, después de quitarle el cargador.

Pronto empezamos a conocer información cuantitativa sobre la corrupción de los integrantes de la tiranía derrotada, mientras que una parte de la población vivía en condiciones deplorables, lo cual es inconcebible en un país tan rico como Cuba. Aunque la República de Cuba era conocida como ‘La Perla del Caribe’, existían grandes diferencias entre las zonas rurales y urbanas.

Cuando Fidel Castro arribó a La Habana el 8 de enero de 1959, los cubanos pensaron que al fin verían realizados sus sueños de libertad y justicia social, como consagra la Constitución de 1940 que Fidel había prometido restablecer y hacer cumplir. El 18 de enero 1959, dos semanas después del triunfo de la Revolución cubana, salió publicada la segunda parte de la ‘Edición de la Libertad’, de la revista Bohemia, en la que Raúl Castro declaró:

Puedes asegurar que si nosotros logramos hacer cumplir fielmente la Constitución de 1940, habremos realizado una verdadera revolución”.

En 1959, existían las condiciones para que esos sueños se hiciesen realidad: el ingreso per cápita de Cuba casi duplicaba el de España, y Cuba estaba clasificado entre los 31 países más desarrollados del mundo.

Sin embargo, a los pocos meses de llegar al poder, Fidel Castro comenzó a exportar la subversión armada a América Latina y a reprimir a sus antiguos compañeros de lucha. Ordenó el encarcelamiento por veinte años del comandante Huber Matos. Gustavo Arcos Bergnes y Mario Chanes de Armas, dos de los compañeros de Castro en el asalto al cuartel Moncada, también sufrieron en las prisiones castristas: Arcos durante diez años; Chanes durante treinta años, superando por tres años a Nelson Mandela. Castro ordenó el fusilamiento de varios comandantes, entre ellos Humberto Sorí Marín y William Morgan.

En reiteradas oportunidades Fidel Castro se comprometió con celebrar elecciones generales en el plazo de un año –véase al final de este subdominio el Manifiesto de la Sierra Maestra-, con todas las garantías necesarias para lograr una sociedad democrática, una sociedad donde: no existiría  la opresión de los poderes político y/o económico, todos participaríamos en la toma de las decisiones colectivas y se elevaría el nivel de vida de la población cubana. Pero cuatro meses después de vencerse el plazo, Castro declaró el 1 de mayo de 1960:

Nuestros enemigos, nuestros detractores, preguntan por las elecciones …”.

El pueblo concentrado en la Plaza exclamó:

“¿Elecciones para qué?  ¿Elecciones para qué?”

“¡Ya votamos por Fidel, ya votamos por Fidel!”

Dotado de un gran carisma, hechizo personal, inteligencia y capacidad histriónica, Fidel Castro sedujo a los cubanos con su oratoria encendida y épica, demostrando ser un excelente orador y un actor único.

Pero en los días iniciales de 1959, un clima de paz y prosperidad se avizoraba para Cuba. Ni un solo cubano podría ni tan siquiera haberse imaginado que la Revolución cubana sería la mayor estafa que ha sufrido pueblo alguno en América, ni que Fidel Castro sería el sepulturero de la Revolución cubana.

¿Cómo fue posible que abandonase los ideales de libertad y justicia social que preconizaba, traicionando la enorme confianza que el pueblo cubano depositó en él, considerándolo casi como su Mesías? ¿O es que realmente nunca tuvo esos ideales y todo fue una gran farsa? ¿Quién podría ni tan siquiera haberse imaginado en enero de 1959, que a Fidel Castro le obsesionaba el poder? ¿Esa obcecación fue la que llevó al joven revolucionario a transformarse en el peor tirano que ha sufrido América?

Estados Unidos recogen desde hace más de treinta años su columna semanal.

04 January 2014 ~ 7 COMENTARIOS

Raúl Castro en el 2014

por Carlos Alberto Montaner

Raul Castro

Raúl Castro ha iniciado el 2014 con otro discurso lamentable. ¿Por qué el general repite una sarta de tonterías ideológicas en las que ya nadie cree, ni siquiera él mismo? No es fácil saberlo. Raúl, aparentemente, permanece sujeto a la autoridad intelectual y moral de su hermano, pero, a estas alturas, él, la nomenclatura, y casi todo el país, dan por sentado que el Comandante es el principal causante de la catástrofe económica que padecen los cubanos.

¿Cómo lo sabemos? Basta ver y escuchar pacientemente la charla que Juan Triana Cordoví, profesor de economía de la Universidad de la Habana, le da a la plana mayor de la policía política con el objeto de defender y explicar las reformas de Raúl Castro. Se trata de una persona del régimen aleccionando a sus compañeros con total autoridad. (Para facilitar la búsqueda hallarán un enlace a YouTube en www.elblogdemontaner.com).

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01 January 2014 ~ 16 COMENTARIOS

La mayor estafa del siglo XX americano cumple 55 años

por Manuel Castro Rodríguez

Fidel Castro

Según el académico cubano Juan Antonio Blanco: “El mayor estafador de estos tiempos no es el financiero Bernard Madoff. Ha sido Fidel Castro por más de cincuenta años”. Con todo el respeto que me merece mi antiguo profesor de Filosofía, considero que se quedó muy corto en el período de tiempo. Véase el porqué me expreso así.

Hoy se cumplen 55 años de la huída del dictador Batista. El 7 de febrero de 1959, a las pocas semanas de llegar al poder, Fidel Castro sepultó la Constitución de 1940 -que había prometido restablecer, como se puede comprobar si se lee al final de este subdominio elManifiesto de la Sierra Maestra– y le quitó al Congreso sus funciones legislativas.

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30 December 2013 ~ 4 COMENTARIOS

29 December 2013 ~ 25 COMENTARIOS

Los dinosaurios y las gacelas

por Carlos Alberto Montaner

Click en la imagen para ver el vídeo

Juan Triana Cordoví es un economista, profesor del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de la Habana. Parece una persona franca y llana.

En su condición de experto, acudió al Ministerio del Interior a dictar una charla sobre los cambios que propicia el dictador Raúl Castro. Vale la pena ver la hora filmada por la policía política y proyectada por medio de YouTube: http://www.youtube.com/watch?v=1KwHP88wXfE

Lo interesante es que demuestra el altísimo nivel de desengaño con el colectivismo marxista. Ya nadie cree en esa soberana estupidez. De la charla se deduce que Fidel –a quien la única virtud que le concede es que consiguió prevalecer pese a los descalabros que él mismo provocara– es un tipo terco e irresponsable, cuyas decisiones hay que ir desmontando para alcanzar un modo racional y productivo de hacer las cosas.

No lo dice así, y trata a Fidel con respeto, pero el subtexto es ése: la reforma consiste en desandar todas las inútiles barbaridades hechas por este arbitrario caotizador, responsable de la pobreza y el atraso que padecen los cubanos.

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27 December 2013 ~ 6 COMENTARIOS

El triunfo de la Revolución cubana

por Manuel Castro Rodríguez

Revolucion cubana

El 31 de diciembre de 1958 mis padres y yo cenamos a las nueve de la noche y nos acostamos. Lo mismo hicieron las familias que conocía. Cuba no estaba para fiesta.

El 1 de enero de 1959 se desplomó la tiranía (1952-1958), fruto del golpe de Estado que el 10 de marzo de 1952 dio inicio a este holocausto que pareciera no tener fin. En la madrugada mis padres me despertaron; me dijeron que Batista había huido y que nos íbamos para casa de Ramona, la tía de mi padre y madre de René de los Santos Ponce. Despertamos a Ramona y su hija Edita, que empezaron a llorar de alegría cuando conocieron la noticia.

Desde hacía unos ocho meses, René se encontraba en la Sierra Maestra. Cuando estábamos hablando con Ramona, Edita y Armenio –el único hermano varón de René-, no sabíamos si René vivía. Al poco tiempo, llegaron Lidia -la esposa de René- y sus tres hijos: Norma, Adalys y Elio.

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27 December 2013 ~ 12 COMENTARIOS

El asesinato de la reputación de un país

por Carlos Alberto Montaner

Israel Boicot

Hay un componente de la guerra psicológica llamado “asesinato de la reputación”. Tiene sus reglas y sus estrategas. El mayor de los expertos en estos crímenes morales fue el alemán comunista Willi Münzenberg. En gran medida, las naciones, como las personas, viven de la imagen que proyectan. Exactamente por eso existen fórmulas para destrozar la reputación de ciertas gentes y de ciertos países. Hay enemigos interesados en destruirlos. Es un arma muy antigua perfeccionada durante la Guerra Fría. Israel es víctima constante de estos ataques concertados a su reputación. Es parte de la permanente ofensiva de sus enemigos. Veamos la última batalla.

La American Studies Association (ASA) le ha declarado un boicot a las instituciones educativas israelíes. Se trata de una organización menor de académicos norteamericanos interesados en la cultura de Estados Unidos. Inmediatamente, le han salido al paso las poderosas Asociación de Universidades Americanas y la Asociación Americana de Profesores Universitarios.

Estas dos grandes agrupaciones han hecho algo éticamente correcto, pero han picado el anzuelo. Quienes están detrás de este intento de asesinato de la reputación israelí buscaban exactamente eso: colocar el foco del debate sobre un cúmulo de falsedades para conseguir desacreditar totalmente a su adversario.

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25 December 2013 ~ 15 COMENTARIOS

Otra vez, el Papa Francisco

por Alberto Benegas Lynch

Papa Francisco

(elcato.org) Esta es la sexta vez que me pronuncio sobre las ideas económico-sociales del actual Pontífice de la Iglesia católica: la primera vez, en diciembre de 2011 (“Mensaje del Arzobispo de Buenos Aires” en Diario de América de New York), la segunda en marzo de 2013 en un reportaje que me hicieron en CNN, la tercera en octubre de 2013 (“La malvinización del Papa” en La Nación de Buenos Aires), la cuarta en noviembre de 2013 (“Teología de la Liberación” en El Diario de Caracas), la quinta en otra entrevista en CNN en este mes de diciembre y ahora lo hago nuevamente a raíz de laExhortación Apostólica “Evangelii Gaudium” recién promulgada.

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 24 December 2013 ~ 0 COMENTARIOS

Pope Francis, Michelle Bachelet and the market

by Carlos Alberto Montaner

Bachelet

(Miami Herald) Pope Francis has given his version of the market. It is very negative. He titled it Evangelii Gaudium, or “The Joy of the Gospel.” It says that capitalism kills, whereas it is evident that, in the past two centuries, political freedoms, the market economy and private enterprise combined have improved and substantially extended the lives of people.
Before the industrial revolution, the lives of men, Hobbes stated, were “solitary, poor, dirty, brutal and short.” Thanks to liberal democracy and the drive of entrepreneurs, it ceased to be that.

Francis even quotes St. John Chrisostom, a golden-tongued 4th-century archbishop who was the worst anti-Semite of the ancient Christian world, and appropriates a judgmental phrase: “Not to share one’s wealth with the poor is to steal from them and to take away their livelihood. It is not our own goods which we hold, but theirs.”

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21 December 2013 ~ 32 COMENTARIOS

El papa Francisco, Michelle Bachelet y el mercado

por Carlos Alberto Montaner

Iglesia y Mercado

El Papa Francisco ha dado su versión del mercado. Es muy negativa. La tituló Evangelii Gaudium oAlegría del Evangelio. Llega a decir que el capitalismomata, cuando es evidente que, en los últimos dos siglos, las libertades políticas, la economía de mercado y la empresa privada, combinadas, han sido los factores que han mejorado y alargado sustancialmente la existencia de las personas. Antes de la revolución industrial la vida de los hombres, sentenciaba Hobbes, “es solitaria, pobre, sucia, brutal y corta”. Gracias a la democracia liberal y al empuje de los empresarios dejó de serlo.

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14 December 2013 ~ 1 COMENTARIO

Obama, Raúl Castro and South Africa

by Carlos Alberto Montaner

Obama Castro

Granma did not print Barack Obama’s speech in South Africa. It was humiliating for Raúl Castro. After the formal handshake, Obama explained that Mandela’s name should not be invoked in vain. It wasn’t acceptable to celebrate the life and work of the late leader while persecuting those who hold ideas different from the official views. That’s called hypocrisy.

While reading his speech, Raúl unwittingly proved Obama right. Without a blush, he celebrated diversity as if he presided over the Helvetic Federation. While he spoke, repression hardened in Cuba against the democrats, in the form of blows, kicks and jail cells. The spectacle embodied the platonic idea of hypocrisy.

To understand Cuba, it is reasonable to take a close look at South Africa. There are many similarities between the late apartheid and the Castros’ dictatorship. The two systems were erected on harebrained theories that led to abuse and authoritarianism.

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