WASHINGTON – Un líder republicano de Florida que describió a Puerto Rico como un caso perdido y consideró que la máxima aspiración de los puertorriqueños es conseguir un trabajo seguro en el gobierno, emitió una declaración para disculparse por expresiones que ahora acepta “ofendieron a muchos”.

Lew Oliver, un abogado con oficinas en Orlando y presidente del Grand Old Party (GOP) en el condado de Orange, sostuvo que “no fue mi intención o deseo hablar mal, impugnar, insultar o criticar a los puertorriqueños como grupo o individuos”.

Sin embargo, dijo que ahora tiene claro que sus palabras ofendieron a muchos. “Incluso amigos cercanos piensan que alguien que no conozca nada de mí puede concluir que mi intención fue ser insultante”, señaló.

“Tomo responsabilidad por mis expresiones, que fueron equivocadas y me disculpa por ellas, punto”, agregó Oliver.

Las expresiones del dirigente republicano de uno de los condados que es uno de los nuevos nichos de la emigración puertorriqueña se dieron en el contexto de que por vez primera los republicanos han caído en el registro de electores por detrás no solo de los demócratas sino de los independientes y los que prefieren no precisar ninguna afiliación.

Los datos de la junta electoral de Florida reflejan que los en Orange los demócratas ahora tienen cerca de 100,000 electores más inscritos en su partido que los republicanos.

Tanto los republicanos como los demócratas reconocen que el aumento en electores demócratas en ese condado y los otros de la Florida central está muy vinculado a la llegada de cientos de miles de puertorriqueños durante la última década.

Oliver, en su defensa, dijo que por más de 25 años ha respaldado candidatos republicanos boricuas e hispanos, y apoyado el nombramiento de personas de origen latino a puestos en el gobierno.

“Tengo un gran respeto y admiración por los puertorriqueños”, indicó Oliver en su comunicado de prensa.

La semana pasada, en declaraciones al periódico Orlando Sentinel,  el republicano Oliver asoció la inclinación de los puertorriqueños hacia los demócratas a que muchos provienen  de jurisdicciones como Puerto Rico, que considera tiene una administración gubernamental  “semi-socialista”.

“La gran ironía de todo es que el flujo masivo predominantemente puertorriqueño es el resultado de los puertorriqueños, casi sin excepción, dejando atrás Puerto Rico y otros estados cuyas oportunidades económicas han disminuido. ¿Qué tienen en común todos estos lugares? ¿Puerto Rico, Chicago, Illinois, Nueva York? Gobiernos demócratas. Si te gusta un gobierno semisocialista, donde la aspiración máxima es un buen trabajo seguro en el gobierno, Puerto Rico es el cielo en la tierra, además de tener buen clima. Lamentablemente, también es un terrible caso perdido. Como (son) Chicago, Detroit, Filadelfia, Illinois, Nueva York y casi todas las demás ciudades y estados controlados por los demócratas en el país”, indicó Oliver la semana pasada.

“Más allá del prejuicio racial y étnico que caracterizan las declaraciones  es un reconocimiento del poder político que pueden construir los votantes puertorriqueños en Florida si se organizan y aumentan su participación electoral”, indicó ayer José LaLuz, director de la Academia de Liderazgo de la Federación de Empleados Municipales, de Condados y Estatales (AFCSME) y asignado a campañas demócratas de Florida Central.