Ante este reto demográfico que enfrenta Puerto Rico, se suma el alarmante éxodo hacia Estados Unidos
El reto demográfico que enfrenta Puerto Rico, ante su baja en natalidad y alarmante éxodo hacia los Estados Unidos, ha llevado al Gobierno a intensificar la búsqueda de soluciones a un creciente problema que afecta su productividad y calidad de vida.
Las posibles soluciones se concentran, por ahora, en alternativas para fomentar los nacimientos en la Isla, así como incentivar el regreso de la diáspora boricua, especialmente en edades productivas.
“Es importante que se establezca una política pública clara que defina la tasa socialmente deseada de nacimientos en Puerto Rico. Este objetivo pudiera ser alcanzar el número de nacimientos necesarios para reemplazar la población: una tasa de natalidad de 2.1 (hijos por familia)”, comentó Julio César Hernández, director del Programa de Planificación Económica y Social de la Junta de Planificación.
Para ayudar a encontrar soluciones, el Gobierno aprobó hace cuatro años una ley que crea el Comité de la Ley del Reto Demográfico. Este organismo, presidido por la Junta de Planificación, está analizando el desarrollo de la población y los factores que han incidido en su disminución para buscar alternativas que fomenten su crecimiento. Natalidad, Migración, Adultos Mayores, Niños y Adolescentes, Población General y Mortalidad son los seis temas que estudia el Comité.
Puerto Rico enfrenta una acelerada reducción de nacimientos vivos, así como una disminución significativa en la cantidad de personas en edades reproductivas, encontró el grupo en su análisis sobre la natalidad. El desaliento de tener muchos hijos está directamente relacionado a la situación económica. Cada vez hay un mayor número de mujeres con deseos de superarse que buscan educarse más y alcanzar metas profesionales, desplazando así a un segundo plano al matrimonio y la tenencia de hijos. De hecho, el único renglón poblacional donde se ha notado un incremento en la tasa de natalidad es entre mujeres de 35 a 44 años. Mientras, la edad promedio de mujeres en su primer parto es de 25.6 años (2011).
Sin embargo, en las últimas décadas, la Isla ha perdido población en los grupos de niños, jóvenes y adultos en edades reproductivas. Junto a un aumento en la expectativa de vida (de unos 80 años), de continuar la reducción habrá un incremento del envejecimiento poblacional. Además, se estima que Puerto Rico es uno de los países con menor tasa de fecundidad en el mundo (1.7 hijos por mujer). Según datos del Banco Mundial (2013), después de Cuba, la Isla tiene la tasa de fecundidad más baja de América Latina y el Caribe.
Este fenómeno también lo viven otros países industrializados, aunque ya varios han enfrentado el problema a través de reformas laborales pronatalidad, subsidios económicos e incentivos contributivos y la ampliación de programas de cuido de niño. Estos programas básicamente buscan que se pueda combinar el trabajo con la vida familiar. El análisis del Comité de la Ley del Reto Demográfico encontró que el gobierno de Israel provee cuidado de salud desde la planificación familiar hasta el alumbramiento. Mientras, Francia otorga beneficios económicos por maternidad y España concede una licencia de maternidad, paga, de hasta 16 semanas.
“No es que se van a implementar esas políticas públicas. Son distintas alternativas”, dijo Hernández, quien comentó que ante “un Puerto Rico diferente” es momento de “sentarse a repensarlo”.
“Es que las prioridades de parejas jóvenes son otras, no necesariamente formalizar rápido su relación. Además, a muchos les preocupa tener hijos en una sociedad tan insegura y se mudan no necesariamente a lugares más seguros pero con más ofrecimientos”, dijo Manuel Torres Márquez, del Centro Agenda Puertorriqueña para la Calidad de Vida.
Según el sociólogo, es importante que, de avalar la otorgación de incentivos por natalidad, se considere incluir a madres solteras. También abogó por la implantación de programas sobre paternidad responsable.
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“Desde 2011 hemos estado levantando la voz de alerta sobre la dramática y bien marcada fuga de talento médico en la isla. Ahora no solo son los galenos, también el personal de soporte, como farmacéuticos y tecnólogos médicos, profesionales claves para el cuido de la salud, los que se están yendo. Hay que hacer algo para detener este éxodo que amenaza con colapsar nuestro sistema de salud”, manifestó Rodríguez Miranda.
El legislador propuso crear un registro de individuos que se encuentren cursando estudios en prácticas de la medicina que se detallan como “en escasez” por el Departamento de Salud.
Además, planteó la necesidad de financiar estas carreras mediante la creación de un programa de incentivos a través de la Lotería de Puerto Rico para que el gobierno sufrague parte de los gastos incurridos por estos estudiantes.
“Lo más importante es identificar las profesiones que actualmente se encuentran en escasez, con la idea de buscar los estudiantes que se encuentren terminando dichas carreras y ofrecerles incentivos para que desarrollen sus prácticas en la isla”, señaló el político.
Las expresiones de Rodríguez Miranda surgen luego de que esta mañana se reportara que cada año se van de Puerto Rico 150 tecnólogos médicos y que, de continuar este patrón, para 2016 la pérdida de estos profesionales será tan marcada que podría paralizar el sistema de cuidado de salud.
De acuerdo a información que se desprende de un informe subscrito por el Sindicato de Aseguradores para la Suscripción Conjunta de Seguros de Responsabilidad Profesional Médico-Hospitalaria (Simed), el mayor factor para la emigración de médicos especialistas y demás personal asociado a la salud es el económico.
Según el legislador, los estudiantes que soliciten y sean provistos de financiamiento a través del fondo especial necesitarán brindar un porcentaje de sus servicios profesionales al programa de seguro de salud del gobierno conocido como “Mi Salud” de forma compensatoria
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