La semana pasada el secretario de Justicia de Estados Unidos Eric Holder anunció su renuncia a dicho puesto y expresó que continuará ocupándolo hasta que la sucesora o sucesor que designe el presidente Obama sea confirmado por el Senado federal.

Esta movida no puede tomarse ligeramente en Puerto Rico. Esto por ser el secretario de Justicia federal el responsable de pasar juicio sobre la validez jurídica y el alcance de la opción u opciones que se le presente al pueblo de Puerto Rico en una consulta para resolver finalmente nuestro estatus político, conforme el lenguaje y la asignación presupuestaria aprobada por el Congreso y convertida en ley por el presidente Obama, y más aún, respetando nuestro mandato del plebiscito de 2012.

Resulta interesante que un día después del anuncio de su renuncia, Holder participó como orador en la conferencia del Caucus de congresistas de origen afroamericano en el Congreso (Congressional Black Caucus). Su discurso estuvo centrado en el derecho al voto e hizo un llamado a los legisladores para que continúen trabajando “hasta que todos los Americanos tengan igual acceso a las urnas de votación, sin importar quienes son o donde viven” y para que “tengan las mismas oportunidades de participación en el proceso democrático”.

Más aun, Holder exhortó a dichos congresistas a “continuar esfuerzos hasta que la voz de todos los Americanos se escuche en cada lugar del gobierno federal”, esto incluyendo a los sobre 600 mil residentes de la capital federal, Washington, D.C., quienes no tienen representación con voto en el Congreso. De hecho, el secretario Holder, quien es residente de la capital federal, añadió que “ya es hora de que cada ciudadano [Americano] tenga responsabilidades y derechos plenos.”

Estas expresiones de Holder, son un respaldo también al movimiento que impulsa la estadidad para Washington, D.C. De hecho, estas se unen al apoyo expreso a favor de la Estadidad también para D.C. que manifestó recientemente el presidente Obama en un evento público cuando se le preguntó sobre el particular y contestó sin titubeos “I’m for it”. Obama añadió que los residentes de Washington, D.C., “contribuyen al bienestar general del país como todos los demás” y que “deben estar representados [en el Congreso] como todos los demás”. Cabe destacar que Obama reconoció también que a pesar de las dificultades para encaminar la estadidad de D.C. en el Congreso, esta opción en esencia “es absolutamente lo correcto”.

Nadie puede estar en desacuerdo con estas expresiones que buscan hacerle justicia a nuestros conciudadanos residentes en la capital federal, quienes legítimamente luchan consistentemente y unen voluntades por sus reclamos de igualdad.

Ahora bien, para los puertorriqueños estas expresiones representan una afrenta porque se nos sigue excluyendo de la agenda de igualdad, justicia y poder político que dicen impulsar el presidente Obama, su secretario de justicia y otros funcionarios. Este doble discurso muestra que la igualdad que pregonan es una selectiva. Esto porque con sus exclusiones, contribuyen a que Estados Unidos siga siendo una nación con categorías distintas de ciudadanos, donde millones, como los puertorriqueños residentes en la Isla, todavía no disfrutan a plenitud y en igualdad de condiciones derechos, responsabilidades y oportunidades como los conciudadanos de los estados.

Exijamos con firmeza, sin tregua, unidos y utilizando todos los mecanismos legítimos que incluyen el Plan Tennessee, el final de esta política de igualdad selectiva federal y que se respete, tanto en Washington como aquí en la Isla, nuestro mandato del plebiscito de 2012. Esto encaminando finalmente un proceso conforme precisamente, los pronunciamientos y principios democráticos y de igualdad esbozados recientemente por Obama, su secretario de justicia y otros funcionarios, que permita culminar el proceso de descolonización que con nuestro voto iniciamos en noviembre de 2012.

Esta nota aparece en la edición impresa de El Vocero.