La insolvencia del Banco Gubernamental de Fomento (BGF) podría estar a punto de consumarse, a juzgar por sus propias proyecciones, las cuales muestran que del total de $1,398 millones en recursos de liquidez, apenas $232 millones representan dinero en efectivo y depósitos al 30 de septiembre.
Así consta en un informe sobre la situación de liquidez del banco, con fecha del 17 de octubre y colocado en su página web la noche del viernes, que aduce a las degradaciones crediticias, las nuevas legislaciones para enfrentar la crisis económica del Estado Libre Asociado (ELA), y los próximos desembolsos de dinero para cubrir compromisos de financiamiento, como parte de los responsables para su reducción de recursos financieros.
Con este informe se confirman las advertencias que hicieran hace algunos meses las casas acreditadoras sobre la alta posibilidad de que el BGF termine sin dinero antes de concluir el presente año fiscal en junio 30 de 2015. También se sustentan diferentes artículos sobre el particular, publicados por EL VOCERO.
De acuerdo con el informe, el cuadro económico del ELA y sus entidades públicas es tal, que de no cumplirse las proyecciones de recaudos en Hacienda, así como los pagos correspondientes de entidades públicas con los bonistas y con el BGF, su posición de liquidez se afectará de manera significativa y adversa en el futuro inmediato. Además, si aumentan las salidas de fondos del banco, como se anticipa, igualmente incidirá de forma negativa.
Dicho informe de 18 páginas se hizo público una semana después de la reciente venta de notas del BGF para dirigir $1,200 millones en notas en anticipación de ingresos y pagarés (TRAN´s, por sus siglas en inglés) al Departamento de Hacienda, y a un día de la designación de la ex secretaria de Hacienda, Melba Acosta Febo, como nueva presidenta del BGF.
Precisamente, la reciente venta de notas para los TRAN´s a un interés histórico de 7.75% (anteriormente este instrumento financiero se lograba a un rendimiento promedio del 1%), se menciona como uno de los factores que inciden sobre la baja liquidez del BGF.
La liquidez neta del BGF se ha reducido consistentemente durante los últimos tres trimestres. Al 31 de marzo había $3,449 millones, al 30 de junio eran $3,139 millones y al 30 de septiembre quedaban $1,398 millones. Eso incluye dinero en efectivo, depósitos, inversiones e instrumentos relacionados a fondos federales.
El efectivo y los depósitos sumaron $883 millones en marzo, y en septiembre lo que habían eran $232 millones.
La baja en efectivo, según el informe, se debe al pago de $700 millones para servicio de la deuda de las Obligaciones Generales (GO´s) del ELA, otro pago por $40 millones de la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y los $700 millones de los TRANS´s para Hacienda. La cantidad para Hacienda aumentó en $400 millones a lo proyectado ya que sus recaudos no han sido suficientes.
A todo esto, las decisiones del ejecutivo para poder balancear el presupuesto del año fiscal que concluyó el 30 de junio pasado, también redujo la liquidez del BGF, al no llegar créditos presupuestarios, reasignarse pagos para cubrir la deuda constitucional, y al aumentar el total de préstamos al gobierno central, sus entidades y municipios, que al 30 de septiembre sumaron $9,418 millones, cantidad que es $504 millones más que hace un trimestre.
De manera reiterada, el informe sostuvo que la nueva legislación firmada por el gobernador Alejandro García Padilla, conocida como Ley de Recuperación y Reestructuración de Corporaciones Públicas, podría empeorar la situación del banco. Estableció que aunque el BGF ya no servirá de colchón financiero para las corporaciones del ELA, en caso de que se afecten servicios esenciales el banco podría ser obligado a conceder financiamientos.
Al mismo tiempo reconoció la fragilidad económica de entidades públicas, así como la incapacidad de allegarse más recursos para cubrir sus obligaciones, necesidad que puede desembocar en solicitudes imprevistas para el BGF. Y en su defecto, podría llevar a algunas corporaciones a invocar la llamada ley de la quiebra criolla este año, lo cual igualmente evitaría pagos pendientes con el banco.
En respuesta a los recientes resultados en recaudos netos para el primer trimestre de este año fiscal, cuando Hacienda dejó de recibir $36 millones menos de lo proyectado, el informe prácticamente dio por sentado que el gobierno terminará en junio 30 de 2015 con un déficit. En específico, mencionó que ¨el ELA puede tener un déficit para el año fiscal 2015 y el BGF puede tener que proporcionar financiación para cubrir cualquier déficit¨.
A su vez, planteó que los retrasos actuales en pagos de las corporaciones al banco del estado ya le han socavado sus finanzas hasta dejarlas en precario. De la misma manera las deudas con bonistas de la AEE, la Autoridad de Carreteras y Transporte (ACT) y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), que tienen vencimientos de corto plazo al 30 de septiembre de 2015 por $696 millones, $292 millones y $200 millones, respectivamente, deben ser refinanciadas pero si no logran el acceso a los mercados podrían recurrir al BGF.
Al presente la partida del BGF para contingencias es de apenas $500 millones, cantidad que se redujo de $1,000 millones, y resulta escasa ante los pronósticos económicos. Practicamente está destinada la partida para cubrir a las tres corporaciones mencionadas.
Entre las nuevas determinaciones legisladas ante la crisis económica, los efectos para el BGF en algunos casos son contrarios a los intentos para capitalizarlo. Cabe mencionar que los depósitos de algunas agencias y corporaciones para cubrir el servicio de sus deudas ya no se hacen en el BGF, sino en instituciones terciarias lo cual reduce los flujos de entrada. Ese es el caso de la AEE desde julio.
En este particular, se incluyen los balances de las cuentas operacionales de Hacienda en el BGF, que se han reducido marcadamente de $112.5 millones al 31 de marzo, a $64.4 millones al 30 de septiembre.
Entre los desembolsos pendientes del BGF, además de préstamos y otros, está la devolución al Tesoro de Estados Unidos de parte del dinero que recibió en fondos ARRA relacionados al programa Making Work Pay Tax Credit (MWPC), con créditos de $400 para solteros y $800 para parejas, y que fueron depositados en el banco y nunca se desembolsaron a los contribuyentes. Al 17 de octubre, el saldo pendiente de los $349 millones eran $123.8 millones, cantidad que deben devolver en plazos de $25 millones mensuales.
Se añade el Fondo de Construcción de la AEE por aproximadamente $239.6 millones y que el BGF invertía en depósitos. Estos serán retirados del banco por la corporación pública durante los próximos meses, como parte de su reestructuración, lo que también reducirá los recursos.
Mientras tanto, la ACT tiene pendiente transacciones para cumplir con sus obligaciones, que de no lograr financiamiento o acuerdos, cambiará de manera d
rástica la liquidez del BGF, al que le debe más de $2,000 millones que representan el 21.4% de la cartera de préstamos del banco. Hacienda es la segunda agencia con mayor deuda con el BGF, estimada en $1,550 millones para un 16.5% de la cartera en préstamos del banco.
Carlos Antonio Otero, EL VOCERO Editor de la sección de Economía del periódico EL VOCERO.
Sin descartar la sindicatura
Aunque algunos economistas y políticos descartan la posibilidad de una sindicatura del gobierno de Estados Unidos sobre el Estado Libre Asociado (ELA), otros entienden que esto no se puede descartar mientras la economía no muestre cambios positivos y se prolongue la situación actual.
Hasta ahora, informes de prensa han señalado que no hay ambiente en Casa Blanca ni en el Congreso para habilitar un síndico sobre el gobierno local, pero la suma de ocho años en recesión y la inexistencia de importantes saldos positivos en la economía podría provocar un cambio.
Con eso concurre el economista Gustavo Vélez, quien aun cuando entiende que en la Isla existe la capacidad para salir de su situación, según avancen los meses e incida la debacle local sobre aspectos importantes de la economía de Estados Unidos, como podría ser el mercado municipal de bonos, entonces no se puede descartar una sindicatura. Fue más lejos y dijo que si en 16 meses no se ve mejoría, el panorama deberá será completamente distinto.
En cambio, para el gobernador Alejandro García Padilla, la llegada de una sindicación federal es solo una bola de humo de “los profetas del desastre”.
“Aseguraron que el presupuesto no se cuadraría, que no generaríamos empleos, entre otras cosas y todo se ha dado en beneficio del pueblo. Estas expresiones no son del agrado de nadie y no beneficia a nadie y mucho menos le hace bien al país. Se necesita optimismo y trabajar todos en conjunto”, expresó García Padilla a EL VOCERO.
Mientras tanto, Vélez explicó que la situación fiscal no mejorará si no se atienden los problemas macroeconómicos y los fundamentos productivos del país. “En la medida que sigamos enfocados en el aspecto fiscal, financiero y de recaudo como han hecho las pasadas tres administraciones, el problema se seguirá incrementando, reduciéndose cada día más las posibilidades de salir y se seguirá encareciendo el tomar prestado. Ya estamos llegando al límite constitucional del 15% de tomar prestado. Recientemente se tomó prestado notas de corto plazo (TRANS) a un interés de 7.75%, porcentaje que dos o tres años atrás era de un 1%. Igualmente era la banca local la que prestaba dicho dinero y en esta ocasión optó por no participar (con la exclusión de Banco Popular). Estamos llegando a un callejón sin salida, nos acercamos peligrosamente a la incapacidad financiera”, opinó el economista.
Vélez enfatizó que si no se logra un consenso entre los partidos políticos de cómo resolver el problema sin colocar más parchos, no existirá otra opción que la sindicatura federal y será una persona externa la que resuelva los problemas. “Estamos ante un problema sistémico donde se está afectando todo, la banca, el gobierno, el comercio y un tranque fiscal que ha afectado el macro de la economía, lo que deja abierta la puerta para la entrada de una sindicatura en cualquier tipo de modalidad, a través de una Junta o un Sindico como sucedió en la AEE”, añadió Vélez.
Aunque entiende que la sindicatura es una opción real, destacó que no es la mejor ya que se estaría dejando en manos de un extraño la toma de decisiones locales. “Cuán problemático se puede convertir la situación de la Isla para Estados Unidos puede ser medular para su intervención, si se agudiza la inestabilidad de la banca y si la emigración se convierte en un problema más serio”, agregó.
Dijo que para levantar al país es medular una reforma contributiva, fiscal y gubernamental, además de una reestructuración de las corporaciones públicas y del sistema benefactor de Puerto Rico, lo cual tienen un costo político.
De otro lado, los economistas Heidi Calero y Pedro Silva, sostuvieron que el país sabe lo que tiene que hacer, y no ven posibilidad de una sindicatura en este momento.
Calero dijo que Estados Unidos tiene sus problemas por lo que no van agregarse otro. “Puerto Rico sabe lo que tiene que hacer. Se tiene que reducir el gasto, hacer crecer la economía y poner la inversión a correr. Existe un solo modelo económico a implantarse, el de la exportación ya sea de mercancía, servicio o gente. No se necesita consenso, aquí se sabe lo que se tiene que hacer, lo que falta es voluntad y ejecución, y hacia eso se tienen que mover y eso lo sabe hacer el puertorriqueño sin ayuda”, puntualizó.
En un sentido muy similar se expresó el economista Silva reiteró que la sindicatura federal no va a llegar. Explicó que la Isla ha sido visitada en varias ocasiones por personal de la administración del presidente Barak Obama, quienes han radicado unos informes cuya transcendencia no ha pasado de recomendaciones pero nunca han hablado de mayores ayudas. “La solución está en las manos de los puertorriqueños. Hay que mejorar la calidad de vida local, en la medida que siga incrementando la migración, meno
res son las opciones de una sindicatura federal, nadie va a ofrecer ayuda a la Isla si no existe gente”, expresó.
Ante las dificultades económicas, del 1975 al 1977 Nueva York operó bajo la operación de un Comité Interno, del 1994 al 1996 Washington vivió la misma experiencia en esta ocasión bajo sindicatura; y el más reciente caso es Detroit, que actualmente opera bajo quiebra.
Ileanexis Vera Rosado, EL VOCERO
Graduada de Maestría en Administración de Empresas de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Mayagüez y egresada de la Escuela de Comunicación Pública de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, con más de 20 años de experiencia como periodista en prensa escrita, radial y televisiva.
La insolencia del BGF
Leyó bien. Insolencia. Descaro, osadía; cualidad de quien actúa con una falta de respeto que resulta ofensiva. Eso es lo que ha caracterizado la gestión del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), y la gestión fiscal de la presente administración en general, por los pasados 22 meses.
Nuevamente, en otro insólito e insolente ejercicio de falta de transparencia, el pasado viernes en la noche, sin aviso, sin anuncio, como quien no quiere que nos enteremos, el BGF colgó en su página web un devastador informe que en sus propios términos les dice “mentirosos” al gobernador García Padilla, a los pasados dos presidentes del BGF, Javier Ferrer y José Pagán, a su próxima presidenta y ex secretaria de Hacienda, Melba Acosta y al presidente de la Junta de Directores, David Chafey.
Contrario a lo que este ‘dream team’ fiscal nos lleva diciendo por los pasados 22 meses, el propio informe del BGF dice que el banco está, en efecto, al borde la insolvencia.
El informe confirma las advertencias que hicieran hace meses las casas acreditadoras y los artículos de El Vocero—desmentidas a coro por el dream team fiscal—sobre la alta posibilidad de que el BGF termine sin dinero antes de concluir el presente año fiscal.
Para colmo, los principales factores que han contribuido a este descalabro son precisamente algunas de las medidas que la administración ha tomado para lidiar con la crisis fiscal.
Las degradaciones a chatarra de los créditos del estado y del mismo BGF este año; los retrasos en pagos de las corporaciones públicas al BGF (y la posibilidad de que el banco tenga que sacar de sus arcas para cubrir el impago de éstas a sus bonistas), la Ley de Quiebra Criolla (que permitiría a las corporaciones públicas que a ella se acojan dejar de pagarle al BGF por sus financiamientos y que obligaría al banco a tener que hacer erogaciones para que los servicios esenciales no se vean afectados), la reciente emisión de $1,200 millones en notas en anticipación de ingresos por recaudos (de la cual el BGF tuvo que comprar $300 millones, por el escaso apoyo de la banca privada a la emisión, a pesar de la insólita tasa de interés de 7.75%); los malabares contables para maquillar las deficiencias (incluyendo, aumentar los préstamos del banco al gobierno central), y la insuficiencia en los recaudos de Hacienda, entre otros, son algunos de los factores que tienen al BGF a punto de quedarse sin dinero.
Sobre esto último—el déficit del presente presupuesto que tanto el gobernador se jacta insolentemente de haber balanceado—el informe dice que “el ELA puede tener un déficit para el año fiscal 2015 y el BGF puede tener que proporcionar financiación para cubrir cualquier déficit.”
Lo más insólito es que este desastre es harto conocido por todo el mundo en Hato Rey, pero nadie dice nada. Todo el mundo en el ambiente financiero sabe que han descapitalizado el BGF, pero mantienen silencio. Todo el mundo sabe que han enterrado la verdadera joya de la corona del gobierno, la última roca de salvación de la economía puertorriqueña, pero permiten que nuestros dirigentes políticos alardeen de “estabilizaciones fiscales”, “puntos de inflexión” y “recuperaciones económicas” ficticias y fantasiosas, con tal de no calentarse con el gobierno, porque hacerlo puede tener adversas consecuencias para el negocio.
Señoras y señores de Hato Rey, si esperan mucho más para denunciar lo que solo ustedes tienen credibilidad para denunciar, no va a quedar mucho negocio que hacer en Puerto Rico.
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