Previo a la APP, las carreteras PR-22 y PR-5 producían cerca de $90 millones en ingresos para la Autoridad de Carreteras. Sin embargo, los más de $1,000 millones que se repagaron de la deuda representaron un pago de servicio de deuda de casi $100 millones al año.
Por otra parte, los gastos operacionales de la Autoridad de Carreteras atados a la PR-22 y PR-5 acendían a un promedio anual de $12 millones, que con la APP no se tienen que pagar más.
Asimismo, con la APP se ahorró sobre $10 millones anuales en el programa de mejoras capitales de la PR-22 y PR-5, que ahora tampoco se tienen que incurrir porque los está invirtiendo el consorcio que opera las autopistas.
Por tanto, la APP de la PR-22 y PR5 resultó en un ahorro neto para la Autoridad de Carreteras de más de $30 millones anuales: $10 millones en servicio de la deuda, $12 millones en gastos operacionales y $10 millones en inversión necesaria en mejoras capitales.
Además, el concesionario de la APP está obligado, por contrato, a realizar pagos anuales de $450,000 a la Policia de Puerto Rico para mantenimiento y compra de patrullas.
En el 2008, la Autoridad de Carreteras estaba en pésimo estado financiero y ya no podía emitir más bonos.*
Con la APP, se buscó una alternativa para ofrecer un servicio de primera a los usuarios de la PR-22 y PR-5, y gracias a la administración del PNP, hoy Puerto Rico cuenta con dos autopistas de clase mundial.
*Lo más interesante de todo, es que en noviembre de 2007, la entonces administración del PPD lanzó una serie de proyectos APP que incluían la concesión de la PR-22. Entre el 2007 y 2008, la administración de Acevedo Vilá emitió una solicitud de credenciales para inversionistas para la cual recibió contestaciones de varios consorcios. El esfuerzo de la concesión no fue culminado por falta de organización y credibilidad del gobierno del PPD y dejó a los inversionistas con una mala impresión de Puerto Rico, que hubo que reconstruir bajo la pasada administración del PNP.
You must be logged in to post a comment Login