El Colapso y el Exilio – Por Ex-Senador Oreste Ramos

El Colapso y el Exilio.

Oreste Ramos

En sus Leyendas y Tradiciones Puertorriqueñas, don Cayetano Coll y Toste nos dice: “Llegó un barco al puerto de San Germán en compra de caballos para el conquistador Pizarro, y una multitud de campesinos aprovechó la oportunidad para largarse en busca de fortuna a otros países. La ansiedad de emigrar cristalizó en el desesperante grito: ¡Dios me lleve al Perú! ”.

Florida

Se refiere Don Cayetano, a la desesperación que sintieron muchos puertorriqueños de mediados del XVI, al entender que en Puerto Rico no quedaba ya oro, y a la esperanza de llegar a lugares donde sus familias tuvieran mejor futuro.

Hoy día, ante el colapso de nuestro modelo de desarrollo, basado en bajos salarios y exenciones contributivas, y la consecuente disminución de empleos, el puertorriqueño vuelve a emigrar. El nuevo Perú parecen ser Texas y los otros estados de mucha población latina. Y los que se van no son los “tomateros” de los años 40 y 50, sino maestros, ingenieros, enfermeras y otros profesionales y personas diestras. Algunos se van por su cuenta y otros reclutados durante frecuentes reuniones celebradas en hoteles de Isla Verde. Estos compatriotas aceptan las ofertas de buenos salarios y mejor calidad de vida Y  se van. Y no los podemos culpar. La emigración de la gente con poder adquisitivo ha hecho que merme la demanda por casas y apartamentos, lo cual deprime la industria de la construcción y produce más desempleo y mas migración. El nuestro no es un exilio político. Es un exilio económico.

Por ahora no podemos apostar al turismo. Gran parte de los turistas ya se ha ido para Santo Domingo y otros lugares menos costosos y con buenas facilidades .Pronto, por lo que veremos, muchos de los que aún vienen se irán  para Cuba.

Todo esto reduce el consumo lo cual, unido a las altas tarifas  de electricidad y a los múltiples impuestos, provocan la reducción del volumen y del empleo en los comercios.

Aun desde afuera se percibe la decadencia de nuestra economía y nuestra falta de oportunidades. pregúntese: ¿Cuándo fue la última vez que detuvieron una yola?

Mientras tanto “Granma”, órgano oficial del gobierno de Cuba, da cuenta de la nueva Ley de Inversión Extranjera. Así, Cuba adopta el modelo chino de capitalismo sin democracia, con salarios bajísimos y sin E.P.A ni O.S.H.A.

Las nuevas ventajas que la apertura cubana le ofrece al capital extranjero pueden acelerar el restablecimiento de las relaciones comerciales entre los Estados Unidos y Cuba, y, eventualmente, a la aprobación de la entrada cubana al tratado de libre comercio conocido como NAFTA. Sobre todo, porque las grandes corporaciones pueden persuadir a la nueva mayoría republicana en el Congreso a coincidir con la aparente inclinación del Presidente Obama en ese sentido. Obviamente, todo esto puede a su vez causar que nuestra economía se deteriore mucho más aun y que sigamos perdiendo empleos y gente.

Ya eminentes  economistas  puertorriqueños han sugerido medidas que el gobierno de Puerto Rico  debe  tomar para evitar que nuestra situación siga deteriorándose. Yo mismo sin ser economista, me he atrevido a  hacer mis propias recomendaciones. Pero aquellas medidas que requieran acción más drástica, sobre todo en el campo político, le tocaran a lo que hoy es la oposición. Por lo menos si la cosa madura como pinta. Ya, en una próxima columna, abundaremos.

Mientras tanto, el jibarito  Rafael, ilusionado, se sigue yendo en busca de nuevos mercados donde la gente quiera (y pueda) su carga comprar. Y el esperanzado joven de Lloréns Torres sigue saliendo de Collores. Pero ahora no se va ni en su yegüita alegre ni en su jaquita baya.  Ahora se van en JetBlue.

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