Durante los pasados dos años hemos escuchado en innumerables ocasiones al Gobernador, a su Gabinete, a su Cámara y Senado decir que aprobando tal impuesto, contribución o arbitrio se resolverá el problema económico del gobierno. Ya tienen hastiado a Puerto Rico entero con ese cuento. Lo cierto es que por más que aumentan las contribuciones, los arbitrios y las tarifas de los servicios esenciales; reducen servicios y beneficios al pueblo en la salud, la educación, en los sistemas de retiro y en otros servicios, este desgobierno no logra colocar el pie en el acelerador de la economía.

Lo que realmente está ocurriendo en este gobierno de gaznápiros es una improvisación constante y un saqueo con los fondos públicos. Los contratos y los guisos millonarios a los “Amigos de la Pava”, con cargo al presupuesto, están acabando con todo. Y mientras tanto… un sector de la prensa los encubre descaradamente.

Todo Puerto Rico se está preguntando ¿qué es lo que está ocurriendo? En el 2013 recibieron un presupuesto en muchísima mejor condición que el recibido por el PNP en el 2009. El PNP hasta les dejó legislado el impuesto especial a las llamadas empresas foráneas con ingresos al fisco por mucho más de $1,000 millones anuales para acabar de una vez y por todas con el déficit presupuestario en el año 2016.

El Índice de Crecimiento Económico se les dejó en el 2012 en rango positivo. Todos los indicadores de actividad económica –ventas de autos, de cemento, etc…- también los recibieron en terreno positivo. Las amenazas de degradación del crédito público y los bonos quedaron disipadas durante la administración del PNP pero en menos de dos años, este gobierno de gaznápiros ha destruido todo el camino que se había adelantado y ha colocado a Puerto Rico en una quiebra que luce insalvable a todos los niveles; el público, el privado, el familiar, el individual y hasta el generacional. El gobierno popular lo ha dañado todo.

No conformes con haber tirado por la borda todo lo anterior, también en menos de dos años han impuesto a la cañona más 80 aumentos contributivos y tarifarios que agravan la crisis y le están costando al pueblo más de $2,600 millones anuales. Hablan de continuar con más aumentos, de cerrar 500 escuelas, reducir los beneficios de la Reforma de Salud y todo lo demás. Entonces ¿Qué han hecho y qué están haciendo con todo ese dinero que están recaudando abusivamente? Aquí no se ve obra pública en construcción, tampoco ningún servicio o incentivo nuevo o relevante que le resuelva algo a la gente. ¿En qué se están gastando el dinero?

La semana pasada, nuestro Portavoz Larry Seilhammer y la delegación del PNP en el Senado, denunció que la inmensa mayoría de las agencias de este desgobierno no ha cumplido con presentar el primer informe de los contratos que han estado otorgando. ¿A qué me refiero? Pues a la ley 66 de 2014 que ellos mismos aprobaron y titularon, “Ley Especial de Sostenibilidad Fiscal y Operacional del Gobierno”.

Esa ley obliga a todas las agencias y corporaciones públicas a presentar anualmente en OGP y la Asamblea Legislativa un informe en el que deben detallar los contratos que otorgan y, a la misma vez, demostrar que han reducido las cuantías de los mismos en por lo menos 10% en comparación con el año fiscal anterior. Los gaznápiros le quieren ocultar al contribuyente que han estado otorgando jugosos contratos a sus “amigos, analistas y (ex)periodistas del alma”.

El primero de esos informes, según el mandato de ley, debió presentarse en julio pasado. Más de 100 agencias, están en violación de esa ley que, aparentemente, fue aprobada como parte de otro gran “teatro” para hacerle creer a la gente que ellos estaban actuando responsablemente con el gasto público y el presupuesto. Otra mentira más.

¿Por qué esas agencias se niegan a entregar esa información? Imagíneselo. No rinden los informes porque ahí hay contratos escandalosos. Le piden a usted que entienda la situación cuando le imponen más impuestos, tarifas y le recortan beneficios pero ellos, los gaznápiros, continúan por la libre gastando y derrochando. Nuestra delegación en el Senado continuará dando la lucha para que se destape todo este asunto, incluyendo los contratos a los conocidos populares que cobran directamente del presupuesto por sus ‘servicios’ y los que también cobran indirectamente a través de cabildeos y ‘acomodos razonables’ para los contratistas millonarios que representan. Estos últimos, que viven del ‘tape’, también los paga el pueblo, pues cada contratista tiene que calcular sus honorarios y comisiones al momento de facturarle al gobierno. De esos, estamos recopilando mucha información.

Sí, este es un gobierno gaznápiro. Desgraciadamente, eso tiene Puerto Rico. Gaznápiro significa palurdo, simplón, torpe, que se queda embobado con cualquier cosa. Con su torpeza, este gobierno todo lo hace mal, con rudeza, atropellando y abusando, pero su tiempo y el de la colonia se les está acabando.

Esta nota aparece en la edición impresa de El Vocero.