El presidente Barack Obama anunció el jueves un paquete de medidas que concederán estatus legal a casi la mitad de los 11 millones de inmigrantes no autorizados, en lo que será el principal ajuste a la política migratoria estadounidense en cerca de tres décadas.
Obama describió sus acciones como un enfoque sensato porque “la amnistía masiva sería injusta” y “la deportación masiva sería a imposible”.
El mandatario dirigió una frase concisa a los republicanos que lo critican: “aprueben un proyecto de ley” y alegó que la negativa de la mayoría republicana en la cámara baja a votar un proyecto de ley migratoria aprobada por el Senado en 2013 causa un gran perjuicio a la nación.
Las medidas “no permiten la naturalización, ni dan el derecho a permanecer aquí permanentemente, ni conceden los beneficios que los ciudadanos (estadounidenses) reciben. Solo el Congreso puede hacer eso. Lo único que estamos diciendo es que no vamos a deportarte”, indicó durante un discurso transmitido en directo por la página web de la Casa Blanca.
Dos altos funcionarios del gobierno estadounidense, quienes solicitaron anonimato para explicar las medidas antes de su anuncio formal, dijeron que hasta cuatro millones de personas podrían congelar su deportación y obtener permiso de trabajo válido por dos años si logran demostrar permanencia en Estados Unidos durante cinco años, la existencia de hijos estadounidenses o residentes permanentes y si se someten a una revisión de antecedentes criminales.
Los funcionarios enfatizaron que no será hasta el segundo trimestre de 2015 cuando el Departamento de Seguridad Nacional comenzará a recibir solicitudes, las cuales tendrán un costo de 465 dólares.
Quienes resulten amparados por las recientes medidas migratorias podrán optar a permisos de trabajo renovables cada dos años, por lo que deberán pagar impuestos sobre los ingresos que perciban.
La Casa Blanca ya había suspendido en 2012 las deportaciones de cerca de 600.000 inmigrantes que fueron traídos a Estados Unidos sin autorización cuando eran niños.
Alrededor de 300.000 personas más podrán obtener ahora el estatus legal temporal gracias a que este programa (conocido por sus siglas en inglés como DACA) eliminará el requisito de 30 años como edad máxima.
Además, expandirá la fecha permitida de ingreso a Estados Unidos desde junio del 2007 a enero del 2010.
Los funcionarios explicaron que los padres de este grupo, conocidos en Estados Unidos como “dreamers”, harán parte de las aproximadamente cinco millones de personas excluidas del amparo migratorio presidencial.
Otra modificación importante girará alrededor del programa Comunidades Seguras, que involucra a los policías locales en la aplicación de las leyes de inmigración.
Los funcionarios señalaron que las policías locales seguirán notificando a las autoridades migratorias cuando arresten a un inmigrante sin autorización, pero que de ahora en adelante el Departamento de Seguridad Nacional solo procederá a iniciar su proceso de deportación sólo de quienes hayan cometido delitos graves o numerosos delitos menores, actos terroristas, pertenezcan a pandillas o representen una amenaza a la seguridad del país.
También será prioritaria la deportación de quienes ingresaron este año ilegalmente a Estados Unidos, incluyendo a las decenas de miles de menores centroamericanos que llegaron a la frontera sur a mediados de año sin que los acompañara un adulto.
Otras medidas incluirán facilitar la obtención de visas de trabajo a quienes hayan cursado carreras tecnológicas en universidades estadounidenses y la reunificación de familiar de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes con cónyuges e hijos.
Se reducirán además los requisitos para obtener una exención a un apartado de la ley migratoria vigente, el cual obliga a permanecer una década fuera de Estados Unidos a quienes gestionan una residencia permanente tras haber ingresado al país sin autorización.
Los legisladores republicanos respondieron de manera inmediata y agresiva a las intenciones de Obama. El próximo presidente del bloque mayoritario en el Senado, el republicano Mitch McConnell, advirtió que el “Congreso tomará medidas” para detenerlo.
“No podemos olvidar que en las raíces de la nación americana está el apego a facilitar la inmigración y naturalización de extranjeros”, aseguró Kenneth McClintock
La decisión del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de regularizar, mediante orden ejecutiva, el status migratorio de personas indocumentadas que residen en este País tuvo loas y críticas desde antes de su anuncio.
Obama busca aprobar legislación, desde hace años, que permita la regularización de cerca de cinco millones de los 11 millones de inmigrantes indocumentados que se estima viven en Estados Unidos.
Sin embargo, con el anuncio de anoche, el presidente estadounidense abrió una puerta a un debate constitucional sobre la validez de su orden ejecutiva en cuanto este tema.
Ayer, previo al mensaje del primer ejecutivo de Estados Unidos, miembros del Partido Republicano, como el senador de Texas, Ted Cruz, calificaron a Obama como un “monarca” por atender el tema migratorio mediante orden ejecutiva.
“Somos testigos de una crisis constitucional. Con lo que está haciendo, Obama está desafiando la Ley y la Constitución (…). Si el presidente sigue con esto, unilateralmente desafiando al Congreso (…), los congresistas republicanos usaremos cualquier recurso constitucional a nuestro alcance para defender la Ley”, dijo Cruz a la cadena de televisión estadounidense Fox.
Asimismo, el próximo líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, prometió una “enérgica respuesta” ante la acción del presidente.
“Si el presidente Obama actúa en desafío de la gente e impone su voluntad sobre el País, el Congreso va a actuar”, advirtió.
Pero, en las filas demócratas, líderes como la portavoz de la minoría en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, rechazaron las alegaciones de inconstitucionalidad.
La congresista demócrata calificó como “valiente” la iniciativa de Obama.
La movida de Obama comenzó desde el miércoles con una cena a la que invitó a 18 legisladores demócratas y en la que, de acuerdo al periódico Politico, el presidente confirmó su plan de proteger entre cuatro a cinco millones de inmigrantes indocumentados, que los padres de los ‘Dreamers’ no están incluidos, que habrá nuevas medidas para controlar la frontera y que no encontró la manera de incluir el programa de trabajadores agrícolas en la acción ejecutiva. Al cierre de esta edición, Obama no se había dirigido a la nación.
Para el exsecretario de Estado de Puerto Rico, Kenneth McClintock, con la orden ejecutiva, el presidente de Estados Unidos “va estar ejerciendo un poder que todos los presidentes han tenido y que múltiples presidentes, incluyendo republicanos, han tenido”.
El también National Committeeman del Partido Demócrata dijo, en entrevista con EL VOCERO, que el presidente republicano Ronald Reagan utilizó una orden ejecutiva para “facilitar la estadía de inmigrantes de Nicaragua” en la década de 1980.
“No podemos olvidar que en las raíces de la nación americana está el apego a facilitar la inmigración y naturalización de extranjeros. Así que esto no es un asunto extraño a la nación, es un asunto que se da desde la fundación de los Estados Unidos”, recordó el también expresidente del Senado de Puerto Rico.
Mientras, el exgobernador Luis Fortuño, reconoció que el tema migratorio es uno “humanitario, económico y de seguridad”. No obstante, criticó que el presidente Obama actúe “unilateralmente” porque, a su juicio, “no va a resolver el asunto de forma permanente”.
“Necesitamos legislación. Estoy muy preocupado que el resultado sea uno peor que lo que tenemos en este momento. El presidente (Obama) debió haberse sentado con el liderato del nuevo Congreso y trabajar el tema de forma bipartidista”, sostuvo en entrevista con este rotativo Fortuño, militante del Partido Republicano.
Por su parte, el exsecretario de Justicia de Puerto Rico, José Fuentes Agostini, opinó que el presidente Obama “está jugando política” con el tema migratorio.
Fuentes Agostini recordó que el primer ejecutivo estadounidense lleva hablando de la reforma migratoria por más de cuatro años y “en más de 25 ocasiones dijo que no podía emitir una orden ejecutiva” para atender el tema.
“Él (Obama) es un profesor de derecho constitucional. Dijo que iba a hacer esto antes de las elecciones y ahora lo va hacer cuando cogió una paliza en las elecciones (congresionales) y la gente votó en contra de sus políticas públicas. No entiendo por qué no espera a que entre el nuevo Congreso, el mes que viene, y trata de negociar para crear una legislación”, sentenció.
El exsecretario de Justicia puertorriqueño dijo además que “todo el mundo, tanto demócratas como republicanos, reconocen que el sistema (migratorio) está roto, y que hay que arreglarlo”.
“Esto, a la trágala, no conduce a que se resuelvan los problemas”, agregó el abogado.
De otro lado, el analista de CNN, Wilfredo Amr Ruíz, lamentó que “la política y el discurso republicano deje evidenciado que sus congresistas y constituyentes no guardan respeto ni alta estima por las poblaciones inmigrantes, especialmente los hispanos”.
“Estos mismos congresistas pretenden proyectar al presidente (Obama) como si estuviera actuando al margen de la ley al emitir esta orden ejecutiva olvidando que otros presidentes republicanos, como por ejemplo George Bush, padre, benefició a más de un millón de indocumentados con la amnistía obtenida por medio de la Acción Diferida aprobada, precisamente, mediante orden ejecutiva”, concluyó Amr Ruíz.
Graduada de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras con nueve años de experiencia como periodista en prensa escrita, radio y televisión.
“Mensaje contradictorio”
Anoche el presidente Obama ofrecería un mensaje con su propuesta migratoria de cara a un nuevo año que comenzará con un Congreso controlado por el Partido Republicano
Por Maricarmen Rivera Sánchez, EL VOCERO – 4:10 am
Para el representante novoprogresista José Aponte, afiliado al Partido Republicano, es curioso que el presidente estadounidense Barack Obama, ofrezca alternativas para los inmigrantes sin antes resolver el problema del estatus de Puerto Rico, situación que afecta a más de tres millones de ciudadanos estadounidenses.
“Llama la atención que el presidente Obama atienda el asunto de los inmigrantes, que entiendo que es un issue que se debe atender, pero de igual manera entiendo que se debe atender el issue de los ciudadanos americanos que no tienen igualdad de derecho que se pretende dar a los inmigrantes”, dijo Aponte. “Estaremos analizando a fondo cuál sería la propuesta final de la reforma migratoria y llamando la atención para que se atienda también la desigualdad”.
Anoche el presidente Obama ofrecería un mensaje con su propuesta migratoria de cara a un nuevo año que comenzará con un Congreso controlado por el Partido Republicano. El tema migratorio es uno de los tantos donde republicanos y demócratas no están de acuerdo.
El representante popular Luis Vega Ramos aclaró que no está afiliado a ningún partido en Estados Unidos. Aun así, dijo esperar que Obama pueda reconocer la aportación del congresista puertorriqueño Luis Gutiérrez, quien lleva años reclamando acción en este tema.
“Yo pienso que este va a ser uno de los issues más controversiales en las elecciones generales de 2016 y que Obama está diseñando su legado y ahora va a querer fortalecer su perfil como un abogado de los derechos de los inmigrantes en Estados Unidos”, dijo Vega Ramos. “Quizás debió escuchar más a tiempo al congresista Luis Gutiérrez, que ha sido el campeón más firme que ha tenido esta causa y le ha estado tratando de explicar a Obama el curso correcto”.
En tanto, el comisionado electoral del Partido Republicano aquí, el representante José Enrique Meléndez, dijo que favorece la discusión del tema, pero de la mano con un control de las fronteras. Criticó que Obama intente atender el asunto al margen de las decisiones del Congreso.
“Mientras no resuelva la seguridad en la frontera, no va a resolver el problema de la inmigración”, dijo Meléndez. “Por eso es importante atender el asunto de la frontera. El presidente Obama se opone a atender el asunto como plantea el Partido Republicano y por eso hay un tranque entre los republicanos y los demócratas”.
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