El exlegislador entiende que la credibilidad de Alejandro García Padilla ya está lacerada
La insistencia del gobernador Alejandro García Padilla en aprobar un impuesto al combustible y sus derivados ya tuvo un efecto negativo sobre su imagen, su credibilidad y su poder de convocatoria, opinó el exlegislador estadolibrista, Héctor Ferrer.
Ahora, puede haber un impacto más nocivo que sería la pérdida de la reelección en el 2016 no solo de García Padilla sino del liderato del Partido Popular Democrático (PPD), agregó.
“Ya ha tenido un efecto político de credibilidad, en la imagen y el poder de convocatoria del gobernador, y puede tener uno peor: en el resultado del 2016”, advirtió.
Indicó que alrededor de un 90% del país se opone al nuevo impuesto que busca dar liquidez al Banco Gubernamental de Fomento (BGF), cuyo principal deudor es la Autoridad de Carreteras y Transporte (ACT). Esta corporación tiene una deuda de $2,200 millones con el BGF.
“Hay otras alternativas al impuesto”, dijo Ferrer, quien fuera presidente del PPD.
“Levanto esta bandera de preocupación, de política pública, porque un impuesto como este aumenta el costo de vida del puertorriqueño, (porque) no es solo a la gasolina sino a todos los derivados del petróleo. Eso tiene un efecto en toda la vida del puertorriqueño”, destacó.
“En términos políticos, es detrimental para las oportunidades del PPD en el 2016”, afirmó.
Habló de, al menos, cuatro opciones que hacen innecesario el arbitrio al combustible.
Una de esas opciones es -mediante ley- permitir que el director ejecutivo de la ACT privatice otra vía pública como el expreso 52 o la Ruta 66. Esto, según Ferrer, se podría hacer mediante una alianza público privada como la que asumió el control de la PR-22 y el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín.
Otra alternativa es un impuesto de ocupación en los hoteles. “En Roma cada turista paga 6 euros por noche de impuesto, en República Dominicana son $20 por entrar al país y en San Martín $30 y nadie ha dejado de ir a esos destinos. Ese dinero iría al BGF para garantizar un refinanciamiento. Se puede ir ajustando ese impuesto”, explicó Ferrer.
“Otra cosa que se puede hacer es, en vez de poner un impuesto, vender bonos o acciones del BGF. Que el banco cree nuevos instrumentos de inversión, con un rendimiento de interés especial y a corto plazo. Eso sería bien atractivo y llamaría a mucha gente que en vez de comprar un CD a un banco comercial, estaría dispuesto a ir al BGF”, destacó.
Recalcó que independiente a cuál sea la alternativa que sustituya el impuesto al combustible, es importante que el salvavidas para la ACT venga acompañado de una reducción de gastos en esa corporación pública.
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