Si hay algo que detesto es la politiquería, mal social que no solo existe en Puerto Rico, aunque en este caso me refiero a la nativa. Todas las administraciones, rojas y azules tienen sus logros y la de Alejandro García Padilla no es la excepción. Usted ya debe estar pensando, sin haber comenzado bien la lectura de esta columna, cómo rebatirla. Probablemente pase por su mente todo lo malo que pueda existir en Puerto Rico. Probablemente, usted pensaba en la pasada administración, con problemas similares, que la ‘medicina amarga’ era necesaria porque se trataba de su partido azul, pero no acepta la de hoy. Quizá entendía que lo que hubo en la pasada administración fue un abuso y hoy está convencido que lo que se está haciendo es lo ‘justo y necesario’ porque lo hace su partido rojo. ¿Sabe qué? Usted es parte del problema.
El cuatrenio pasado señalé cosas que consideré negativas de la administración de Luis Fortuño. También señalé las positivas. En los pasados dos años he señalado muchas cosas que entiendo están mal, pero hay otras que ciertamente debemos reconocer y es importante hablar de ellas, aunque usted quiera esconderlas debajo de la alfombra.
Uno de las cosas positivas tiene que ver con los asesinatos. Este año hubo una marcada reducción en la cantidad de muertes violentas en Puerto Rico. Mire los números: en el año 2008 hubo 815 asesinatos, en el año 2009 hubo 901, en el 2010 hubo 1,071, año 2011 hubo 1,164, año 2012 hubo 1,004, en el 2013 hubo 883 y en lo que va del 2014 van 646. Obviamente quedan varios días para culminar este año pero es casi imposible vayan a matar 300 personas en dos o tres semanas, que es lo que queda para terminar el 2014. Me percaté que la oposición de la administración reconoce esto como un logro cuando comenzó a comprar los asesinatos de aquí con otras jurisdicciones que tienen menos. En otras palabras, parecían decir ‘que jodie… con los asesinatos teníamos una buena campaña en contra del gobernador… ¿cómo lo jod… ahora?’. Es insólito que algunos políticos deseen en algún lugar de su subconsciente que muera gente para poder levantar una campaña política contra otro político. Ciertamente dicen al público que no desean mal a nadie y que es positiva la reducción de asesinatos ‘peeeero…’. Cuando le meten ese ‘pero’ dejan al descubierto su ‘pedigree’. Y que conste, igual pasaba en la pasada administración, pero con los populares explotando el ‘pero’ cuando Fortuño se apuntaba un logro. Uno puede cuestionar o usar el ‘pero’, no obstante debe ser con cosas que lo ameriten y aguanten el análisis racional, no por todo.
Luis Fortuño tuvo 3 superintendentes ppolicíacos José Sancha Acosta, Emilio Díaz Colón y Héctor Pesquera. Esta administración tiene la misma cantidad en solo dos años. En la administración de Fortuño el tercero fue el que pareció dar ‘pie con bola’ y en la de García Padilla el tercero ‘fue la vencida’. Yo tenía mis dudas sobre una superintendencia de José Luis Caldero y así lo expresé en columnas anteriores. Hasta el momento esas dudas han ido despejándose. Otro de los argumentos de la oposición es que lo que funciona es el plan de Héctor Pesquera “que dejó Fortuño”. ¿Que fue con el plan de Héctor Pesquera? Bueno, en honor a la verdad, hace años que no se presenta un plan anticrimen al pueblo. Ni el propio Pesquera lo presentó. Solo decía que su estrategia estaba funcionaba. Mire, olvídese de quién hizo qué plan o si en algún lugar de Rusia hay menos crimen. En el 2012 tuvimos 14% menos en comparación con el 2011; en el 2013 tuvimos 12% menos comparado con el 2012 y en el 2014 tenemos cerca de ¡un 27% menos! de asesinatos. Deje de lamentar que no hay más muertos para poder criticar.
Ahora bien, como digo una cosa, tengo que decir la otra. Lo que sea que estén haciendo, parece funcionar. Si desde el 2012 han bajado los asesinatos y a esta fecha estamos por debajo de los 700, debemos esperar no menos de un 20% menos asesinatos en el 2015, comparado con este 2014. No puede haber excusa y lo menos que debemos escuchar es que si hay menos muertos es gracias al gobierno y si aumenta es por otras circunstancias fuera del control del estado. Se tiene o no se tiene control, el plan funciona o no funciona. Si cambian las circunstancias, cambien las estrategias, pero es una obligación del gobierno proveer la seguridad a sus ciudadanos. ¡No hay excusas para no bajar, mínimo, un 20% el próximo año los asesinatos en Puerto Rico, o sea estar bien por debajo de los 600. ‘¡Queremos más muertes!’ parecería ser la consigna de los que maldicen haya bajado la cantidad de asesinatos este año. Deben abochornarse de llamarse ‘buenos puertorriqueños’.
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