Ante la bancarrota del ELA-territorial, la única opción digna que nos proveerá certeza, estabilidad y seguridad, lo es la plena igualdad ciudadana, jurídica y política como el 51 estado de los Estados Unidos. Nuestro pueblo ya se expresó claramente al respecto el 6 de noviembre de 2012, pero a la vez le dio un voto de confianza a Alejandro García Padilla y al Partido Popular Democrático para administrar la colonia por el presente cuatreno. AGP y el PPD han demostrado a saciedad su incapacidad administrativa para ni siquiera aliviar mínimamente la incapacidad de crecimiento de nuestra economía y por el contrario la han hundido nuevamente en la más profunda y prolongada depresión económica con sus 68 nuevos impuestos, agravando la crisis fiscal y conduciendo a Puerto Rico y sus corporaciones públicas hacia la peor situación de insolvencia en su historia.
Ante tal situación de indefensión, nuestro Comisionado Residente Pedro Pierluisi, radicó ante el Congreso el proyecto 870, para enmendar la Ley de Quiebras Federal, de manera que Puerto Rico sea tratado como un estado y tanto sus corporaciones públicas como sus municipios puedan acogerse al Capítulo 9 de dicho estatuto federal. En otras palabras, por medio de dicho proyecto Pedro Pierluisi está reclamando con firmeza la igualdad para Puerto Rico en el área jurídica, para dilucidar y procesar de forma ordenada la declaración de insolvencia para nuestras corporaciones públicas y municipios.
Por primera vez en nuestra historia se ha configurado un frente unido del sector privado (incluyendo la mayoría de los bonistas de nuestras corporaciones públicas), el gobierno y la oposición a favor de la igualdad o estadidad en lo que respecta a los procesos de quiebra. El gobernador Alejandro García Padilla, la presidenta del Banco Gubernamental de Fomento Melba Acosta, el presidente del Senado Eduardo Bhatia y el presidente de la Cámara Jaime Perelló, el alegado independentista congresista Luis Gutiérrez y la ferviente defensora de nuestra actual situación de desigualdad la también congresista Nydia Velázquez, han cerrado filas detrás del proyecto de nuestro comisionado residente, luego de su fallido intento de jugar a la república con la desdichada Ley de Quiebra Criolla. Bienvenidos todos a bordo del barco que reclama la igualdad con dignidad. Que están dispuestos a ir poquito a poquito hacia la plena igualdad y no dar el salto de cantazo se entiende, así fue que comenzamos muchos nuestro viaje hacia la igualdad.
Los únicos opositores lo han sido las empresas Franklyn Mutual y Oppenheimer Funds, que por medio de su abogado el licenciado Thomas Moers Mayers solicitó en la vista congresional del pasado jueves, que de aprobarse el proyecto tenga vigencia prospectiva y no retroactiva. Sin embargo, hasta el congresista republicano, Robert Goodlate, presidente del Comité de lo Jurídico de la Cámara federal reconoció en una declaración escrita “el capítulo 9 provee previsibilidad, transparencia y estabilidad a una quiebra puertorriqueña municipal. Podría servir como marco para una restructuración consensuada”.
De lograrse la aprobación del proyecto por el Congreso, independientemente que se haga de forma retroactiva o prospectiva, conllevaría un paso más hacia la plena igualdad o Estadidad. Envía el mensaje de que la salida a la presente situación de depresión permanente y de insolvencia en nos encontramos, es que Puerto Rico sea tratado con igualdad en todos los aspectos. Además sería una clara señal por parte del Congreso de que está preparando el camino hacia la plena incorporación de Puerto Rico como estado.
Como siempre existen puristas que reclaman el todo o nada. A ellos les digo, que al menos que demuestren que consiguieron los votos en el Congreso para una admisión de Puerto Rico inmediata como estado, que se unan al reclamo de igualdad respecto a los procesos de quiebra pues es un paso hacia el objetivo estratégico. No sería tirarle un salvavidas al ELA, pues el ELA no tiene salvación, sino el inicio del fin del ELA y el comienzo de la igualdad. Después de todo lo perfecto no puede ser enemigo de lo bueno.
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