Por: Víctor “Papo” Rodríguez, BBA-MBA.

Tomando como referencia los libros: La Ocupación Norteamericana, por María D. Luque, Crónica de la Guerra Hispano Americana en P.R. por Angel Rivero y otras fuentes, vamos a demostrar el por qué, la invasión a Puerto Rico, fué una Invasión Americana por Invitación Puertorriqueña.

Cuando los Estados Unidos deciden invadir a Cuba en el 1898, a causa del la explosión del barco Maine, en la bahía de la Habana, el 15 de febrero de 1898, un grupo de puertorriqueños en Nueva York, invitan a los E.E. U.U. a que también invadan a P.R.  Su principal porta voz fué el Dr. José Julio Henna.

Una vez enterados de los planes de la invasión de Cuba, el Dr. Henna mantuvo correspondencia con los senadores Henry C. Lodge, Shelly Cullon y Murphy, pidiendo que al tratarse en el Senado la cuestión de Cuba, también se incluyera a P.R. como la única otra colonia de España que quedaba en América. Cuando la invasión era ya un hecho inminente, el Dr. Henna se entrevistó con el Secretario de la Marina, Teodoro Roosevelt, (quien años mas tarde fué Presidente), y con el  Presidente de entonces, William McKinley. Les suministró mapas de la Isla,  en los cuales se hallaban trazados los caminos más importantes, las guarniciones militares con el número de soldados españoles acuartelados en cada pueblo y otros innumerables detalles de valor en aquellos momentos. A cambio de esta información, Henna pidió que junto con el ejército invasor, se permitiera ir a un grupo de patriotas puertorriqueños que estaban en contra del gobierno español en P.R. Estos servirían de intermediarios e intérpretes entre las tropas y el pueblo de P.R., disipando cualquier duda respecto de las intenciones que traía el ejército norteamericano al invadir la Isla. Creía Henna que el único propósito de los EE UU era el derrocar al régimen español y una vez logrado este objetivo, dejar al país a la libre determinación de los habitantes y que éstos por medio de un plebiscito, declarasen si quierían ser libres e independientes o quedar bajo la soberanía de los EE UU.

Al efecto, comentaba el Dr. Henna:

“no podía menos de convencerlos de que el propósito del la invasión americana, es el de redimir a los naturales el país del yugo ignominioso del tirano español, y no para conquistarlos con la espada y esclavizarlos otra vez bajo otra bandera y otro amo, como les hacen creer los españoles…”

Don Eugenio Mará de Hostos y el Dr. Henna, redactaron un manifiesto al pueblo de P.R., para ser repartido a la llegada de los americanos, pero por razones ignoradas, nunca fue puesto en conocimiento de los Puertorriqueños. En dicho manifiesto se vierten, jubilosamente, los sentimientos de admiración y respeto, por la nación norteamericana. Esta vendría, no como conquistadores, sino como prtadora de la ansiada libertad para la Isla:

“No es el invasor extranjero el que nos amenaza, no es un nuevo señor que viene con el propósito de esclavizarnos; es el gran pueblo norteamericano, por su fuerza, su riqueza, sus hábitos de moralidad y de templanza, y sus libres instituciones federales, quien llega a emanciparnos.  Vuestras cadenas de siervos están ya rotas…escaláis en este momento, las soñadas alturas de la plena ciudadanía y de hoy más constituiré un Estado Libre…

Puerto Rico, desde este día, en que las escuadras americanas han abordado sus costas, deja de ser colonia de españa, antro de injusticias y surge como un Estado o nación a la sombra de la Federación más grande, poderosa, libre y feliz que ha conocido la Historia.

Los separatistas de la Isla, tales como Eduardo Lugo Viñas, Mateo Fajardo, Ricardo Nadal, Féliz Matos Bernier, Celedonio Carbonell, Rodolfo y Rafael del Valle y Antonio Mattei Lluveras, se unieron a los cuatro generales del ejército invasor, en calidad de intérpretes, guías y consejeros.  Tenemos el caso de Matos Bernier que se presentó ante el jefe la la invasión, general Nelson A Miles, y le leyó un documento, en el cual le expresaba, en el nombre  del pueblo de P.R., el entusiasmo por la llegada del “ejército libertador”. Creía que había llegado “el momento de realizar el ideal Supremo de la Patria en el seno de la libertad”. A esto siguen otras demostraciones de afecto y complacencia, esta vez por parte de los mismos que cooperaban con el régimen español.  Francisco Mejías, alcalde de Yauco, llama a la invasión: “la más hermosa de las fiestas” donde brilla el Sol de América y exlama que por la “milagrosa entervención del Dios de los justos”, los puertorriqueños, habían sido “devueltos al seno de su Madre Americana,  en cuyas aguas nos colocara la naturaleza”.

Otro grupo de ciudadanos dirigen una declaración al gobierno de los EE UU, en la cual también muestran su acatamiento y simpatía a la soberanía de los EE UU, fundados en la esperanza de que los tradicionales ideales norteamericanos, de Libertad, Igualdad y Justicia, se extendiesen a la Isla. La forma de gobierno republicano (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), proclaman ellos, será la manera más conveniente para infundir en una nación dichos ideales.  Por lo tanto, aspiraban a que P.R. se convirtiese en un ESTADOmás dentro de la Unión Americana.

El mismo general Miles, en su famosa proclama, ofrece estímulo y aliento a estos sentimientos, al hacer constar, como señalamos anteriormente, que elefecto principal de la ocupación, sería la transición INMEDIATA del régimen español, al sistema de gobierno estadounidense con sus instituciones liberales.  Dicha proclama será, más tarde, objeto de debate ya que los puertorriqueños, apoyados en ella, reclamarán y defenderán sus derechos.  Es preciso aclarar que un sector de la opinión en P.R. estaba consciente de la la Isla tenía que pasar por un estado de preparación y aprendizaje antes de que su incorporación a los EE UU fuese definitiva.

Nota: En otra publicación transcribiremos en su totalidad la Proclama del Cuartel General de Ejército de los EE UU;  dirigida a los habitantes de todo P.R. y  firmada en Ponce el 28 de julio de 1898 por el general Neson A. Miles.

En una declaración firmada por varios patriotas de P.R. y publicada en el periódico La Correspondencia el 21 de octubre de 1898, estos dicen:

“Claro es que tal suprema aspiración no cabe realizarla inmediantamente.  Hemos de demostar antes, nuesta aptitud por medio del ordenado ejercicio de todas las libertades públicas, por la correción  de las antiguas malas costumbres políticas, por la adaptación del espíritu, leyes y modo de ser de la nación americana, por la propagación y por la evidencia de nustra capacidad para gobernarnos sin odios, convulsiones, ni prejuicios: buscando serenos el bien general.  Ese período de prendizaje se llama en tecnismo gubernativo americano, elTERRITORIO”.

Don Luis Muñoz Rivera, quien fué el primer Comisionado de P.R., Residente en Washington, regreso de allá el 7 de septiembre de 1899 y pronunció un discurso, notable por su entusiasmo y optimismo, donde se hacía eco de las esperanzas que el pueblo de P.R. tenía puesta en los norteamericanos.  Confiaba en que el Congreso le otrogara laESTADIDAD a la Isla. Muñoz Rivera dijo:

“Vengo de ver un país cuya pujanza es el asombro del mundo.  He podido estudiarlo en sus actividades para el trabajo y en sus instituciones para el gobierno y le admiro profundamente los mismo que en sus campiñas fecundas y en sus ciudades industriosas, que en sus leyes, redactadas y cumplidas con el espíritu de una verdadera democracia…  Contemplando el poder moral y el poder físico de aquella raza, yo señores, no sentí nunca la envidia: yo sentí el estímulo de llegar a esa altura por las artes del trabajo y por los empeños del mismo.  Es preciso ir con rapidez a la identidad…

Mis útlimas conferencias en Washington abren mi espíritu a las horizontes de la esperanza.  Antes que el Congreso se reúna, vendrán reformas justicieras, después que el Congreso se reúna, vendrá la plena luz de justicia”.

A la vez que estas comisiones se encuentran en Washington presentando sus proyectos, las fuerzas políticas de la Isla, se encauzan hacia la formación de dos nuevos partidos políticos que representarán oficialmente los intereses del pueblo de P.R.

Al llegar los norteamericanos a P.R., encontraron establecido un gobierno de carácter autonomista y dos partidos políticos que luchaban por el poder: el Liberar Fusionista y el Autonomista Ortodoxo.  Ocupaba el poder, el primero, siendo su jefe, Luis Muñoz Rivera, el presidente del Gabinete y Secretario de Gobierno.  El gobierno militar decretó que los funcionarios gubernamentales continuaran en el ejercicio de sus cargos.  Pero, bajo los gobernantes militares, Guy V. Henry y Goerge Davis, el Gabinete fue disuelto, subsistiendo solo el cargo de Secretario Civil y algunas juntas de gobierno de carácter consultivo.

Existía una encarnizada lucha entre los partidos, que mas más bien, era una pugna de personalidades, entre los dos jefes: Muñoz Rivera y el Dr. José Celso Barbosa.  Esto era así, porque ambos partidos en su plataforma mentenían idénticas aspiraciones, tanto durante el régimen español, como en el régimen norteamericano.  El 28 de mayo de 1899, se disolvió el Partido Ortodoxo y se fundó el Partido Republicano de P.R. por el Dr. José Celso Barbosa.  Este partido aceptaba con estusiasmo, la anexión de P.R.  a los EE UU, primero como territorio y despés como un ESTADO DE LA UNIÓN.

“…el partido republicano usará la crítica, protestará y procurará por todos los medios que la Constitución ofrece, conseguir del gobierno de los EE UU, todas las ventajas del territorio y llegar al ideal final de ser un ESTADO DE LA UNIÓN, pero con lealtad a la bandera. (americana)”

Por su parte, los liberales también se disolvían y fundan un nuevo partido que adopta el nombre de Partido Federal.  Al igual que los republicanos, el Partido Federal acepta y aplaude la anexión de P.R. a los EE UU, pidiendo, primero la condición de territorio para en el futuro llegar a ser un ESTADO DE LA UNIÓN.

ALGUNOS PUERTORRIQUEÑOS QUE AUXILIARON, DURANTE LA GUERRA, AL EJÉRCITO AMERICANO:

Desde el mismo día en que fuerzas americanas desembarcaron por Güánica, usa sacudida política conmovió todo el Sur y Oeste de P.R. y sus chispazos llegaron hasta otras jurisdicciones.  Yauco, Sabana Grande, Ponce, Juana Díaz, Cabo Rojo y algún pueblo más, habían sido, durante los últimos años, refugio y cuartel general de la mayor parte de los separatistas (de España) puertorriqueños.  Fracasada la intentona de invasión, preparada en Nueva York por el Dr. Henna, Roberto Todd, Mateo Fajardo, Antonio Mattei Lluveras y otros, con ayuda del Gobiernos revolucionario de Cuba y de ciertos políticos de Washington, parecieron adormecerse las impaciencias independentistas; la declaración de guerra hacia España, por parte de los EE UU, avivó la llama de tales ideales, llama que propagó el fuego a gran parte de las Isla.

NOTA: Al referirse a la “fracasada invasión”, se refiere a que conjuntamente con la revuelta del Grito de Lares, estos patriotas radicados en N.Y., tenían preparada una invasión para derrotar a los españoles en P.R.  Como el Grito de Lares fracasó, también fracasó la invasión.

Entre los patriotas mencionados anteriormente, los cuales ayudaron en la invasión norteamericana, se destacó Eduardo Lugo Viña, quien desde los primeros momentos se puso en relaciones con los generales Miles, Garretson y  Schwan, y recibiendo armas que éstos le facilitaron, y apoderándose de otras abandonadas por los voluntarios y policías municipales (de la parte española) y también por algunos guardias civiles que desertaron, organizó una sección montada, cuyos hombres recibieron la designacion dePUERTO RICAN SCOUTS, precediendo a la brigada del general Schwan en todas sus operaciones, dede que saliera de Yauco hasta que recibiera, a orillas del rio Güasio, la orden de supender las hostilidades. Fueron estos PUERTO RICAN SCOUTS, los que tomaron, con bandera americana en alto, a los pueblos de Sabana Grande y San Germán.

 

LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN LA EPOCA DE LA INVASIÓN POR INVITACIÓN:

EL PARTIDO FEDERAL AMERICANO:

Se fundó en el 1899 y declaró que la anexión no entraba en contradicción con su aspiración histórica de lograr el predominio interno del aparato estatal.  Aplaudieron la invasión (por invitación) y dijeron que:

“Consideramos que P.R. será  un pueblo próspero y feliz a la sombra de la bandera americanay al amparo de sus instituciones federales.  Los propósitos del Partido Federal se condensan en esta fórmula: influjo directo y eficaz en  el desarrollo de los intereses locales por una administración inteligente y honrada; tendencia firme y resuelta a la absoluta identidad con los EE UU, en sus leyes y en sus prácticas de gobiernno.” 

 LA ANEXIÓN SEGÚN EL DR. JOSÉ CELSO BARBOSA:

Su concepción de la anexión, refleja un enlace intelectual con el autonomismo decimónico (siglo 19).  Barbosa cencebía la ESTADIDAD como una modalidad deautonomía.  Pensaba que P.R. podía llegar a convertirse en una especie de república DENTRO de la gran asociación de repúblicas de es los EE UU.  Visualizaba una patria regional autónoma, en la medida en que podía serlo desde su carácter de ESTADO.  Aceptó como verdades los postulados ideológicos que sirvieron de base a la república norteamericana: el principio de la autonomía local, el federalismo clásico, etc.  Así idealiza la ESTADIDAD cuando, él (Barbosa) escribe:

“El ciudadano americano puede obedecer sin conflicto las leyes de la ciudad donde vive, el estado a que pertenece la ciudad y de la Nación.  Ciudad, Estado y Nación, tienen señalados los límites de su actuación, que aseguran la independencia del gobierno local en todo lo que a la vida local corresponde, y asegura la unidad nacional en todo lo que interesa para el bien de la patria común.  El espíritu democrático americano fue siempre muy parco (mezquino) en conceder al gobierno de la Nación facultades muy centralizadoras: a ello se debe que el sentimiento regional nunca esté en conflicto con el sentimiento nacional.”

Los textos de Barbosa están matizados por el reformismo positivista, al que acogieron los sectores liberales de la sociedad isleña de principio de siglo.  En su crítica a España, Barbosa toma partido con el pensamiento civilazador, tan en boga a principios de ese siglo.  El progreso y el orden fueron la respuesta de algunos elementos de la sociedad isleña ante el descalabro en que España dejaba a su colonia antillana.  Pero, mientras que el independentismo decimónico puso sus esperanzas de transformación en la organización de un orden social antillano a través de una confederación, Barbosa vislumbraba la transformación de la sociedad por el empuje civilizador americano.

Hay que recordar que cuando Barbosa se graduó de doctor en medicina en los EE UU y volvió a P.R. para ejercer su profesión. El gobierno español, que entonces gobernaba en P.R, le prohibió ejercer como médico. Usaban como excusa que no había estudiado en España, pero en realidad el discrimen mayor era porque Barbosa era de la raza negra. Barbosa se quejó a los EE UU por el discrimen que el gobierno español ejercía sobre él y el gobierno de los EE UU, amenazó al gobierno Español, de que si no dejaban a Barbosa ejercer su profesión de médico, por haberse graduado en los EE UU, entonces, el gobierno de los EE UU, no dejaría practicar la medicina en los estados, a los graduados de medicina en universidades de España.

Con esta amenaza, hecha por el gobierno de los EE UU, fué que España permitió que Barbosa practicara la medicina en P.R.

MARCH 9, 2015

PROCLAMA DEL GENERAL NELSON A. MILES.