La ejecución de hipotecas no parece dar tregua en el futuro inmediato, mientras la drástica medida ante la falta de pagos es la muestra más clara de que las finanzas de los puertorriqueños no logra mejoría. Cada vez son más las familias que pierden su principal activo, la vivienda.
El deterioro en la economía personal ha provocado un disloque, que ha llevado a muchas familias a moverse de casas grandes a otras más pequeñas, de ser propietarios a vivir en alquiler y en otros casos a regresar al hogar de los padres para acomodarse en espacios reducidos, ante la carga económica, la reducción salarial o la pérdida de empleo. Otro grupo, ven como opción más inmediata -o la única- la migración.
En el proceso de no poder pagar la hipoteca y buscar alternativas para intentar cumplir bajo nuevas condiciones o retrasar el desahucio, no todos consiguen llegar a acuerdos con las instituciones financieras.
Rafael Blanco, director de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF), informó que la situación ¨es muy seria¨ y aunque la delincuencia hipotecaria es de alrededor de 14.68%, esa cifra cubre a todas las instituciones hipotecarias (bancos, instituciones no depositarias y otras), por lo cual el nivel en los bancos que quedan en la Isla supera el 18.3%.
El nivel de delincuencia en Puerto Rico involucra una cartera de sobre $43,000 millones.
Al presente, según los números más recientes a enero pasado, había pendiente de ejecución –en distintas etapas del proceso- poco más de 19,000 unidades de vivienda, de acuerdo con los datos de OCIF.
Hace una década, explicó Blanco, la delincuencia hipotecaria apenas llegaba al 2%, pero al iniciar la recesión en 2006 las cifras se han mantenido en crecimiento, con pocas variaciones. Dijo que al comparar con la situación en Estados Unidos, existe una amplia brecha, ya que allá registran la mitad de los números locales.
Para la licenciada en derecho, Ángeles Torres, quien se especializa en casos de ejecución hipotecaria, esta situación ha impactado a miles de familias y recordó que lo importantes es que las personas una vez tengan la dificultad para pagar su vivienda, lo dialoguen con los instituciones y se asesoren legalmente.
¨Los acuerdos de préstamos y pagares tienen muchas cláusulas que hay que leer¨, sostuvo Torres y recordó que ¨en los pasados seis años hubo unas 14,000 ejecuciones hasta el final de 2013 y sobre 80% era primera residencia¨.
Destacó que la experiencia de una ejecución hipotecaria, más allá de las implicaciones económicas, ¨puede ser traumática, toda vez que para el puertorriqueño el principal activo es la casa y el perderla es muy fuerte¨.
Una complicación que enfrentan las personas cuando reciben atención bancaria a través del programa de ´loss mitigation´ es que deben estar atrasados por tres meses o más para cualificar, indicó Torres.
Añadió que les pide a las personas mucha documentación y los procesos son lentos, por lo cual suelen vencer certificaciones que deben solicitarse nuevamente y la acumulación de deuda y recargos aumenta ¨y al final te pueden decir que no cualificas¨. Torres informó que el proceso de ´loss mitigation´ no detiene cualquier gestión legal que haya iniciado la institución bancaria.
¨Hay unas defensas para el deudor, pero tiene que informarse. Nadie puede ejecutarle una casa al deudor sin presentarle el original del documento de hipoteca que firmó para contraer esa deuda. Muchas veces, como esas carteras de préstamos se venden al mercado secundario, cuando la institución bancaria realiza el proceso de ejecución no presenta el documento original y esos son situaciones que las personas deben conocer¨, abundó Torres.
Recientemente, el director ejecutivo de la Asociación de Bancos, Arturo Carrión, dijo a EL VOCERO dijo que en la medida en que se reduce el ingreso y los empleos de las personas, ¨la morosidad lógicamente comienza a incrementar¨. En cuanto a los clientes hipotecarios, indicó que “los bancos están bien activos en revisar sus carteras y mitigar hipotecas. Se están tomando todas diligencias para ayudar a los consumidores a poder cumplir con su responsabilidad”.
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