Ducados municipales

Twitter: @Solus_Lupus_PR

13 de abril de 2015

En Puerto Rico se ha estado dando por décadas un fenómeno muy inusual al principio, pero ha ido calando hondo en la política de este pueblo, y es el heredar los puestos de alcaldes, como si de ducados se tratase. Hay muchos casos que puedo traer a colación que denotan este patrón que a mi entender es una de las causas para que Puerto Rico no eche para adelante.

En mayor medida este fenómeno se da cuando un alcalde le sede su silla a un hijo o hija so pretexto de la continuidad de su obra. ¿En serio creemos que esto es así? ¿No serán otras las razones? Vamos a presentar algunos ejemplos, algunos de los cuales son más sonados que otros, o más o menos exitosos.

Carolina actualmente tiene como alcalde a José Aponte Dalmau, luego que falleciera su padre, el asume la poltrona municipal. Por otro lado, Caguas, tan pronto fallece Willie Miranda Marín, su hijo William Miranda Torres asumió la alcaldía. Bayamón cuando se retira Ramón Luis Rivera padre, le sede la candidatura a su hijo y en una elección general, sale como el nuevo alcalde del pueblo. También notorio y controversial fue el caso de Chemo Soto, que luego de haber ganado la elección del 2012, le sede su silla a su hija, Lornna Soto. Pero también hay casos que aparentan estar en planes de que esto se de, como es el caso de Guaynabo con Héctor O’Neill que se rumora que tiene intenciones de dejar en la poltrona municipal a su hijo, y así muchos otros de los dos partidos principales PPD y PNP.

Aquí el problema es que en muchas de estas instancias, no se le da la opción al pueblo de escoger por el sufragio de los votos al sustituto de los incumbentes, o si llegan a la elección, la gente y los miles de dolares en promoción que gastan los incumbentes y los partidos políticos, le hacen ver al votante que el sucesor del “ducado municipal” es la mejor opción por la excusa de dar “continuidad” a la obra del padre. El problema es que no se le da la oportunidad de que sangre nueva asuma su deber histórico y ponga su granito de arena para echar las cosas hacia adelante.

De los ejemplos que anteriormente mencioné, tomemos el caso más notorio de este problema: Caguas. El hijo de William Miranda Marín, es la antítesis de lo que debe ser un servidor público. Si bien es cierto que ha cuidado la obra de su padre, ¿Qué ha hecho para pasar a la historia, que valga la pena resaltar? ¿Qué proyecto de envergadura ha propuesto que vaya en beneficio del pueblo? El problema es que solo se le da validez al parentesco, pero no a su preparación y experiencia. Pero también tenemos el caso de Lornna Soto, que luego de no revalidar a la legislatura la pasada elección, su padre gana las elecciones en el 2012 y le deja la alcaldia en el 2014 a su hija. Es verdad que ella tiene experiencia política previa en la legislatura, pero eso no debe ser la razón para heredar el puesto de su padre sin haber pasado por una elección general. Ahora, si bien es cierto que hay casos como el alcalde de Carolina o el de Bayamón que han resultado ser excelentes alcaldes, hay casos en los que los actuales incumbentes no tienen el standing para estar en las sillas que hoy ostentan.

Ahora bien, ¿qué podemos hacer para evitar esto? Tienen que haber legisladores comprometidos y con la valentía de enfrentar a su partido, a los caudillos dentro de los mismos e incluso a los incumbentes que quieren dar en herencia su silla municipal. Los municipios son hijos de la legislatura, por lo que es allí donde tienen que darse las legislaciones para poner un freno a esta situación. Ahora bien, legislador que someta un proyecto que pretenda eliminar esta practica tendrá a los alcaldes en contra para las próximas elecciones. Legislador que presente ese proyecto, tiene asegurado un contendiente a su candidatura dentro de su propio partido. Y es por eso que se requiere de valentía y arrojo para hacer los cambios que son necesarios y que el monstruo político no permite, pues se alimenta de ese problema.

Hay que legislar para que si un alcalde muere, la Comisión Estatal de Elecciones ponga a los electores de ese municipio a elegir entre los candidatos de todos los partidos políticos. Aún cuando la ley dice que el escaño es del partido al que pertenece el alcalde, la realidad es que se le debe dar la oportunidad nuevamente a todos los partidos a aspirar. Se debe legislar también para que los alcaldes solo puedan aspirar a tres términos máximo para poder permitir subir sangre nueva. Se debe prohibir que parientes hasta segundo nivel de consanguinidad puedan aspirar a las poltronas dejadas por el anterior incumbente, pues el poder solo permanecería en una familia y eso no beneficia al pueblo y solo ayuda a estos alcaldes, a consagrarse perenemente en el poder municipal.

Ahora, ¿quién será ese valiente que presentará semejante legislación? Lamento informar que para eso haría falta políticos con espina dorsal, que pongan los intereses del pueblo por encima de sus propias aspiraciones y eso es algo de lo cual carecen muchos políticos en el poder en la actualidad. Veremos a ver si da el paso al frente un valiente, o se ocultaran todos bajo la sombra de su cobardía política y seguiremos teniendo estos “ducados” por la eternidad.

Twitter: @Solus_Lupus_PR