La Autoridad de Energía Eléctrica hace varias décadas simbolizó el progreso de Puerto Rico. Era el motor de nuestro desarrollo. Era símbolo de esperanza. Hoy es símbolo de fracaso y desesperanza. La AEE ha sido dilapidada por malos administradores, por empleados y uniones que la utilizaron para sus propios intereses económicos y por gobernantes que la utilizaron para fines politiqueros. El colapso de la AEE era predecible. Hoy está en quiebra, en incumplimiento con los estándares de calidad ambiental, al borde de ser multada por millones de dólares y a ser tomada por los bonistas que asignarían un síndico que la opere.
Pero la mayor responsabilidad por la actual crisis tiene que adjudicársele al presente gobierno. Todos recordamos como la administración de Luis Fortuño hizo gestiones para dotar la AEE de fuentes de energía renovable que hubiesen iniciado el proceso de revertir la actual situación y como esas gestiones fueron obstruidas y saboteadas por los personeros de la presente administración en contubernio con llamados “ambientalistas” comunistoides. Recordemos como se detuvieron con toda clase de excusas, los 64 proyectos de energía renovable que la administración Fortuño dejó en curso. Debemos remitirnos a la campaña demagógica de obstrucción a la construcción del gasoducto Via Verde que de haberse culminado, hoy no estaríamos en esta situación. Recordemos también como días antes de las elecciones en un concordato de la UTIER con el candidato a la gobernación AGP, estos iniciaron un paro en reclamo urgente de mejorar condiciones laborales con el verdadero objetivo de ponerle presión a la administración Fortuño y cómo después de las elecciones estas presiones se desvanecieron.
Es necesario además recordar la campaña de AGP con la promesa populista y socialista de que no habría de reducir la nómina en ningún lugar del gobierno. Promesa que ante las circunstancias de un gobierno con exceso de personal ineficiente, acostumbrado a dar mal servicio – particularmente en un lugar como la AEE donde hay conserjes que ganan tres veces lo que gana un maestro de escuela- resulta ser un agravio al pueblo y un serio impedimento para llegar a cualquier solución fiscalmente responsable.
A todo lo anterior se le suma la probada incapacidad del irresponsable Director Ejecutivo Juan Alicea quien conociendo por más de tres años la necesidad de cumplir con los estándares de contaminación con mercurio MATS que entrarían en vigor el 16 de abril y de habérsele otorgado una prórroga de 1 año, ahora culpa a Lisa Donahue por no haberse producido un plan para cumplir con EPA aduciendo que eso forma parte del plan de reestructuración de ella y este no está listo.
Ante tales manifestaciones el presidente del Senado Bhatia tronó contra la AEE recordando que en 2013 esta solicitó y se le aprobó un préstamos de $600 millones, dinero cuya mitad se utilizaría para poder cumplir con los requisitos federales de emisiones tóxicas de mercurio al aire. Los restantes $300 millones serían para poner al día a Aguirre.
“Estos $600 millones se utilizaron en parte para nómina” señaló Bhatia. Expresó también que “las finanzas de esta empresa están hundiendo a Puerto Rico… y las respuestas que pueden dar los personajes de esta corporación es que suban el costo de la luz, que sigamos subsidiando las ineficiencias. No vamos a seguir subsidiando las ineficiencias y las mentiras”.
Estamos de acuerdo con los señalamientos de Bhatia, pero se quedan cortos. “Too little too late”. Ya está bien de tanto señalamiento… es hora de actuar. Ante esta situación lo que procede es destituir al irresponsable e inepto Director Ejecutivo y a toda la Junta que le ha permitido llevar la AEE a esta situación. El gobernador que fue rápido en destituir injustamente y sin causa alguna a todos los miembros de la Junta de Sindicos de la UPR y crear una nueva Junta de Gobierno, no ha tenido los pantalones para hacer lo propio en este caso más que justificado.
El pasado martes compareció Lisa Donahue ante el Senado. No dijo nada que no supiéramos. Justificó el retraso en entregar el plan de reestructuración destacando que la AEE es una corporación sumamente dañada y complicada. Señaló que entregará su plan para junio. Mientras tanto, los bonistas le extendieron su indulgencia a la AEE por 15 días adicionales y Juan Alicea errática e irresponsablemente decidió retar a EPA con mantener funcionando plantas contaminantes, exponiéndonos a riesgos a la salud y a multimillonarias multas. Preparémonos porque esto no pinta bien.
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