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De acuerdo con Sánchez, a nivel salarial el entrenamiento médico en Puerto Rico y Estados Unidos es más o menos igual.(Archivo / GFR Media)

A los 31 años, la doctora boricua Cristina Sánchez culminará su entrenamiento en psiquiatría pediátrica en junio y comenzará su vida profesional en la universidad donde completó su formación académica y le ofrecieron condiciones salariales y de trabajo que, según dijo, no podía rechazar.

Se trata de la Universidad de Connecticut, donde la puertorriqueña llegó en verano de 2013 seducida por un programa de adiestramiento en su campo de estudio dirigido por un personal que quedó impresionado por su habilidad de dominar tanto el idioma español como el inglés.

“Hice mi residencia de psiquiatría de adultos en Puerto Rico. Te preparan para tantas cosas en Centro Médico . El problema es que, por ejemplo, por falta de suficiente personal hay que hacer de todo, hasta mover camillas. Pero entonces cuando llegas acá a Estados Unidos (al adiestramiento de otras subespecialidades) uno queda como un héroe porque estas dispuesto a hacer de todo, porque para ti es normal hasta sacar una copia y enviar un fax”, dijo.

Según explicó la puertorriqueña, entre los ofrecimientos que le hizo la Universidad de Connecticut se encontraba la otorgación de un estipendio de $2,000 al año para viajar y dar conferencias, así como otros $1,000 para la compra de material educativo, como libros y computadoras.

“Es material, pero son incentivos. Por ejemplo, acá (en Estados Unidos) me pagan mis licencias (médicas) anuales, que valen como $1,350. Además, te pagan los estudios de los “boards” y certificaciones (de las especialidades médicas). Son incentivos que promueven que te mantengas al día y que sigas estudiando”, dijo.

Otro beneficio laboral que suelen ofrecer los programas de entrenamiento médico en los Estados Unidos es el repago de los préstamos estudiantiles.

“Por ejemplo, como yo voy a estar “part time” (a medio tiempo) me dan $25,000 cada dos años para el repago del préstamo, pero si estuviera “full time” (a tiempo completo) sería $50,000 los que me darían”, explicó.

El ser bilingüe es un aspecto que se valora mucho por la cantidad de pacientes hispanos en los Estados Unidos.

“Ahora mismo, nadie en mi departamento (de psiquiatría) habla español y aquí vienen familias dominicanas, mexicanas, peruanas, puertorriqueñas, de muchos países hispanos. A veces me toca hasta contestar el teléfono”, dijo.

Sánchez explicó, además, que las autorizaciones médicas a las aseguradoras fluyen mejor en los Estados Unidos que en Puerto Rico.

“No hay sistema perfecto. Las aseguradoras siempre ponen freno, pero acá fluyen mejor las autorizaciones”, dijo al señalar, por ejemplo, que mientras en Puerto Rico las hospitalizaciones de siquiatría suelen autorizarse por cinco a siete días, en los Estados Unidos se autorizan por más tiempo, generalmente dos semanas.

Recalcó, además, que dentro del campo de la psiquiatría, en Estados Unidos se suelen formar grupos de trabajo que laboran en equipo, compuestos por enfermeras con un grado en psiquiatría que pueden hasta recetar, psicólogos y trabajadores sociales.

“El trabajo es más fácil porque se diluye”, sostuvo.

De acuerdo con Sánchez, a nivel salarial el entrenamiento médico en Puerto Rico y Estados Unidos es más o menos igual. Mientras en Puerto Rico es de $34,000 al año (exento de contribuciones), en Estados Unidos es de $67,000, pero restando las contribuciones el saldo final es de $40,000 al año.

A pesar de los beneficios laborales que disfruta, Sánchez comentó, no obstante, que extraña a Puerto Rico y su cultura.

“Después que te graduas las ofertas acá son de $210,000 a $300,000 al año, más otros incentivos. Son bien atractivas. Si lo mismo pasara en Puerto Rico, preferiría estar allá”, lamentó.

Según explicó, anualmente en el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico hay seis estudiantes de medicina entrenando en psiquiatría de adultos.

“Hay seis por año y son cuatro años (de estudio), o sea que hay unos 24 residentes (de psiquiatría) al año”, dijo al comentar que mientras algunos se quedan en Puerto Rico, los que, como ella, optan por una subespecialidad en psiquiatría suelen trasladarse a los Estados Unidos, donde muchos optan por quedarse a trabajar.