Aunque los alimentos parecían haber estado fuera de la discusión del Impuesto de Valor Añadido (IVA) el más reciente borrador de la propuesta Reforma Contributiva ha presentado un cambio de postura que trastoca la industria, perjudicando a los consumidores y comerciantes locales.
AGP Apuesta a Supermercados como en Venezuela?
La exención total de la industria parece estar lejos, lo que se habla es de gravar un alto porcentaje de alimentos que anteriormente no pagaban impuestos, polémica que se suma a una serie de factores externos e internos que van a afectar el precio de los alimentos en los supermercados.
La Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA) levantó la voz de alerta ante los propuestos cambios, los cuales modifican la premisa básica del proyecto de que los alimentos estarían exentos como mecanismo para reducir la regresividad. “Así se establecía en el proyecto original, en todas las promociones, y hasta en el mensaje del gobernador”, sostuvo Manuel Reyes, director ejecutivo de MIDA.
Sostuvo, además, que otra premisa básica del propuesto IVA es que a pesar de imponer un impuesto a los servicios, esto no implicaría un incremento en costos a los comerciantes porque podrían reclamar un crédito de 100% de lo pagado o lo que se conoce como “transparentar”.
Sin embargo, los comercios que venden productos exentos no pueden “transparentar” imponiéndose un costo directo a sus operaciones. En el caso de aquellos que venden productos tributables y no tributables, como es el caso de los supermercados y farmacias, sólo podrán acreditar en la misma proporción de sus ventas tributables. “En su aplicación, esto implica una ventaja competitiva enorme de aquellos comercios con ventas mixtas con mayor proporción de ventas tributables como las megatiendas vs los supermercados y las cadenas de farmacias vs las farmacias de la comunidad. Varias entidades levantamos bandera sobre este asunto durante el proceso de vistas públicas y se nos dijo el tema se atendería porque la política pública no es generar ventajas para unos sectores y mucho menos a los del exterior”.
Específicamente, el proyecto limita a aquellos comercios que venden algún producto exento, a que sólo podrán reclamar créditos por servicios y rentas comerciales en la misma proporción de sus ventas tributables, aun cuando hayan generado ventas contra las que reclamar el crédito. Por tanto, si una farmacia o supermercado vende 20% de productos tributables sólo podrá reclamar 20% de créditos por sus servicios.
Reyes indicó que al evaluar el borrador presentado a los legisladores de mayoría en la Cámara, se percataron que no sólo se mantiene esa desventaja en contra de los supermercados locales y farmacias de la comunidad, sino que además se le impone un IVA de 10% a los alimentos “procesados”, término que nunca se explica en el proyecto a qué alimentos se refieren, pero según el legislador, José Nadal Power, se refiere a aquellos alimentos que están listos para ser fritos o colocados en un horno como serían las pizzas y los productos congelados como los tostones, empanadillas y las comidas congeladas, entre muchos otros productos.
Al proyecto no definir adecuadamente el término, y existir tanta ambigüedad, la industria presumió que se trata de todo producto que no sea fresco. El borrador sí identifica algunos productos básicos que serán gravados. Entre ellos figuran: las hojuelas de maíz o “pop corn”, nueces, avellanas, almendras, pistachos y productos similares, todas las galletas que no sean de soda, las bebidas azucaradas no carbonatadas y las bebidas no alcohólicas, alimentos preparados, incluyendo alimentos congelados que estén total o parcialmente pre-cocinados (incluyendo mantecados y helados) y meriendas rápidas, también conocidas como “snaks Foods”, tipo papitas fritas (“Chips”), tostaditos (“crisps”), “pufs”, “curls” o palitos (“stiks”), tales como papitas, corn chips, bolitas de queso, cheese pufs, potato sticks, bacon strips, cheese curls, pretzels y otras meriendas similares.
Sin embargo, al no precisarse claramente la terminología de procesados presumen que la lista es mucho mayor y el impacto en los consumidores también. Mida identificó otra limitación para la industria. Reconocen que muchos sectores han levantado su voz de alerta sobre el impacto de este impuesto. Pero los alimentos tienen unas particularidades que no pueden olvidarse en esta discusión.
Aparte del asunto de la regresividad que aconseja que los alimentos se mantengan exentos y del hecho que ningún otro producto o servicio se tiene que consumir todos los días por toda la población para la vida misma, algo que distingue la industria de alimentos de cualquier otro sector es que la compra de alimentos está subsidiada por el gobierno federal mediante el Programa de Asistencia Nutricional (PAN).
Este programa representa más de 30% de las compras de alimentos a nivel Isla pero dependiendo de la localidad puede ser mucho mayor. Esto implica que al imponer IVA a ciertos alimentos, los comerciantes tendrán que pagarlo a su suplidor pero no podrán cobrárselo a buena parte de sus clientes que utilizan la tarjeta del PAN dejando a los comerciantes pillados con un crédito.
Por tanto, no podrán transparentar los servicios y tampoco podrán recobrar del todo el IVA de los alimentos que ahora se tributan. “Esto no le ocurre a ningún otro sector y si no fuera por ésto, a los comerciantes les sería transparente como ocurre con el resto de los sectores comerciales. No entendemos las razones del cambio de política pública que perjudica tanto a los comerciantes locales de alimentos como a los consumidores. Todos los contribuyentes deben volver a hacer sus cálculos del impacto de este impuesto ante esta realidad y los comerciantes tendrán que hacer ajustes en sus operaciones”, apuntó el ejecutivo.
De manera paralela, esto ocurre cuando la industria ha estado sintiendo los efectos del cierre de Horizon y los incrementos en costos de los productos. “Exhortamos encarecidamente a la administración y a la legislatura que velen por el bienestar de los consumidores y de los empresarios locales. Debe permitirse “transparentar” los servicios 100% para evitar el aumento en costos y la desventaja competitiva de las empresas locales.
Igualmente, si se decide tributar los alimentos, debe atenderse el problema generado a los comerciantes quienes tendrán que pagar el IVA a sus suplidores pero no podrán cobrarlo a buena parte de sus clientes, Confiamos se cumpla el compromiso sostenido por el presidente de la Cámara y el presidenta de la Comisión de Hacienda, de que antes de aprobarse la medida se nos permitirá evaluarla y expresar nuestros comentarios”.
You must be logged in to post a comment Login