Decepcionado y frustrado. Así se siente el principal oficial ejecutivo de OFG Bancorp (NYSE:OFG), José Rafael Fernández, con la forma en que el gobierno ha manejado la crisis de liquidez que enfrenta y su frustración es tal que señaló que en la actual coyuntura que vive Puerto Rico, debiera haber algún “nivel de liderato” que pueda tomar decisiones, en lugar de que el país sea gobernado por consultores.

Fernández hizo sus comentarios en una conferencia con analistas e inversionistas para discutir los resultados financieros de la matriz de Oriental Bank el viernes.

En la teleconferencia, Fernández se esmeró en destacar que Oriental avanza en temas como margen neto de interés y coste de fondos, aceptó que la refriega política por la reforma contributiva y la posibilidad de un cierre gubernamental ha causado un nivel de “ansiedad” entre comerciantes e individuos que afectará el ya deteriorado ambiente económico en la Isla.

“No es divertido ser banquero en Puerto Rico en estos días”, indicó.

“Estamos decepcionados con la forma en que el gobierno y sus consultores están tratando a los bancos y a los acreedores en general. Creo que, en gran medida, el gobierno de Puerto Rico está siendo administrado por consultores, y tiene que haber algún nivel de liderato en el gobierno para que actúe cuando hay asuntos de liquidez y de tiempo que atender”, sentenció el también presidente de la Asociación de Bancos.

La espina de la AEE

Por primera vez, en los pasados dos años, Oriental cerró un trimestre en negativo. A marzo pasado, Oriental reportó pérdidas netas por $6.5 millones, lo que se tradujo en una pérdida de 14 centavos por acción común.

Específicamente, las pérdidas trimestrales de Oriental fueron consecuencia de la provisión de $24 millones que el banco tomó ante la creciente posibilidad de que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) no pague lo que le debe.

Oriental otorgó a la AEE una línea de crédito por $200 millones para comprar combustible hace poco más de dos años. Esto, como parte de un sindicato de bancos en el que también participa Banco Popular y Scotiabank de Puerto Rico.

Excluyendo la provisión por la línea de crédito a la AEE, Oriental ganó 21 centavos por acción común en el primer trimestre de 2015.

Según Fernández, con todo y la crisis económica, Oriental aumentó sus préstamos comerciales en 2.7%.

De igual forma, el principal oficial financiero de Oriental, Ganesh Kumar, indicó que el cierre de Doral Bank por parte de los reguladores bancarios contribuyó a un aumento de 7.8% en originaciones hipotecarias, así como a un alza de 2.2% en depósitos de individuos.

Por otra parte, Oriental incorporó la metodología Basilea III, que requiere niveles de capital más altos, y la institución concluyó el trimestre con un 12.63% de capital básico.

Dime en qué economía operas…

Sin embargo, en lugar de escudriñar las cifras de Oriental, los analistas que siguen el título bancario en Wall Street estaban interesados en saber la suerte de la AEE, la reforma contributiva y la posibilidad de un cierre gubernamental.

“Claramente, los políticos no están acostumbrados a operar una economía corta de dinero donde se necesitan ingresos más altos y menos gastos de gobierno para estabilizar el paciente”, indicó Fernández al agregar que se trata de “una píldora muy difícil de tragar”.

Si cierra el gobierno será peor que en 2006

A preguntas de los analistas en torno a sus expectativas económicas y con la situación de la reforma contributiva, el banquero indicó que, eventualmente, el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) podrá vender la emisión de bonos con la que allegaría “alguna” liquidez al Gobierno.

No obstante, según Fernández, si el liderato político no logra encontrar terreno común, entonces un cierre gubernamental sería más devastador que en 2006 y ese posible escenario, ya hace mella en la gente, en los negocios y en el mercado, reflejándose en el precio de los bonos y las acciones bancarias.