EL VOCERO / Archivo

Por Máximo Cerame-Vivas

¿Por qué hay tanta gente interesada en el poder? Porque buscan posición de ejercer su voluntad, su influencia. Habría quienes obedecieran sus deseos. El poder es más importante cuando las cosas andan mal. Cuando las cosas andan bien no hay que imponer mucho. A todos nos llega algo. Cuando andan mal es que hay que reclamar más para uno. Hay poco, y tengo que asegurarme que de ese poco algo me toque a mí.

En tiempos malos la caridad sufre. La honestidad también. Los que están en poder pueden desobedecer algunas leyes. Como están en el poder no los van a denunciar, y si los denuncian salen absueltos. ¡Ojo avizor! Ahora es que los que pueden flaquear, flaquean. Ahora es que empezamos el quítate tú pa’ ponerme yo más cerca del pote. ¿Jaibería boricua? Sí . También flaqueza humana.

Ahora es la época de los acuerdos secretos, de que no se lo digas a nadie. No pongas nada por escrito. Los contratos son solamente verbales, y sin testigos. Sácale el cuerpo a los honestos; con ellos no se puede “bregar”. Aquel jefe de agencia, aquel si “brega”. Te digo ‘ahorita’. Tenemos que hablar, pero no hables mucho. Puede que el gobierno no tenga dinero, pero al gobierno siempre hay de donde sacarle.

¿Cómo se las arreglan los que están en el poder para cuando no estén en el poder? Con el guiso. Nos quedan solo dos años para adobar el lechón. Puerto Rico está endeudado hasta la coronilla, pero eso no quiere decir que no haya dinero que busconear. Habrá contratos para remediar la falta de dinero. Habrá contratos para revisar entuertos en las agencias. Habrá contratos para reestructurar lo no reestructurable. Cuando Puerto Rico se vaya a la quiebra, de jure o de facto, habrá contratos para embalsamar el cadáver de nuestro fisco. Habrá contratos para el entierro de Puerto Rico, y las esquelas, y la declaratoria de herederos.

La causa de nuestro debacle es la falta de valores y de principios. A algunos de los que han estado a cargo no les ha importado lo que era tan fácil de pronosticar. El que venga atrás que arree. La falta de valores y principios abunda en los dos partidos dominantes. Abunda en las agencias. Abunda entre los prospectos candidatos a puestos electivos. Es el viejo proverbio de la abundancia de lechuga y la contratación de cabros como vigilantes protectores. Nuestra gente parece que no se responsabilizan por salvaguardar lo que no les pertenece a ellos, pero le pertenece al pueblo. ¿Pueblo who?

No se nos ocurre pensar en un Puerto Rico sin gobierno por falta de chavos. Sin escuelas. Sin policías. Sin transportación pública. Sin hospitales y sin centros médicos. Sin centros de metadona para los adictos. Sin luz, sin refrigeración, sin hielo, sin aire acondicionado, sin ascensores, sin televisión ni radio. Sin cuido en nuestros sistemas de corrección. Sin universidad. Robos y asaltos a tutiplén. Asesinatos por deporte. Ese es el panorama que nos brinda una falta de gobierno, o un “cierre” del gobierno.

Los que puedan, emigrarán a un ritmo mucho mayor que el de la emigración presente. Claro, se van los más solventes y se quedan los insolventes. Son dinámicas poblacionales predecibles. Son disloques en la estructura social del país. Es caos.

Gente, es hora de pensar en servicios voluntarios, ad honorem y sin remuneración. Es hora del servidor mesiánico. Es resucitar la caridad y la sana convivencia, aunque con un poquito de hambre. Es el bajón del primer mundo al tercer mundo.