EL VOCERO/Agustín Santiago

El conocimiento reside en el cúmulo de información. La sabiduría reside en el cúmulo de experiencias.
El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, respondiendo a una entrevista periodística, asevera que el presupuesto sometido para el próximo año fiscal tiene un descuadre en déficit de entre $1,500,000,000 y $1,700,000,000. Esto, para algunos, es un déficit de entre $1.5 y $1.7 billones. Entendíamos que era anticonstitucional someter un presupuesto desbalanceado y en déficit.

Del nuevo presupuesto hay que sacar $655 millones para el servicio de la deuda, lo que significa sacar $655 millones para pago de intereses sin un solo centavo para saldo de la deuda. El responsable de un accidente es la última persona que tuvo la oportunidad de haberlo evitado y no lo hizo. En ese sentido, Alejandro García Padilla es el obligado a pagar los platos rotos aunque no hubiera roto ninguno.

Váyase a un restorán de mediana categoría y tendrá que esperar para que lo acomoden. Verá usted todas las mesas ocupadas por gente “joven”: de veinte tardíos o treintones. Son los “Papi paga” o los “yuppies” que van subiendo en su escala profesional, pero que todavía no saben lo que es un cierre de gobierno, por falta de dinero, por falta de gobierno.

Si dividiéramos el monto de la deuda por el número de habitantes, $167,460,000,000 dividido por 3,725,789, resultaría que cada uno de nosotros, “man, woman or child”, debe la friolera de $44,946.18. Redondee a $45,000 per cápita si se le hace más cómodo. Esta es una deuda impagable.

Ante una deuda impagable del gobierno, que no le ha sabido cobrar a deudores del propio gobierno por no saber ejercer sus poderes de gobierno, la alternativa inevitable es cerrar el país y ponerle un crespón negro en la entrada. Pero les puedo garantizar que surgirán buscones para hacerse de dinero aun en la debacle. En el “dug out” ya están prestos y preparados los que mercadean préstamos nuevos para el gobierno, a niveles de intereses de usura, para darle “liquidez” al país para que su inevitable muerte esté mejor liquidada.

¡Gente, “c’mon”, la deuda no se paga con más deuda! La deuda del gobierno solo se paga eliminando gobierno. Al comienzo del próximo año fiscal, en julio primero, el gobierno estará en precario. Lo primero a eliminar será todo aquello que no sea prioridad indispensable: las artes, la cultura, la educación superior, la recreación y el deporte. Adiós Instituto de Cultura, talleres de arte, música y teatro, adiós fragmentos y porciones de la UPR, adiós deporte y talleres de cuica.

Luego se deberá ir todo lo que esté superinflado y desatendido por la gestión sindical: el exceso laboral en PREPA (UTIER), en la AAA, y las guaguas. Luego cesará todo el calentamiento global y vendrá la era de la congelación: toda plaza vacante quedará congelada y no se nombrará remplazo. Desaparecerá el “cachete” o todo lo que sea gratis. Perecerá el mantengo local, aunque perdurará el mantengo federal. Sin mantengo copiaremos el “looting” de los Estados Unidos y habrá más robo y vandalismo. ¡Ah, pero con menos policías! ¡Sálvese quien pueda! Pero para qué dañarles más el día con la lista de esquelas de país.

Si en Puerto Rico hubiera líderes “Alpha”, ahora es el momento de salvar la población desinteresadamente. Con caridad, cordura y sensatez. Como a veces hacíamos antes. Por aquello de prójimo y patria. Prójimo es el que está próximo a mí, que sufre y padece. Patria es el territorio o espacio que ocupo. Es un concepto filosófico más que un lugar específico. Pero reclama.