Ante la merma en el poder adquisitivo, la contracción en el ingreso familiar, el ingreso personal no disponible y un gasto de consumo que excede el ingreso de las personas, el ahorro se ha esfumado desarrollándose una cultura de falta de ahorro, donde en la pasada década se ha visto un alza en la deuda de los consumidores de un 16%, equivalente a $3,061 millones adicionales.
Para el 2005, la deuda privada de los consumidores ascendía a $19,724 millones y para el 2014 esa cifra se disparó hasta $22,785 millones, no empece los consumidores están más cautelosos a la hora de optar por tomar prestado, al igual que la banca que está más meticulosa a la hora de prestar.
Para el economista Gustavo Vélez esta tendencia alcista en el desahorro responde a la inexistencia de dinero disponible personal, lo que se traduce en menos capacidad para poder ahorrar. “El dinero que hoy existe es para el consumo personal inmediato, para cumplir las necesidades básicas y lamentablemente no está dando. Los ingresos familiares se han reducido marcadamente, muchos han perdido sus empleos o han visto reducirse sus jornadas laborales. Otros tantos salen diariamente a trabajar pero el alza en los gastos ordinarios han limitado marcadamente el ingreso disponible para poder ahorrar”, expresó.
Vélez agregó que “por la pasada década solo en tres años la tasa de ahorro familiar ha registrado alzas, los restantes siete años, siendo los pasados tres de manera consecutiva, se han situado en terreno negativo y entendemos que el 2015 no es la excepción”.
Fue enfático al decir que aunque el consumo ha disminuido, siempre la gente tiene que comprar, lo que complica el cuadro económico de cara a un alza en el Impuesto de Ventas y Uso (IVU) de un 4.5%, que entra en vigor hoy, lo que aporta a una reducción mayor en el ahorro, porque reduce el dinero disponible.
Durante el año fiscal 2014, la tasa de ahorro familiar alcanzó un -1.4%, versus -0.6% en el 2013. Según datos oficiales del Gobierno, la tasa de ahorro fue negativa entre los años 2004 y 2008. La tasa cayó a -4.9% en el 2006, y volvió a caer a -4.4% en el 2007, los niveles más bajos desde la década de los 80, regresando a sus niveles positivos en el 2009.
Según un análisis realizado por el portal de informaciones financieras, Sin Comillas, las familias puertorriqueñas fueron capaces de reservar 1.8% de su ingreso disponible en el 2009, un porcentaje que parece ser bajo, pero que es el mayor en una década. En el 2010, la tasa de ahorro fue de 0.6% y subió a 1.0% en el 2011. En los últimos tres años, la tasa de ahorro ha vuelto a ser negativa: -1.7% en el 2012; -0.6% en el 2013 y -1.4% en el 2014. El resultado se debe a que mientras los ingresos han crecido 1.6%, los gastos lo han hecho a un ritmo de 2.4%. En los últimos cinco años los ingresos crecieron un 2.1%, mientras los gastos subieron 5.4%.
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