Carlos Rivera Giusti / EL VOCERO

Por: José Aponte Hernández, representante del PNP

José Aponte Carro no merece ser confirmado como Secretario en propiedad del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) por este ser un “pésimo” administrador de los recursos públicos, entre otras cosas.

No podemos olvidar que bajo el interinato de Aponte Carro la nómina del DCR se disparó a niveles no antes visto. Durante su incumbencia se otorgaron, por lo menos, unos 140 ascensos de puesto lo que conllevan un aumento promedio de aproximadamente $400 mensual para cada uno. Esa irresponsable movida representó un incremento de sobre $672,000 al año en la nómina de dicha dependencia.

Este descontrol se suma al caos que vive Corrección y Rehabilitación desde el 2013 y el cual ha propiciado múltiples fugas de reos debido al deterioro del sistema de seguridad interno. Esto, además de varias quejas por parte de empleados del propio Departamento sobre la friolera de nombramientos puramente políticos.

El nominado tiene un bien documentado récord de hacer movidas de personal exclusivamente por razones político partidista, en adición a eso tiene varias querellas ante la Oficina de Ética Gubernamental por asuntos laborales.

Aponte Carro todavía les debe dinero y compensación a muchos de los cadetes que fueron nombrados por la pasada administración. Entendemos que esa deuda sobrepasa los $3,000 a cada uno en liquidación de paga. Sin embargo, el Secretario Interino, el cual no sabemos si tiene la facultad en ley para realizar nombramientos, decidió no pagarles y usar ese dinero para favorecer a ciertas personas afiliadas al partido de gobierno. Esa es la realidad. Mientras no le cumple a quienes les debe, demuestra el descontrol administrativo cuando tiene cerca de 10 vehículos asignados a su propia oficina.

A esto se añade la controversia que el funcionario desató cuando “premió” con el nombramiento de Teniente Coronel a David Cruz, quien había sido degradado de rango por el pasado secretario, José Negrón, luego que se supiera que este estuvo involucrado en un accidente de tránsito en un vehículo oficial y además le robaron su arma de reglamento. Aponte Carro hizo esto a pesar de que había una investigación de la Oficina de Ética Gubernamental por este incidente.

Obviamente aquí hay un matiz político. Se dice que Cruz es uno de los recaudadores de fondos más importantes del Partido Popular Democrático dentro del DCR y que fue por eso que Aponte Carro decidió restituirlo a su puesto. Este es un secretario que antepone sus intereses políticos antes del bienestar de la agencia que dirige.

Irónicamente, mientras el nominado gasta a diestras y siniestras por un lado, por el otro decidió cancelar el programa de rehabilitación de confinados desarrollado por el púgil puertorriqueño Víctor ‘Luvy’ Callejas, el cual había demostrado resultados positivos.