Por: Carlos Romero Barceló, exgobernador de Puerto Rico
¿Cómo hemos llegado a la crisis económica en la que nos encontramos?
¿Por qué tenemos una deuda que el Gobernador García Padilla ha dicho públicamente que es “impagable”?
Para comenzar, la realidad es que la deuda no es impagable, la deuda si se puede pagar, pero el Gobernador ha admitido públicamente que él no sabe como podría pagarla.
Sí. Se puede pagar. Pero requiere la voluntad de querer y poder tomar medidas que para él y sus asesores no pueden realizarse. ¿Cuáles son esas medidas?
Primero: Tenemos que reducir el presupuesto de gastos del gobierno en un 10%. La reducción tiene que hacerse en todos los departamentos y agencias de gobierno, sin excepción. Luego tenemos que analizar si hace falta reducir más. Y hacerlo, de ser necesario, en años subsiguientes. En el proceso, todo presupuesto de ahora en adelante debe comenzarse en cero y de ahí partir a establecer las prioridades. El total del presupuesto no puede exceder de un 90% del total del presupuesto del año en curso.
La Gobernadora Sila Calderón aumentó la deuda un 120% de lo que aumentó el Producto Interno Bruto durante su administración. Acevedo Vilá aumentó la deuda en 180% de lo que aumentó el Producto Interno Bruto en sus 4 años. Sila/AAV Multiplicaron la Deuda de Puerto Rico Sin Obras – de $27 Billones a $69 Billones Sin Obras – Los Mayores Por Mucho Culpables del Desastre
La deuda del gobierno no debe exceder la cantidad equivalente a un 60% del Producto Interno Bruto. Todos los gobernadores desde Hernández Colón al presente, excepto Carlos Romero Barceló, han aumentado la deuda en cantidades mayores al 60% del Producto Interno Bruto. La Gobernadora Sila Calderón aumentó la deuda un 120% de lo que aumentó el Producto Interno Bruto durante su administración. Acevedo Vilá aumentó la deuda en 180% de lo que aumentó el Producto Interno Bruto en sus 4 años.
Segundo: Los gobiernos se establecen para servirle al pueblo, no para agobiarlo con servicios deficientes y oprimirlo con impuestos de consumo como actualmente se hace. El gobierno tiene que aumentar sus recaudos para poder pagar la deuda, pero no puede hacerlo imponiendo y aumentando los impuestos de consumo a niveles que afectan negativamente a la economía como ha hecho esta administración con el IVU y el IVA. Mientras más se aumentan los impuestos de consumo, más difícil se hace la recuperación.
El modelo económico de Puerto Rico que propicia y pretende estimular el desarrollo económico de Puerto Rico mediante la concesión de créditos contributivos sobre ingresos a las empresas foráneas y más recientemente también a los multimillonarios que vienen a Puerto Rico, adquieren residencia en Puerto Rico e invierten en Puerto Rico, está obsoleto y no está dando resultado. ¿Y por qué no está dando resultado? Porque el modelo de desarrollo favorece únicamente a los que tienen ingresos de millones y de miles de millones de dólares, mientras se le imponen y se le aumentan los tributos de consumo cada día más a la clase media, a los trabajadores, a los empleados públicos, a los retirados y a los pobres. Los que menos ingresos tienen, pagan los mismos impuestos por lo que compran, que lo que pagan los multimillonarios. El sistema actual es un sistema regresivo e injusto.
Hay que cambiar el modelo económico. Tenemos que reducir los impuestos de consumo, ya sea el IVU o el IVA, e imponerle y cobrarle contribuciones a los que pueden pagar; o sea, a las empresas foráneas de manufactura a las que le debemos cobrar no menos de 12% en contribuciones sobre ingresos. Con ese ingreso adicional el gobierno recaudaría de $3,000 a $4,000 millones más de lo que está recaudando ahora. Se eliminarían además, todos los créditos contributivos a los que vienen de afuera a invertir en Puerto Rico y le limitaríamos los créditos a no más de un 50% de sus ingresos, pero sujetos a la suma total de la nómina de los empleos creados.
AGP está Irracional – ha Desmantelado las estructuras Gubernamentales porque su estrateguia ha sido igual a la Chavista Comunistoide Ant-USA.
Con los recaudos adicionales a las empresas foráneas y a los multimillonarios se podrán reducir considerablemente los impuestos de consumo, lo cual aliviaría sustancialmente la carga contributiva que se le ha impuesto a la clase media, a los empleados públicos y privados, a los retirados y a los pobres, y se estimularía la actividad económica en general. Además el gobierno tendrá más dinero disponible para bregar con la deuda gubernamental y podríamos comenzar a capitalizar el sistema de retiro de los empleados públicos.
Si se hubieran tomado las medidas, que aquí se recomiendan, desde el primer año fiscal de esta Administración, 2013-2014, la crisis económica por la que estamos atravesando hoy, no sería tan seria como es y ya hubiéramos comenzando a recuperar económicamente.
Pero, no puede haber duda alguna hoy en día, que la mejor y única solución permanente a nuestra crisis es lograr la igualdad, tanto política como económica, cuando logremos convertirnos en estado de la unión.
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