La historia de la política puertorriqueña está atada a la música. Durante décadas, los partidos políticos y sus candidatos han utilizado piezas musicales durante sus campañas políticas para mover la pasión del electorado.

De esta forma, los llamados “ingles”  ya son parte tradición política boricua; siendo considerados por los conocedores,  como un elemento emocional que le da dinamismo a las campañas políticas. Son producciones emocionales que buscan generar sentimientos positivos de los electores que los persuadan a darles su voto. Algunos han  sido tan eficaces que se han mantenido en la memoria política colectiva. A continuación, algunos de los más recordados:

Jalda Arriba: Esta frase inevitablemente rememora la pieza musical escrita en 1942 por el cantante y compositor Johnny Rodríguez que dio como regalo al Partido Popular Democrático su partitura y desde entonces se ha convertido en una especie de himno para los seguidores de la pava.

Himno de la Vergüenza: Es otro himno tradicional del Partido Popular Democrático. Su letra se ha convertido en una especie de consigna de “vergüenza contra dinero” como uno de los principios bajo el cual se estableció la colectividad.

Rafael, Rafael: Puerto Rico cree en él: Fue utilizado en la campaña política del Partido Popular Democrático en los ’80 en la que Rafael Hernández Colón, entonces candidato a la gobernación abrazó el mensaje de “Rafael en la Ruta de la Victoria”, y el jingle “Rafael, Puerto Rico cree en él”, hasta lograr la victoria en el 1984.

 Esto tiene que cambiar: El ponceño Luis A. Ferré resultó electo Gobernador en 1968 y su mandato duró hasta 1972. Se presentó como un agente de cambio bajo el lema de «Esto tiene que cambiar».  La letra, coreada por niños todavía hoy, es uno de los jingles de campaña más recordados de la historia política puertorriqueña.

La Macarena: La música jugó un papel fundamental en las actividades políticas del Partido Nuevo Progresista nbajo la presidencia de Pedro Rosselló. Cual si fueran un espectáculo histriónico, sus comparecencias públicas, aún aquellas oficiales, estuvieron enmarcadas en destacar su figura con simbologías y lemas repetitivos. La melodía del grupo Los del Río, en la década de los ’90 se convirtió en su carta de presentación, en la que luego de escuchar a coro al público “Baila, Pedro Baila”, Rosselló González se contoneaba al ritmo de la pegajosa y singular  coreografía.

Vamos al encuentro Carlos Romero Barceló:

Himno del PNP: Evoca a los miembros del Partido Nuevo Progresista su ideal de la estadidad. Es pieza fundamental  de las actividades de esta colectividad.

Héctor Luis, Héctor Luis… Tengo un voto para tí: Esta pegajosa salsa junto a la frase “Vamos pa’ encima” mantienen vivo el recuerdo de la campaña de Héctor Luis Acevedo a la alcaldía de San Juan por el Partido Popular Democrático en el 1988.

Alborada: Es uno de “jingles” más emotivos. Utilizado por el Partido Independentista Puertorriqueño en su campaña a la gobernación de Rubén Berríos Martínez en 1976.

Verde Luz: El niño y la Chiringa: Esta  versión de la pieza musical de la autoría de Antonio Cabán Vale “El Topo”, en la voz de José Feliciano fue utilizada por el Partido Independentista Puertorriqueño en  el mensaje para la campaña en el 2004; mientras se aprecian en el anuncio imágenes patrióticas de un niño volando una chiringa hecha de la bandera de Puerto Rico  y de las luchas por la salida de la Marina de Culebra y luego Vieques.