El suspendido alcalde de Guayanilla, Edgardo Arlequín Vélez, fue encontrado culpable por cargos de acoso sexual y violación a la Ley de Ética Gubernamental.
Anteriormente, el Panel sobre el FEI informó que de resultar culpable el alcalde de esta violación, relacionada con usar el cargo para beneficio personal se expone a una pena de cuatro años sin derecho a probatoria.
El licenciado Guillermo Garau del FEI atendía este caso y el licenciado Ramón Mendoza, como fiscal delegado.
Garau confirmó a EL VOCERO que al momento de dictar sentencia la víctima fue amenazada por los presentes en sala.
“Sí, por lo menos cuando nos fuimos ya lo iban a ingresar. Tuvo que ser escoltada (la víctima ) por la Policía. Cuando dictaron la sentencian comenzaron a amenazar la víctima”, dijo el licenciado.
El alcalde fue ingresado a prisión tras dictarle una sentencia concurrente de cuatro años y seis meses.
“Él renunció a los términos. El abogado anunció que mañana que apelaría la decisión y luego presentará una moción de fianza en apelación”, explicó el licenciado.
Además, explicó que el acusado fue encontrado culpable por violar el Artículo 4.2 de la Ley de Ética Gubernamental y por violar el Artículo 135 del Código Penal.
Arlequín Vélez fue acusado por cometer conducta impropia contra una empleada municipal en junio de 2013.
Dicha investigación inició luego que la perjudicada se querelló contra el dirigente municipal en la División de Delitos Sexuales de Ponce el pasado 18 de julio.
Alegadamente, Arlequín Vélez dirigió palabras impropias, con alto contenido sexual y no deseado contra la mujer relacionadas a un tatuaje. En ese momento el alcalde pretendió mantener en contra de su voluntad a la perjudicada en su oficina, al cerrar la puerta con seguro.
Asimismo, la empleada municipal indicó que en ocasiones posteriores el alcalde continuó con su conducta impropia al hacer comentarios de índole sexual, inclusive en la presencia de sus hijos.
Como resultado de estos hechos, compañeros de trabajo de la dama han indicado bajo juramento que desde los incidentes esta se ha tornado triste, nerviosa y con falta de concentración.
Tras verse afectada en su aspecto laboral y emocional, la mujer recibió tratamiento privado y en la Corporación del Fondo del Seguro del Estado (CFSE).
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