La exgobernadora Sila María Calderón afirmó hoy, jueves, que la crisis fiscal mantiene al pueblo, “para todos los efectos, en una guerra», por lo que se requiere valentía y optimismo para echar hacia adelante.

Para responder a esta difícil situación, Calderón propuso crear una alianza multisectorial para impulsar el desarrollo del País.

CALDERÓN PIDE ANTE LA CRISIS «DEJAR EL PARTIDISMO AL LADO»

“Yo hoy quiero exhortar al sector privado, al sector corporativo, al sector empresarial y a las instituciones sin fines de lucro, que nos unamos a ser más fuertes y para poder llevar a cabo un esfuerzo que, al ser conjunto, nos lleva a ser más fuerte. O sea, los convoco a aliarnos y unirnos, a dejar el partidismo a un lado. Es importante esto, porque nosotros juntos podemos ayudar a mitigar los resultados que la crisis fiscal está teniendo en nuestra economía”, afirmó la exgobernadora durante una conferencia de prensa realizada en la Fundación Banco Popular, en Hato Rey.

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Al aceptar que desconoce aún cómo configurar esa “fuerza puertorriqueña” que propone, dijo que lo que desea es que este grupo trabaje «para sobreponernos, para dentro de la tristeza, sacar dentro del alma optimismo para reconstruir a Puerto Rico».

“Sin unidad de propósito es imposible transformar este País”, sentenció.

Al hacer su llamado, Calderón recordó que la unidad fue la que salvó a muchos países de peores crisis que la que atraviesa Puerto Rico. Como ejemplo, mencionó situaciones como los campos de concentración, las dictaduras y las guerras.

Asimismo, la exgobernadora se expresó en contra de la propuesta junta federal de control fiscal, porque a su juicio atenta contra la democracia.

“Dicha junta, para tener validez, tendría que ser refrendada por nuestro pueblo, tener representatividad puertorriqueña justa y establecer un orden para que las negociaciones con los acreedores puedan continuar”, dijo.

También abogó por que el Congreso conceda incentivos económicos a Puerto Rico y paridad en los fondos federales para el área de salud.

Calderón, del mismo modo, apoyó el proceso de negociación que dirige el gobierno con los acreedores.

«Nuestros acreedores o bonistas son entidades o personas, muchas de ellas puertorriqueñas, como nosotros, que prestaron su dinero cuando nuestro País lo necesitó para hacer obra pública. Se debe continuar negociando de buena fe con ellos», acotó.

Según la exgobernadora, «es imprescindible que se mantenga la protección constitucional de las obligaciones generales de Puerto Rico; segundo, que el gobierno configure un plan de desarrollo económico, tomando en cuenta las circunstancias actuales, y tercero, que las ejecutorias publicas nos lleven a recuperar la confianza de los mercados, de modo que podamos accederlos nuevamente”.

“Para Puerto Rico esto es vital”, puntualizó al abordar temas sobre la situación de la Isla en la rueda de prensa convocada para para exponer los logros del Centro para Puerto Rico, entidad que dirige y tiene su sede en Río Piedras.