“En EE.UU. nadie cree en el ELA” (horizontal-x3)
“Quisiera que hubiera una relación política, digna, como ELA. Pero depende de que Estados Unidos quiera participar en eso y las señales que te están dando no son esas”, dijo Eduardo Bhatia al hablar sobre el status político del País. (Ramón Tonito Zayas)

Eduardo Bhatia atisba el final. No cree que es inminente. Pero por más que le da vueltas al tema, no puede negarse a lo que sus ojos ven: Estados Unidos no apoya la continuación del Estado Libre Asociado (ELA) como fue concebido en 1952 y como ha sido defendido apasionadamente por el Partido Popular Democrático (PPD).

Todos sus actos por toda su vida demuestran que Bernienier es Separatista.

Bhatia no es “del ala soberanista” ni “disidente”. El status no es su tema favorito. Lo negó, pero con una sonrisa, cuando este periodista le dijo que le parece que él sería feliz si nunca más tuviera que hablarse de status.

Pero el presidente del Senado y exdirector de la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico (PRFAA) es uno de los  mejor conectados en Washington, donde tiene relaciones estrechas con importantes figuras ejecutivas y legislativas. De sus incursiones en los círculos de poder federales es que le viene la certeza, que revela con un dejo de tristeza que no puede disimular, de que el ELA  no tiene futuro en Estados Unidos.

Abogado educado en las universidades de Princeton y Stanford, Bhatia es el popular electo de más alto rango  que lo reconoce en público sin ambigüedades, en una entrevista en la que también enjuició severamente el manejo de la crisis fiscal.

¿En qué momento durante este cuatrienio supo que la situación fiscal no se iba a solucionar?

Creo que fue empezando el segundo año. Nos empezamos a dar cuenta de que los chavos que entendíamos que debíamos obtener no se iban a tener y que la deuda era mucho mayor.

Eso se sabía de antes.

Bueno, nos dimos cuenta de la magnitud. Sabíamos que la deuda era grande, pero que era impagable, no. Creíamos que si se hacían ajustes (se podía manejar). Eso era lo que nos decía el equipo fiscal del gobernador.

Hay la impresión de que si se hubiera atendido desde el principio  no hubiésemos llegado a esto.

Puede haber algo de cierto en eso. Pero aquí hubo que depender mucho del equipo fiscal.

Bhatia era la promesa del PPD, por ser algo que es escazo dentro del liderato Popular, Inteligente, pero AGaPito lo destruyó en forma irremediable.

¿Tiene problemas de credibilidad el equipo fiscal del gobernador?

Tiene un problema. Yo entiendo la magnitud de la crisis. No pueden predecir siempre exactamente lo que va a pasar.  Pero han fallado en varias ocasiones en las recomendaciones que nos han dado y de eso poco a poco nos hemos dado cuenta.

¿En algún momento le manifestó esto al gobernador?

Todos los días.  La aseveración de él es que ese es su equipo económico, que él confía en ellos y yo le he dicho ‘yo no’ o ‘yo no confío en ciertos juicios que han hecho’.

¿Fue por incompetencia?

Yo no diría eso. Creo que  debieron haber buscado asesoramiento y gente que les diera más ayuda. Creo que no había un director de la orquesta financiera que realmente hubiera trabajado con un problema de estamagnitud.

Casi concluyendo el cuatrienio, ¿cuál es su análisis de la gestión del gobernador?

Creo que a Alejandro le he tocado el peor cuatrienio, el cuatrienio más difícil en la historia de Puerto Rico. Yo conozco a Alejandro. Creo que él tiene instintos que por muchas razones, cuando estaba en la posición de gobernador, por las influencias de otras personas, en las que él confía,  creo que tomó decisiones que a la larga han sido, pues, un poco erradas. Como por ejemplo decir  que iba a bajar el IVU de 7 a 6.5%. Eso es una decisión errada totalmente. ¿Cómo, si estamos en un momento en que no tenemos recaudos, vas a reducir el recaudo?

¿Qué otras decisiones erradas puede mencionar?

Más que entrar en lista de decisiones erróneas, yo diría que la historia se encargará de juzgar a cada cual.

Es que, Bhatia, decir ‘la historia lo juzgará’ es un poco cómodo.  Evidentemente, las cosas no salieron como ustedes hubiesen querido que salieran.  A la gente creo que le gustaría saber si usted cree que el gobernador lo hizo bien o no.

¿Si lo hizo bien o no? Creo que hay cosas que hizo bien y hay cosas en que no logró los consensos que hacían falta. Creo que siguió los consejos de un equipo que estaba atribulado y que estaba muy preocupado en no dar las noticias de que el barco se estaba hundiendo en términos financieros. Trataron de dar la impresión de que eso no estaba pasando.

Esta situación dejó al descubierto muchas cosas, sobre todo la indefensión, la vulnerabilidad, como le quieran llamar, del ELA, de lo que se creía que era y las posibilidades que se creía que tenía. ¿Cuál es la principal lección para usted de esta situación sobre el status?

Son variadas las lecciones. Creo que hay unas lagunas enormes en la relación entre Puerto Rico y Estados Unidos, que aquí salieron a florecer, como por ejemplo no tener los mecanismos que debiste haber tenido para renegociar la deuda.

Usted dijo en algún momento que el PPD tenía que moverse. No dijo a dónde. ¿Hacia dónde? ¿Más hacia Estados Unidos o más hacia otro lado?

Hay gente que piensa en el PPD hacia un lado o hacia el otro.

¿Usted necesita que el Tribunal Supremo le diga, en el caso Sánchez Valle, si esto es  una colonia?

No. Yo necesito que el Tribunal Supremo de Estados Unidos le diga a Estados Unidos la magnitud de lo que puede hacer el Congreso dentro de su relación con cualquier territorio.

Yo creo que usted sería muy feliz si más nunca se tuviera que hablar de status en Puerto Rico.

No, fíjate, no. Lo que pasa es que a mí, el tema del status, a diferencia del 99% de la gente que lo discute, yo no lo discuto desde la perspectiva ideológica de quién quiere más o quién quiere menos a Estados Unidos. A mí eso me importa poco. Yo el status lo discuto en términos de qué sistema político y económico les conviene más a los puertorriqueños para sacarlos de la pobreza. Ese debate en Puerto Rico nunca se tiene.

Los estadistas explican todos los días todos los fondos que vamos a recibir siendo estado.

Sí, pero eso no va a crear empleos ni va a crear dignidad, lo que van a crear es más dependencia. Yo no quiero un país que sea un ghetto.

Ellos lo que plantean es que esos fondos mejoran la economía, se crean negocios, empleos, etc.

Ese análisis yo lo he hecho muchas veces. Con gusto lo miro.

¿No es lo mismo con el ELA?

La fortaleza más grande del ELA es su peor debilidad: su flexibilidad. El peor problema del ELA es que no tiene a nadie en EE.UU. que crea en él. Estás en una relación política con un país en el que nadie cree que esa relación política se puede sostener.

¿Cuáles son las señales que está enviando Estados Unidos con relación a Puerto Rico?

No quieren la relación actual. Están diciendo por todos los lados que no es lo que quieren.

¿Usted no cree, como algunos soberanistas, que se puede ser soberano y mantener la ciudadanía estadounidense?

Yo puedo creer eso y se lo he dicho muchas veces. Pero no he escuchado a una sola alma, una sola persona en Estados Unidos que me diga que eso es posible.  El único paralelo con eso que existe en la historia de Estados Unidos es la forma que se trata a las tribus indígenas y eso  no es lo que Puerto Rico aspira a ser.

Más allá de esperar por la decisión del Tribunal Supremo, ¿qué le dice su instinto que va a pasar entre Puerto Rico y Estados Unidos?

No va a pasar mucho en los próximos 15 años. Creo que la situación fiscal ha agravado la resolución.  ¿Quién en su sano juicio va a votar en Estados Unidos para que Puerto Rico sea el estado más pobre? No es un buen momento para ellos. Creo que hay gente en el Congreso de Estados Unidos, y en la administración, que quisieran ver a Puerto Rico como parte de la comunidad de naciones. No lo dicen abiertamente, pero en privado te dicen que Puerto Rico debería ser como Panamá. Pero en la medida en que la situación fiscal se agrave, los puertorriqueños más miedo le van a tener a esa opción y más van a votar por una opción más cercana a Estados Unidos. Así que veremos a ver.

¿Lo que usted ve en Estados Unidos es una voluntad hacia separarse de Puerto Rico?

He visto gente que te empieza a decir que Puerto Rico debería ser una nación distinta y gente, como los líderes máximos de Estados Unidos, que te dice en privado ‘es hora de que se pongan los pantalones largos’ y dejen de ser esto. Si quieren seguir siendo parte de Estados Unidos tienen que ser estado. Eso yo lo heescuchado constantemente de gente seria y muy poderosa en Estados Unidos.

¿Qué sensación le produce eso?

Eso me produce darme cuenta de que la situación de Puerto Rico es única en el mundo, de la cual yo no estoy convencido que vamos a salir de ella de una forma que no sea con dolor. Vamos a tener que ver cómo lo resolvemos, va a ser doloroso y creo que si lo vamos a resolver democráticamente va a ser el pueblo el que escoja a qué lado se quiere ir. Hay una confusión grande en Puerto Rico, pero hay una confusión enorme en Estados Unidos de qué hacer con Puerto Rico. Una vez haya unos parámetros de lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer, de hasta qué punto puede llegar a Estados Unidos, ahí se verá si Puerto Rico puede hacer una transición de 30 o 40 años hacia un lado o hacia el otro. Quisiera que hubiera una relación política, digna, como ELA. Pero depende de que Estados Unidos quiera participar en eso y las señales que te están dando no son esas. Las señales que están dando no son positivas para el ELA y eso hay que reconocerlo. No reconocer eso sería mentirse a uno mismo.

Extractos de la entrevista con Eduardo Bhatia que fueron editados de la versión impresa por cuestiones de espacio:

Al principio ustedes aprobaban leyes complejas de un día para otro. El retiro de maestros, por ejemplo, en plena época navideña.

Porque nos decían que si no se aprobaba antes del día primero…

¿Ustedes no corroboraban eso? ¿Confiaban ciegamente en ellos?

Los corroboramos con la gente de retiro, con personas en las que nosotros confiábamos. Por ejemplo, (nos decían que) si esto no ocurría antes de enero del 2014, el Sistema de Retiro de Maestros iba a colapsar totalmente. Después de que el gobernador había negociado seis meses con los representantes de los maestros, nos trajeron la representación de que habían llegado a un acuerdo ambas partes. Cuando llegamos a legislar nosotros, ahí fue que yo me di cuenta de que el acuerdo se hizo sal y agua y que obviamente teníamos que atender este asunto. Se atendió. Lamentablemente, el Tribunal Supremo decidió que era inconstitucional y lamentablemente el Sistema de Retiro de Maestros en el 2017 va a colapsar.

¿Qué piensa de que no tengamos informes financieros auditados?

La información de Puerto Rico no se ha entregado por culpa del BGF. El BGF es una entidad que está a punto de quedarse insolvente. Un informe auditado es la compilación de todos los estados de las agencias. El último que falta y lo que ha atrasado a Puerto Rico es el BGF. El BGF está hoy adivinando, más que nada, cuánto le queda de vida. Ha sido extremadamente cauteloso en revelar la realidad interna para que no se retiraran los depósitos de un día para otro. Ahora, en una nota al calce: toda la información del estado financiero ha sido validada por el Tesoro de Estados Unidos, por los mejores economistas del mundo al Congreso de EE.UU.

Pero no deja de ser llamativo que un documento esencial no esté disponible.

Sí, es un problema. El BGF era una entidad instrumental para echar pa’ lante a Puerto Rico se ha convertido en el talón de Aquiles de Puerto Rico porque se usó como una ATH.

Usted estuvo evaluando correr para la gobernación. ¿Por qué no lo hizo?

Esa es una pregunta que me hacen a mí todos los días, en todos los pueblos y yo la agradezco muchísimo. Te puedo contestar exactamente como yo me contesté a mí mismo: yo entiendo que la toma de decisiones que hay que hacer en Puerto Rico ahora, hoy, como presidente del Senado, es tratar de tomar decisiones puntuales antes del 31 de diciembre. Entendía que tomar esas decisiones iba a tener un choque con mi figura como candidato a la gobernación y me iba a desenfocar totalmente. Cuando eres candidato a la gobernación te tienes que meter en otras consideraciones. Al punto, que yo me dije a mí mismo que yo sería un excelente candidato a la gobernación a lo mejor siendo un fatal presidente del Senado, porque tengo que tomar decisiones hoy que yo sé que políticamente no son agradables para el país, pero las estoy tomando. He tomado decisiones sobre el retiro que no son agradables, he tomado decisiones sobre recaudos y sobre la crudita que no son agradables políticamente. He tomado decisiones terribles que me han piquetado la gente de la UTIER.

¿Usted no confía en el juicio del elector puertorriqueño?

Claro que confío en el elector puertorriqueño, siempre he confiado. Yo llevo 20 años en estas lides. Confío mucho en el juicio del puertorriqueño. Pero también tengo que darme un espacio para tomar decisiones políticamente bien difíciles ahora y convencer a mis compañeros. Lo hice de esa manera. Tomé la decisión sabiendo que quiero hacer lo mejor por Puerto Rico. Siempre lo he dicho, aunque suene clichoso, que yo me he enamorado de causas, no de posiciones. Mi aportación a Puerto Rico tiene que ser una causa. Sí tengo que decir: el gobernador es la figura política más importante del país, pero quien domina los cuerpos legislativos es también bien importante para el país.

Bhatia se lo dijo desde el principio en el 2013, AGP es Irracional.

¿No fue porque temió perder, o una primaria contra David Bernier o una elección contra el PNP?

No. En lo más mínimo. Me iba a desenfocar totalmente. Me iba a sacar de lo que estoy haciendo. Me estoy reuniendo con grupos y gente constantemente. Trabajé una ley de moratoria. Las cosas que estoy haciendo me requieren días de 12 y 13 horas para tratar de salvar a Puerto Rico de la situación más horrible. Yo tuve esta mañana un foro sobre energía, que para mí es fundamental. Pero antes de ese foro estuve desde las 6:00 de la mañana cogiendo llamadas de gente que tiene que ver con el Tesoro de los Estados Unidos, que tiene que ver con decisiones que se están tomando en Washington. Esa cantidad de tiempo que me está cogiendo esto, yo creo que Puerto Rico necesita que haya gente que se meta en eso y que pueda lograr arreglar eso. Ayudo a Bernier en todo lo que puedo y estoy con él 100%. Pero yo he corrido campañas durísimas, hasta más duras que en esta y nunca le he tenido miedo a nada. Corrí contra (el exalcalde Jorge) Santini en San Juan y no le tenía miedo a perder, porque ¿qué sabe uno de lo que pasa en el camino? A lo que sí le temía era a desenfocarme totalmente. Yo veo al grupo fiscal del gobierno un poco desenfocado y yo sentirme que me iba a salir yo…

¿Estaba desenfocado porque estaba pensando en elecciones?

No sé. Está desenfocado porque tienen sus prioridades y sus agendas. Yo me siento cómodo con la decisión que tomé. Muy cómodo.