Ante la posibilidad de ir a un plebiscito como el propuesto por la administración del presidente Obama –que contenga opciones de estatus aprobadas por el secretario de Justicia federal, que sean constitucionalmente validas, que estén a tono con las leyes y política pública de la nación y que sea para resolver el problema del estatus– con el propósito de definir un ELA que pudiera reunir esas cualidades para figurar en la papeleta de un plebiscito, en agosto de 2014, Alejandro García Padilla reunió la Junta de Gobierno del Partido Popular Democrático (PPD). En dicha reunión, se nombró un comité compuesto por Rafael Hernández Colón, Héctor Luis Acevedo, Miguel Hernández Agosto y Aníbal Acevedo Vilá. Luego de un año sin rendir informe, salió a relucir que no se había logrado un acuerdo para producir definición alguna. Ahí quedó el plebiscito propuesto por Obama.

Ante ese fracaso, se acordó contratar un experto en derecho constitucional norteamericano para que ayudara a determinar la constitucionalidad de posibles opciones del ELA, particularmente la de un ELA mejorado. Luego de varios meses, el experto rindió un informe que convenientemente nunca se divulgó.

El pasado jueves 9 de junio el Tribunal Supremo federal y el Congreso le propinaron el golpe mortal al ELA en el caso Sánchez Valle declarando a Puerto Rico un territorio no incorporado (colonia), sin soberanía propia sujeto a los poderes plenarios del Congreso. Ese mismo día haciendo uso de esos poderes plenarios, la Cámara de Representantes federal aprobó abrumadoramente el proyecto PROMESA con la Junta de Control Fiscal. Tres días más tarde, el mismo Tribunal Supremo confirmó que Puerto Rico no tenía autoridad para aprobar la ley conocida como la Quiebra Criolla. Ante estos tres demoledores eventos, los líderes populares han tenido que concluir que el ELA ya no es una alternativa de futuro y que el PPD debe reenfocarse y buscar nuevas opciones. El ELA que Muñoz nos vendió, los poderes de la metrópoli lo
mataron. Como dijo Bhatia: “El peor problema que tiene el ELA es que no tiene a nadie en Estados Unidos que crea en él. Al ELA no lo quieren en Washington D.C.”.

Forzado por estos acontecimientos, David Bernier, convocó el pasado viernes a una reunión de la Junta de Gobierno de la colectividad para, supuestamente definir el futuro del ELA.

Luego de cinco horas de reunión la Junta salió sin definir el ELA. Apoyaron impulsar para el año próximo una consulta de status estadidad sí o no, como mecanismo para supuestamente encaminar la discusión sobre el futuro político de Puerto Rico.

Proponer una consulta de estadidad sí o no sin aval congresional para el próximo año es una total pérdida de tiempo. Estaría predicada en que triunfe el PPD en las próximas elecciones y eso es sucio difícil. Implantar una consulta así es colocar la estadidad en una lucha de todos contra uno. Los estadistas no debemos caer en esa trampa. Cualquier consulta futura debe ser entre estadidad o independencia.

Bernier enfatizó que la prioridad para el PPD en estos momentos es mantener la estabilidad política del País y promover la actividad económica. Él sabe que si los populares se definen se dividen y por ahí se le van las elecciones de noviembre. Por consiguiente, la estrategia es continuar en los próximos meses en la indefinición, hablando del estatus con tal ambigüedad que pueda ser cualquier cosa para cualquiera. En fin, hacer del PPD –hasta las elecciones– una mogolla ideológica, un vente tú donde quepa hasta la gata. La excusa para la indefinición será la que siempre ha utilizado el PPD: que hay que concentrarse en resolver la situación fiscal y económica y que el estatus es secundario.

Mientras tanto, Héctor Ferrer declaró que “la reformulación del ELA se fundamentaría en una relación no colonial ni territorial, y que se basaría en la soberanía del pueblo, buscará ampliar al ámbito de gobierno propio de los puertorriqueños, preservar la ciudadanía estadounidense y al mismo tiempo la identidad nacional puertorriqueña, y promoverá desarrollar la presencia internacional de la Isla”. Con esa jeringonza irreal pretenden vendernos la independencia mediante la libre asociación ya que un ELA definido fuera de la cláusula territorial no existe. Fuera de la cláusula territorial solo existen la independencia y la estadidad.

Amigos lectores no se engañen, de triunfar el PPD en noviembre –ante la imposibilidad de una consulta estadidad sí o no con aval congresional– el PPD nos impondría una Asamblea de Estatus amañada en la cual prevalecerá la libre asociación/independencia. El PPD se convertiría de facto en un partido independentista que rápidamente nos llevaría hacia la República Asociada.