La manera que esta administración ha trabajado la gravísima crisis del zika, ha llevado a que cientos de miles de puertorriqueños como yo, nos hayamos contagiado con el virus del zika.

Me imagino hoy a la secretaria leyendo esta columna y riéndose, pues como no nos conocemos, ella continúa sin conocer a alguien que tiene zika. Eso sin contar el “party” que los nenes del “play-yard” tendrán también cuando se enteren.

El sistema implementado por el gobierno de Alejandro en esta crisis es muy similar al que establecieron con el chikungunya. La idea es controlar las estadísticas para que no se reflejen la gravedad del asunto.

¿Cómo lo hacen? Simple y sencillamente con burocracia.

A diferencia de cualquier otra enfermedad, tú no puedes ir a un laboratorio y hacerte un examen y ya. Si decides tomar la vía no burocrática, te cuesta $200 el examencito que solo lo hace un laboratorio privado, que es quien también le hace los dopajes al gobierno. Así que claramente se ve que te presentan una opción privada, rápida y segura, pero te meten una pared con los 200 dolaritos.

En adición, tu médico te tiene que llenar un formulario burocrático para que se lo entregues al laboratorio y ellos a Salud, quien se tarda no menos de dos meses en darte el resultado del examen. Obviamente ni tu médico ni tú van a esperar dos meses para un diagnóstico, así que el tratamiento comienza a base de los síntomas que muestras.

O sea, que los resultados que la secretaria de Salud dio ayer, son de hace dos meses atrás.

Los médicos te recetan a base de los síntomas, que son; salpullido en todo el cuerpo (a algunos le pica a otros no), los ojos como si tuvieras conjuntivitis y el cuerpo con dolor. Más algo de fiebre.

Honestamente y comparado con el chikungunya, el zika no es tan malo. Al menos el que me dio a mí, que es sin picor.

Pero si te da el temido Guillain-Barré, ahí sí que te jorobaste. Puedes estar afectado y encamado por muchos meses. Y, aunque la secretaria de Salud no quiera reconocer la muerte que hubo en un hospital del área metropolitana de esta temible enfermedad, sí ocurrió y el individuo no estaba viejito como ella comenta.

La excusa de los viejitos en esta secretaria es eterna, la viene utilizando desde que dejó morir a 33 en Carolina y cada vez que se le muere alguien se lo achacan a la edad y/o a otras condiciones. Como no tenemos acceso a esa información, pues su débil y mal acreditada palabra es la que vale.

Mientras todo esto ocurre aquí, el gobierno intenta engañarnos con las Olimpiadas contra el mosquito, y otra serie de eventos no coordinados y bajo una misma estrategia; en fin no existe un plan de salud coordinado para batallar al mosquito.

Desde las gradas vemos como la Florida, con solo 15 casos, identificaron el área y fumigaron inmediatamente. Hemos visto también como van casa por casa fumigando y batallando contra el mosquito; ya para septiembre cuando regrese el frío a la Florida, darán por terminada la batalla.

Nosotros aquí no tenemos esa suerte y continuaremos el resto del año con mucha agua y muchos mosquitos.

Por eso no dudo de los estimados del CDC, que para fin de año va a haber más de 800,000 boricuas infectados.

Esto tiene un impacto económico brutal, pues la gente falta a sus trabajos y la productividad baja considerablemente. Pero qué importa, esta gente lo que quiere es que termine el año e irse a trabajar con los que los han protegido.

No tengo duda que la secretaria de Salud es protegida, tanto por PPD’s como por PNP’s, incluyendo donantes que juegan gallo con ambos partidos, pero así de sucia está la política en Puerto Rico.

A nadie le importa la salud del pueblo, la demagogia es la palabra del día, y el yo te protejo ahora y tú a mí después, es la palabra que vale.

Con estas dos experiencias es que comienzo a apreciar por qué hay una apatía tan grande a votar en las próximas elecciones. El sucio se ve, las agendas personales se ven, el egoísmo se ve y el único deseo es de poder.

El daño que esta administración de Alejandro García Padilla le ha hecho a Puerto Rico es incalculable, por eso comoquiera aun cuando los sentimientos te distraigan hay que salir a votar, pero hay que ser más selectivo, más juicioso con el voto. Hay que darle valor al voto, no se puede dar así porque sí.

Me gustaría saber qué van a hacer los candidatos con el desastre en Salud que dejan estos dos.