$exo, pudor y lagrima$…

09/05/2016 | Filed under: Campaña | Posted by: Francisco

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ADVERTENCIA: Esto es una columna de opinión, no un concurso de simpatías. Si usted entiende que no tiene la capacidad para leer con la mente abierta la opinión de otras personas sin ofenderse y entrar en cólera con el que escribe; hágase un favor y no continúe leyendo. Su salud mental es más importante para mí. Si por el contrario cree que puede leer otra opinión sin desencajarse y de manera respetuosa, compartir la opinión o incluso de la misma manera respetuosa diferir, siga leyendo. Me encanta crear reacción de manera respetuosa. De las diferencias se alimenta la democracia y del respeto se alimentan los modales.

“Nada de lo que encontramos en la vida, nos satisface del todo, nada es para siempre, solo dura unos instantes y luego se va…” – Película “Sexo, pudor y lagrimas”

5 de septiembre de 2016

Esta semana pasada ha sido todo un novelón, al estilo novela brasileña. No solo veíamos, escuchábamos o leíamos los detalles que del Tribunal Federal salían del caso llevado contra los acusados del caso Anaudi, sino que los protagonistas o futuros protagonistas en el caso y la política, entablaban un novelón alterno, ya fuese en los medios o en las redes.

El fin de semana antepasado, vimos con lujo de detalle la guerra civil que tuvieron los integrantes del Partido Popular Democrático, y en el cual Bernier media fuerzas con el hasta ese entonces presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Perelló. Ese fin de semana vimos como un presidente del PPD bien flojo, trataba por todos los medios de aparentar carácter fuerte y a un corrupto con las uñas más largas que un Velociraptor (chequeen las películas de Jurassic Park), tratando de aparecer pasivo e incluso tratando de demostrar que se cometía una gran injusticia contra él. Cuento largo corto, Perelló “renunció”, pero dejó de interino a uno de los suyos, a quien aún supervisa y no se quitó el salario de presidente de la Cámara. Mientras Bernier cantaba “victoria”, aunque él mismo sabía que el PPD se le dividió en varias facciones difíciles de volver a unir.

Bueno, pero volviendo a la semana pasada, en la Chardón Anaudi Hernández se sentó en la silla de los testigos, y el Peptobismol y el Kaeopectate desaparecieron de las gondolas de las farmacias como por arte de magia. Día a día “disfrutamos” (yo por lo menos me avergonzaba) de como con todo lujo de detalles, el ex recaudador del Partido Popular Democrático, nos decía como movió sus fichas como si fuera en tablero de ajedrez con tal de que su fortuna creciera, pero de como se codeó con políticos del PPD y familiares de estos, de forma tal que tuvo acceso a la mismisima Fortaleza, a la legislatura e incluso la judicatura.

Desfiló en su testimonio como compró a billetazos la influencia en Carmen Yulín, Jaime Perelló, Eduardo Bhatia, pero también de Gerry García Padilla, Jesús Manuel Ortiz, Jorge Suarez y otros. Se ventiló como comprándole las conciencias a ellos, pudo “recomendar”, aunque quizás fuera mejor decir ordenar, la designación de personas clave y las cuales posteriormente usaría para agenciarse cientos de contratos que le permitieron hacerse millonario. En su casa/mansión de $4 millones de dolares en Aguadilla, el celebró decenas de “fundraisings” para sus Amigos del PPD. De esta forma mantenía los bolsillos y barrigas llenas de estos y el se garantizaba una bonanza económica que solo los que son Amigos del Alma y Familiares del Corazón de la administración del PPD han podido ostentar en estos 4 años.

Escuchamos y leímos como desfiló prueba en el Tribunal Federal en donde Anaudi Hernández, como un capo de la droga, mantenía una bitácora de sus “inversiones”. Si amigo lector. Los donativos, los regalos, las ayudas, los “fundraisings” que le hacía Anaudi a los políticos y a los empleados de gobierno, no era dádivas, no eran ejemplos de filantropía, no era muestra de desprendimiento (palabra muy de moda en el PPD), sino inversiones. Anaudi daba algo a cambio de favores, de que se le recompensara. Vimos como Anaudi identificaba en su bitácora reuniones con Luis Gerardo y Antonio García Padilla (ambos hermanos del gobernador) en cenas de miles de dolares, $2,000 pagados a la Senadora Mari Tere González, pago de deudas de ella por $500 dolares, cenas con Luis Gerardo dando seguimiento a nombramientos que Anaudi le exigía al gobernador, almuerzos y regalos con Sally López por miles de dolares, pago de servicio de prostituta al hermano (casado) del gobernador Luis Gerardo García Padilla, estadías en hoteles con sus amigos por miles de dolares, un viaje que pago a Paris con el gobernador y su familia. Pero lo más asqueante fue el fundraising para Jorge Suarez efectuado en la casa de playa El Convento en Fajardo (casa que paga el pueblo de Puerto Rico para los gobernadores) con 160 chicas para amenizar la actividad.

Todo esto lo hemos estado escuchando y leyendo ante el asco y el revuelco de nuestros intestinos. La política se ha vuelto un negocio en el que el dinero llueve. Dónde en cada esquina de las 3 ramas de gobierno los deseos carnales aparecen y se pagan a billetazos para satisfacer los más bajos fetiches, y dónde la Casa de las Leyes y el Palacio de Santa Catalina se han vuelto los “puteros” del siglo 21 en nuestra isla. Las actuaciones del Partido Popular Democrático ha trascendido nuevos records de decadencia y ahora nos muestra como pueden convertir la política, en un lodazal, en una cuna de corruptos individuos. Las corrupciones del pasado palidecen ante este nuevo esquema. Los casos del Instituto del SIDA, Víctor Fajardo, la descapitalización del BGF por parte de Sila M. Calderón y sus corruptas “Comunidades Especiales”, los trajes Brioni o las sortijas del Arzobispo. Todos esos casos palidecen ante la corruptela entronizada por Alejandro García Padilla, Jaime Perelló, Mari Tere González, Jorge Suárez, Irving Faccio, y otros, que han llenado de vergüenza una vez más a Puerto Rico.

Pero si triste es ver este vergonzoso espectáculo de corruptos, corruptas, proxenetas y putas en la política, mucho peor es ver de todos los bandos justificarse porque alguien en el pasado lo ha hecho peor. Por un lado vemos a miembros del PNP con la consigna de que el PPD es más corrupto, que la corrupción tiene nuevo nombre y apellido. Por otro lado tienes a miembros del PPD incluyendo a David Bernier aludiendo a los “emp

El Caso Anaudi demuestra el por qué el PPD lleva Medio Siglo haciendo obritas y ninguna obra de envergadura.

resarios con Rosselló”, pero se le olvida que su propia jefa de campaña era parte del comité de finanzas corrupto de Perelló y su asesor Irving Faccio orquestó la famosa pirámide de donativos en el PPD en la campaña de Alejandro García Padilla. Pero también está el Partido Independentista Puertorriqueño, que levantando la bandera de “somos la conciencia casta de la política”, señalan con el dedo, pero se les olvida cuando Rubén Berríos se robaba las dietas del Senado, mientras acampañaba en Vieques, y las cuales tuvo que devolver cuando un reportero lo descubrió. Pero tienes a una Alexandra Lúgaro señalando la corrupción, pero se le olvida que en las oficinas de su empresa, se metió el FBI a investigar la corrupción de las tutorías en el Departamento de Educación. En fin, que si la corrupción es vergonzosa, el señalar como si se tuviese el alma pura, sabiendo que se esconden esqueletos, es aún peor.

Está campaña política promete el descubrimiento de mucha corrupción, de mucho sexo y muchas lágrimas. Lágrimas no solo de los envueltos y descubiertos, sino de los ciudadanos que estaremos viendo un lamentable espectáculo que desearemos no tener q
ue pasar. Puerto Rico vive una decadencia política sin precedentes. Lástima que hayamos llegado hasta este punto y no parece que tengamos las herramientas para salir de esto. Negar o justificar nuestras acciones del pasado en nada ayudan a poder corregir el presente y futuro. Aceptemos nuestras faltas, tomemos nota de nuestros errores y retomemos el camino. Solo así podremos dejar estos lamentables hechos en el pasado.