Emanuel Merced Soto y Julio Dávila, desarrolladores del videojuego y mentes detrás de la compañía local Qbik, dicen que la inspiración para crear el juego les llegó gracias al «circo corrupto» del País. «Nos llegó a la mente, con todo este circo que se ha desarrollado corrupto y político, y decidimos, para que a la gente no se le olvide tan rápido -porque sino se les olvida- pues hacer un juego para que dure un poco más. También nos ayudó mucho el sentir del pueblo», expresó Dávila.
El juego muestra una representación de Hernández brincando sobre agentes federales, tomando dinero de que encuentra, tomando contratos que caen de un avión y recogiendo las controvertibles «p… $440». «El objetivo es que no te cojan los federales», explicó Dávila, mientras Merced Soto indicaba que, una vez con muchos contratos y muchas «p 440» puedes compartir en las redes sociales qué puntaje obtuviste en la partida.
Además, Merced Soto explicó que tienen juegos de el ex-gobernador Pedro Rosselló; el ex-secretario de Educación, Víctor Fajardo Vélez; el ex-gobernador Aníbal Acevedo Vilá; sobre el caso de las comunidades especiales de Sila María Calderón; y un juego que le pidieron sobre lo último que sucedió entre el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump.
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