Mucho se ha hablado del cartel del petróleo y de otros carteles o entidades que mantienen un monopolio sobre áreas muy importantes en nuestra sociedad. Sin embargo es muy poco lo que se dice sobre el Cartel de la Salud.

El Cartel de la Salud EXISTE, e inclusive se mueve de plan en plan. Fuentes aseguran que los federales están detrás de varios de sus integrantes, ya que operan con el consabido “pay for play”.

Los “mensajeros” o “corredores” en ocasiones han ocupado puestos gerenciales altos en planes médicos, al igual que también han servido como “consultores” de planes médicos. Otros miembros de este cartel montan empresas de servicios a pacientes y hospitales y crecen como la espuma con la ayuda de otro miembro del cartel que está adentro de los planes médicos.

En época de elecciones hacen “fundraisers”, janguean con políticos y se pasean como cualquier otro Anaudi en nuestro sistema de salud.

La manera de operar es la siguiente: 1) el Cartel busca la manera de posicionar a alguien dentro de un plan médico, ya sea como consultor o como empleado gerencial, 2) una vez adentro estas personas comienzan a revisar los contratos de médicos o proveedores de servicios y luego es que comienza el mambo, 3) se hace un “análisis” de quienes no deben estar con contratos en dicho plan médico y ahí comienzan las llamadas para cancelar, a menos que te quieras “matricular” en la clase avanzada de “pay for play”.

Con los proveedores de servicios como laboratorios u otros proveedores, el modelo es el mismo, la diferencia en esta área es que los jefes grandes del cartel, establecen compañías que compiten con empresas ya establecidas y como por arte de magia crean una “subasta”.

La subasta es parecida a la de Anaudi y el cuadro telefónico; antes de efectuarse ya tiene un ganador. El “ganador” o “mejor postor” es nuevo y sus ventas están casi en cero, sin embargo en pocos años llegan a los millones con grandes ganancias para el Cartel y sus miembros. Al igual que en el caso de Anaudi, hay cenas, regalos, bonos en efectivo, viajes, en fin, repartición de lo obtenido.

Con los consultores es básicamente el mismo esquema, lo único que el consultor garantiza un ahorro al plan médico y el plan médico se lo quita a la empresa que ya rindió el servicio.

Quien siempre termina “pillao” en esto es el paciente y/o la empresa proveedora de servicios que decidió no participar en el curso avanzado de “pay for play”.

Los números son ASTRONÓMICOS y las ganancias para los miembros del cartel y sus componentes externos, indican ser gratificantes.

Los planes médicos en ocasiones se hacen de la vista larga, siempre y cuando ellos puedan mantener sus ganancias.
Por supuesto hay planes médicos como SSS y Humana, que al ser cotizados en la bolsa de valores tienen que cumplir con unos requisitos más rigurosos que otros, que al ser privados en ocasiones se les va la mano al momento de escoger entre la ganancia y la salud del paciente. Pero se cuecen habas en todos lados.

Hay planes médicos que bajo el mando de un miembro gerencial del Cartel, cancelan contratos, posicionan a otros, aguantan pagos y al final obtienen el resultado de estrangular e inclusive liquidar empresas y médicos para beneficiar a otros. Todo esto bajo el esquema de “pay for play”.

En estos casos se pierden miles de empleos y millones de dólares en servicios prestados NO PAGADOS. También al retener pagos, luego el miembro del Cartel o consultor regresa a la empresa para negociar la deuda a descuento, en ocasiones ofreciendo entre .40-.50 centavos el dólar. La diferencia se la dividen entre el consultor y el plan médico.

Mi preocupación sigue siendo el paciente, aquellos que van a cirugía, que necesitan una prótesis u otro procedimiento, pues el consultor puede requerir que el aditamento sea de India versus de Estados Unidos. Y, ¿quién gana en esa transacción? El Cartel.

Yo todavía recuerdo los bonos de $300 que un plan repartía siempre y cuando no aprobaran hospitalizaciones. Recuerdo tener en mis manos la carta, como también recuerdo las cenas para repartir cheques de cientos de miles de dólares por no hospitalizar enfermos.

También recuerdo, algunas de las personas que han fallecido por llegar con un infarto a sala de emergencias y ser enviados a su casa con una receta para el dolor de pecho. Todo para beneficio del Cartel y $U$ integrantes.