PLANIFICACION – Esencial en la Campaña

PLANIFICACION

Para todo hace falta un plan. Planificar es el proceso de establecer de antemano lo que hace falta para lograr algo. Es anticipar, prever, prepararse para que cada acción o gestión se realice de la mejor forma posible con los mejores resultados. Lo primero es establecer los objetivos, metas y prioridades. De acuerdo a esos objetivos, metas y prioridades, es que estableceremos los pasos a seguir para lograrlos.

Hay objetivos generales, o a largo plazo, y objetivos particulares o a corto plazo. Los segundos están subordinados a los primeros. El objetivo general, básico, fundamental, a corto y largo plazo del PNP es Puerto Rico, lograr bienestar y seguridad para nuestro Pueblo.

El PNP siempre se ha opuesto a los Taxes y Siempre ha Gobernado Mejor que el PPD

El objetivo a corto plazo, inmediato, urgente, imprescindible, es ganar las elecciones el 5 de noviembre de 1996.

Para ganar las elecciones, tenemos que hacer una campaña efectiva, que produzca muchos votos aun cuando tenemos poco tiempo y limitados recursos económicos.

Para hacer una campaña efectiva, tenemos que planificar adecuadamente el uso de todos los recursos disponibles y canalizarlos hacia el objetivo principal que es ganar las elecciones.

Para planificar cualquier actividad de campaña, debemos:

1. Decidir qué queremos lograr, establecer un objetivo.
2. Decidir cómo se va a realizar, cuándo, a qué hora, en qué sitio, quiénes participarán.
3. Establecer los recursos humanos, económicos y materiales, disponibles y que se van a utilizar.
4. Asignar a cada cual la tarea específica y en forma clara de lo que debe de realizar.
5. Asignar a un Comité o a una persona la labor de supervisar que todo se haga según lo planificado. Dar seguimiento y perseguimiento a las cosas es esencial, especialmente porque en política dependemos de la labor voluntaria de muchos.

La planificación de una tertulia incluye desde, cómo se van a invitar a los participantes, en qué casa es la reunión, si va a haber refrigerios o bebidas, cuantas tertulias habrá por noche; quién va a llevar los en­ tremeses, las sillas, el altoparlante, quien va a presentar a los oradores y a los oradores susti­ tutos, fecha, hora, sitio. Quién va a comenzar el diálogo que debe de formar parte de las tertulias, la aportación de fondos y los aplausos; quién va a servir agua a los oradores, a decorar el sitio, a estar temprano en el sitio para recibir a los invitados, a comenzar la tertulia etc., etc. Todo se debe prever, anticipar, planificar, cada detalle debe de considerarse y asignarse al mayor número de colaboradores porque al encomendar responsabilidades se logra mayor identificación con nuestra causa. (El Alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera, dice que en la política se consiguen votos poniendo al mayor número de personas a trabajar en la campaña, ya que la mejor forma de lograr simpatías a nuestra causa es solicitando que nos ayuden, en forma discreta y con tacto.)

Hay que planificar, coordinar y realizar todo de la forma más conveniente posible, para que tenga éxito. Para invitar a una re­ unión, tertulia, mitin o actividad, es conveniente considerar lo siguiente:

(a) Hacer una lista de las personas que interesamos invitar. Apuntar sus direcciones, teléfonos y dividirlos por sectores o intereses. Toda campaña comienza con listados y termina con listados dando las gracias.

(b) Para que una persona recuerde algo, debemos decírselo, hacérselo saber, y comunicárselo por lo menos tres veces. Los estudios realizados demuestran que si invitamos a un grupo de personas por correo, (proporción de 5 a 1) solamente asistirá el 20%, si además se le llama por teléfono un 40%, si se les visita un 60% y si lo vamos a buscar a sus casas aumenta al 80%. Esto depende, claro está, del interés de las personas de la relación personal de las personas con el que los invita, de la forma que se le invita, del sitio, hora, disponibilidad; si acostumbra o no asistir y otras circunstancias. Hay que recordar que para que asistan 50 personas a una tertulia, se deben de invitar 250. Esta debe de ser nuestra guía. Para asegurarnos de que asistan 50 personas, deberemos notificárselo por carta, teléfono y personalmente. Para un mitin en que debemos llevar 3,000 personas, debemos hacer reuniones de barrio, caminatas, enviar cartas, repartir hojas sueltas, casa a casa («canvassing»), encomendar a cada líder una cuota de 25 personas para que los vaya a buscar a sus casas, asignar a cada barrio 20 automóviles con 100 personas, a )a prensa y si posible a la televisión. Para que asistan 3,000 personas, debemos invitar a 15,000 y comunicárselo por lo menos en tres o más ocasiones.

Recordar que el tiempo que se pierde no se volverá a recobrar.

Planificación es considerar que los electores deben de pensar en el nombre y las propuestas del candidato por lo menos una vez a la semana. Que lo conozca, se relacionen con él y llegue a ser como su compañero.

Lo primero es · que conozcan al candidato (recognition factor o presencia), luego que conozcan sus propuestas, lo comparen, lo favorezcan y lo elijan. La campaña debe de llegar a su «peak», o momento de mayor impacto, el día de las elecciones. El que hace demasiado ruido al principio y no puede seguir aumentando su nivel de campaña hasta que llegue al máximo el día de las elecciones, perderá impacto porque muchos pensarán que se cansó, o que ha perdido el favor de la mayoría. Esto es como una carrera a gran distancia, hay que guardar fuerzas para el final, para ello se requiere planificar cada detalle de la carrera. No se puede improvisar.

Planificar es dar a conocer al electorado la imagen más conveniente del candidato. El auto, la ropa, el material de campaña; si es más oc menos partidista, formal, familiar, innovador, conservador, liberal, religioso, autoritario, deportista, cívico, etc. Si es muy deportista le atacaran porque piensan que sólo sabe hacer deportes, por lo tanto debe enfatizarse su interés por las actividades cívicas, sociales, religiosas, obras públicas, la salud y el recogido de basura. Si es muy político, tiene que demostrar que también puede ser un buen legislador sensible en cuestiones comerciales, industriales, etc. A veces no se debe enfatizar en lo que se es, ya eso todo el mundo lo sabe, por ejemplo en el caso de que sea abogado, que debe decirlo con naturalidad si lo elimina pensaran que lo quiere esconder, pero si lo enfatiza, lo atacarán por ser un «blanquito». Toda situación hay que analizarla, evaluarla en cada detalle.

Un error muy frecuente en Puerto Rico es la mala selección del sitio en donde celebrar las actividades. Un cafetín al lado de donde se celebra una tertulia o un mitin es propiciar molestias y problemas. Si hay una iglesia cerca, se debe hablar con el sacerdote o ministro para que el mitin no interrumpa los servicios religiosos. El sitio debe de ser pequeño, con cabida para la mitad de las personas que se espera asistan. Si se esperan 100 personas, el sitio no debe de tener más de 50 sillas. Es mejor que el sitio sea pequeño y que se vea mucha gente a que sea de­ masiado grande y se vean pocos asistentes. Eso afecta o crea el ambiente de entusiasmo. Cien personas en un sitio pequeño son una multitud, pero 1 ,000 en un coliseo se pierden.

Antes se pensaba que lo mejor era utilizar un sólo retrato en toda la campaña, ahora es la moda utilizar varios en distintas circunstancias; antes se usaba un solo color, ahora se usan varios; ahora va un sólo «bumper sticker», ahora varios y de varios tamaños; ahora se recomiendan éstos combinados para darle variedad, creatividad y movimiento a la campaña.

Planificar economizar tiempo, esfuerzo, recursos. Hace más efectiva la campaña. Es esencial para el triunfo.