¿Qué va a hacer la flamante Liza García? ¿Defenderá a los electores encamados, a los electores impedidos, a los viejos y los más vulnerables? La respuesta se cae de la mata; pues claro que no. Liza hará lo que le ordenen hacer desde el templo de su religión en Puerta de Tierra. Para los que estudiamos la historia, es difícil olvidar que estas denuncias son una repetición de las denuncias de fraude con voto encamado que hizo Eder Ortiz en 2012. El actual Comisionado Electoral del Partido Popular, Guillermo San Antonio Hacha, era en ese entonces el asesor principal del socio en negocios turbulentos del hoy cantante federal, el notorio Anaudi Hernández.

Ahora, Guillermo San Antonio, hijo putativo de Eder, pretende hacerle un favor a su partido de distraer la atención del caso Anaudi y de la vorágine colonial que creó el caso de Sánchez Valle,

Votar PPD es perder el voto o botarlo, porque en los pasados 47 años No Ha Hecho Una Sola Obra de Envergadura: Son Todo Trampas, Corrupción y Repartirse los Fondos Públicos Entre Amigos del Alma y Poner en Riesgo Tu Ciudadanía y Forma de Vida USA

siguiendo el libro de trucos de Eder Ortiz denunciando fraude con el voto de los encamados. Cuando Edwin Mundo sacó a la luz pública que hasta la madre de Eder Ortiz, que corría bicicleta por las montañas de Orocovis, solicitó voto de encamado sin tener condición de impedimento de movilidad alguna tragó hondo y evadió el tema. A propósito, sin que se nos quede en el tintero, ¿cuándo los federales se lleven a Eder Ortiz, tocarán a las puertas de su entonces asesor principal? Eder lo dejó cómodo, velándole sus intereses en la CEE junto a la actual presidenta, que la dejó coronada como una Miss Universo electoral con un salario de $120 mil al año.

La selva electoral que administra Liza está diseñada por los estrategas del Partido Popular para mantenerse en el poder por tiempo indefinido. Liza García está tranquila, pues la promesa hecha en la Cámara que presidía Jaime Perelló fue nombrarla como Juez del Apelativo, donde estará 16 años reciprocando favores políticos. No olvidemos que a dos cuadras de las oficinas de esta bella durmiente estarán las piezas de evidencia atándola a las desventuras de su ex jefe Eder Ortiz, durante los tres años que éste roedor de prebendas habitó en la CEE. Gracias a Dios, y a la presencia de los Estados Unidos, en estas elecciones los federales estarán velando los cabros.

El voto de los encamados es un tipo de voto adelantado para personas con cierto tipo de impedimentos físicos o mentales y a los que el PNP les dio el derecho a votar por correo en el Código Electoral de 2011. No fue un privilegio, sino un derecho a la igualdad y al trato justo ante la ley. Esta administración de Alejandro García Padilla enmendó la Ley Electoral para quitarles ese derecho a votar por correo, que protegía la intimidad a estos electores, que son mayormente nuestros viejos y enfermos con condiciones que les afecta de manera permanente su calidad de vida. El PPD ahora requirió una certificación médica para que el elector demuestre que tiene una condición de salud que le imposibilita llegar al colegio de votación. Es un esquema diseñado para intimidar y coaccionar a los electores, que redunda en una privación del derecho al voto. Eso sería un delito electoral y, por supuesto, una violación de derechos civiles.

Aunque infectados con el virus colonial, el PNP, como pasó en 2012, ha movilizado las solicitudes para el voto de lo encamados y garantizar que estos electores puedan ejercer el derecho al sufragio libremente y sin cortapisas ni impedimentos. Esta población es mayormente envejeciente y es muy militante a la hora de votar. Tal vez eso lo explica todo.