Twitter: @Solus_Lupus_PR
Facebook: Solus Lupus News
Tumblr: slnews
Instagram: solus_lupus_pr
Pinterest: solus_lupus_51

17 de octubre de 2016

Nota Importante: Esta no es una columna sino un pequeño cuento. Aún cuando es un cuento corto, tiene una gran relevancia y pretende llevar un mensaje importante. Espero que lo disfruten…

—————————————
2 de enero de 2017

Eran las 6 de la mañana del 2 de enero de 2017. Don Chago como de costumbre se levantó lleno de energías aunque con algunos músculos dolidos, debido al paso de los años. El gallo lo levantó con su canto, y la brisa fria de la Navidad entraba por la ventana de su casa. Como era su costumbre se fue a preparar su tacita de café puya, colada con media. Una vez se dio unos sorbos, se fue a bañar. Entre el ruido del agua caer, Don Chago escuchaba el ladrido de Tigre, su perro de raza indefinida pero energía inagotable correteando a las gallinas de su patio. Una vez salió de la ducha, se vistió y salió a su huertito a regar las plantas y recoger el fruto de su trabajo. “¡Ay! Ya estoy un poco viejo para esto.” – se dijo a sí mismo, mientras un dolor de espalda le recordaba que ya no era tan joven.

Don Chago, viudo, pero aún lleno de ganas de trabajar, tal como su padre le había enseñado. “Trabajarás con el sudor de tu frente.” le decía constantemente, parafraseando algún versículo de la Biblia. Su padre, gallero de profesión le había enseñado que el trabajo es honra, y que la madre tierra le da de comer a uno, si se le trata bien y se trabaja a diario en ella.

Luego de recoger unos gandulitos, y un par de berenjenas de su huerto, puso la canasta con la cosecha del día en su cocina y se dispuso a salir a la panadería a comprar un poco de pan para desayunar. El Punto Sabroso era una panadería que no quedaba lejos de su casa, pero Don Chago hacía tiempo no conducía. Sus reflejos y su vista no eran ya las mismas, así que desistió hacía varios años de conducir. Cualquier cosa que necesitara moverse más lejos que lo que se movía en su rutina diaria, fácilmente llamaba para que le diera pon a Cheito, un buen amigo de juventud, con el cual había entablado una amistad de las que son de verdad, y que en la juventud compartieron aventuras y maldades, que aún tenía grabadas en su memoria, no tanto por la aventura per sé, sino por el recuerdo de los correazos que se ganó gracias a algunas de esas maldades. De solo recordarlas, se le escapaba una sonrisa a Don Chago. – “Que muchas maldades hacíamos Cheito y yo.”

Ya en la panadería El Punto Sabroso, pidió su media libra de pan sobao y regresó a su casa a prepararse el desayuno. Luego de prepararse el mismo y comer, Don Chago se sentó a escuchar radio. Una estación de música de trios, esa que tanto le gustaba y que le hacía recordar a Carmensita, fallecida apenas unos años atrás. Una lagrima le asomo los ojos, pero una sonrisa la acompañó al recordar los buenos años de matrimonio que había compartido con ella. Fueron años muy hermosos, de los cuales su relación produjo fruto de su amor, 2 hijas y 2 hijos. Los cuatro vivían en Estados Unidos debido a que tuvieron que irse, gracias a las medidas abusadoras de un pésimo gobierno de Alejandro García Padilla y David Bernier. Recordaba Don Chago como miles de puertorriqueños habían abandonado la isla durante el cuatrienio, pero esta emigración se había incrementado, de noviembre para acá debido a que en las elecciones había prevalecido contra todo pronóstico David Bernier y toda la plantilla del Partido Popular Democrático.

Recordaba Don Chago el caos que se formó en el aeropuerto Luis Muñoz Marín a semanas de las elecciones, cuando los pasajes no daban abasto para el volumen de personas tratando de comprar pasajes para irse a vivir mejor a Estados Unidos. Incluso, muchos inmigrantes estaban regresando a sus países de origen, en una ola humana que pocos daban crédito y que hizo muy felices a agencias de viaje, líneas aéreas y compañías de mudanzas. De noviembre para acá habían colapsado mucho de los pocos bancos que quedaban, debido a la enorme cantidad de cuentas cerradas y transferencias a otros bancos fuera de Puerto Rico.

Entre noviembre y diciembre, David Bernier había ya escogido a la mitad de su gabinete, en el cual se destacaban, Alexandra Lugaro como Secretaria de Educación, Rafael Bernabe como Secretario del Trabajo, Miguel Pereira como Secretario de Justicia, Ferdinand Mercado nuevamente como Secretario de Estado, Tito Kayak como Director de Manejo de Emergencias, Papo Cristian como Secretario de la Gobernación, entre algunos nombramientos a ponerse en efecto hoy 2 de enero de 2017.

Hoy el gobierno había botado la casa por la ventana y en contra de lo que la Junta de Supervisión Fiscal le había exigido, la ceremonia de juramentación fue
“a todo fuete”, como solía decirle Ernesto, su hijo menor. David Bernier luego de una contundente victoria de más de 245,000 votos y un copo en la legislatura y 70 de los 78 municipios, había invitado a cuanto líder latinoamericano se le había ocurrido. En primera fila se encontraban Raúl Castro, Nicolás Maduro, Evo Morales, Daniel Ortega, entre muchos de los presidentes que incluyó en la lista de invitados. Pero también estaban presentes Luis Vega Ramos al que David Bernier planificada convertir en el Presidente de la Cámara de Representantes, Eduardo Bhatia a quien le había vuelto a dar el voto de confianza para presidir el Senado, y muchos otros miembros del PPD del ala soberanista a los que les había prometido varios puestos de relevancia. Don Chago aún recuerda cómo la misma noche del día de las elecciones, David Bernier en su discurso de victoria, se proclamó socialista y soberanista; y le informó al pueblo su intención de buscar convertir a Puerto Rico en una república asociada con Estados Unidos. Ese discurso detonó la ola migratoria, la caída de los valores bancarios y un desespero colectivo que hoy llevaba a la desesperación total. – “¡¿Qué hicimos como pueblo, Dios mío?!”. Esas palabras constantemente resonaban en su mente, pero también las escuchaba a diario cuando salía a hacer sus gestiones diarias, donde quiera que iba, en boca de cualquier persona que se encontraba.

De pronto sonaron unos golpes en su puerta acompañados de una voz que decía:“Chago, abre. Es Toño.”. De inmediato Don Chago se levantó y salió a abrir la puerta. Al abrir la misma se encontró con el rostro de uno de sus mejores amigos y vecinos. Luego de un consabido saludo y abrazo, Toño acerca su rostro al oído de Don Chago y le murmura: “Despierta…”.

El canto del gallo se escuchaba a lo lejos y Don Chago se levantó de su cama confundido. Chequeó el calendario de la Farmacia Santa Teresita que colgaba de la pared frente a su cama y vió con júbilo que era 8 de noviembre de 2016. En seguida se dio cuenta que todo había sido un sueño y la esperanza salpicó su rostro. Se levantó con entusiasmo, sin prestarle atención a los dolores que lo achacaban. Todo había sido un mal sueño y él no permitiría que lo que soñó se cumpliese.

Twitter: @Solus_Lupus_PR
Facebook: Solus Lupus News
Tumblr: slnews
Instagram: solus_lupus_pr
Pinterest: solus_lupus_51