El pasado viernes 14 de octubre comenzó el proceso de destapar la verdad de lo que ha hecho la administración García Padilla en estos últimos cuatro años.
Nuestro incapacitado gobernador se presentó ante la Junta de Control Fiscal con un plan que no detalló, no explicó a cabalidad y que supuestamente entregó en un panfleto.
Mientras veía su esfuerzo por explicar la situación que existe en Puerto Rico y de manera torpe tratar de decir que él no fue el que creó este desmadre, me lo imaginaba piloteando un avión en picada. Recordaba ese disparate que él decía hace par de años, “uno no cambia el piloto en medio del vuelo”.
Legislación Federal le requirieron definir al ELA para ser revisado por el Departamento de Justicia Federal y no pudo.
La mente se me iba y no podía concentrarme en lo que decía. Eran muchas las cosas que corrían y aún corren por mi mente. Me preguntaba .. ¿qué hacían esas cuatro personas allí? El gobernador, aun estando incapacitado para explicar su desastre, pues lo entiendo, Víctor Suárez, que no sabe ni la hora que es en banca, bonos y finanzas, también lo entiendo, solo por el título que lleva. El de OGP, pues bendito por el título también lo entiendo, pero la secretaria de la Gobernación…una vez más no hace sentido que estuviese en este viaje.
Era como ver a 4 niños jugando a ser grandes. Todos con las caras de “a mi no me pregunten” porque, o no sé hablar inglés, o no sé lo que tengo que contestar. Como diría Alejandro, “esto es un asunto serio”, sí pero no para que niños lo intenten atender. He mencionado a 4 y no a 5, porque de todos, el único que sabe la verdad es el secretario de Hacienda. Los demás se han dedicado a mentir.
AGP/Bernier/ PPD Todo Mentiras, engaños y falsedades
Se veía claramente que el Tesoro de los Estados Unidos, dirigido por su secretario, Jacob Lew, había preparado todo, sí todo. Se notaba a leguas que el Tesoro había preparado cada letra, cada coma, cada escena de esa presentación. Alejandro era simple y sencillamente el impedido interlocutor. Nada distinto a sus años de estudiante cuando sus hermanos(as) le hacían las asignaciones. Hasta en el ocaso de su gobernación, otros le tienen que hacer su trabajo. Por esa incapacidad, es que estamos donde estamos. Todavía sigo sin entender porqué estaba allí la secretaria de la Gobernación.
Los miembros de la junta, por su parte, especialmente los hispanoparlantes, fueron muy condescendientes, respetuosos y muy atentos al respeto con el cual se dirigían al gobernador. Pero se notaba que no se iban a dejar coger de tontos y que ya tienen un cuadro bastante claro de lo que la administración de Alejandro García Padilla ha hecho.
El gobernador fue enfático y le pidió a la junta que “por favor tuviesen en cuenta que el pueblo de Puerto Rico carece de las herramientas democráticas para chequear los poderes de la junta, ustedes al igual que nosotros le debemos al pueblo de Puerto Rico un alto grado de cuidadosa atención y cautela”.
Algo que Alejandro nunca tuvo hacia el pueblo de Puerto Rico, se lo pide a la junta.
Alejandro también abogó por los pensionados, a quienes tampoco les ha aportado un céntimo en estos cuatro años a sus planes de retiro.
En fin, al igual que toda su vida, Alejandro fue allí a pedir que otro le haga lo que él no quiso hacer, no pudo hacer, no le dio la gana de hacer, no le importó hacer.
De milagro no pidió también que fueran justos con Sally, Anaudi y Eric. De milagro no pidió allí por la excarcelación de Oscar López o por la cabeza de Carmen Yulín.
La primera pregunta la hizo Ana Matosantos y fue directo al grano. Aun cuando envolvió en papel de regalo la pregunta, ella quería saber como está el atraso de los pagos a los suplidores. Cifra que según mis más conservadores estimados debe estar rondando en sobre 4 Billones.
El gobernador, en su respuesta, le bailó como gran maestro de bachata y no le contestó.
Antes de finalizar esta parodia, Carlos García (expresidente del BGF y miembro de la JCF) le preguntó “¿cómo es posible que con todos estos asesores de alto calibre no hayan podido llegar a un acuerdo con los bonistas”? Conociendo lo combativo que es Carlos García, este no se podía ir de allí sin tan siquiera tratar de dejarle saber al gobernador “que a mí…tú no me vas a venir con ese cuento”. Alejandro, una vez más sacó la vitrola y le puso una bachatita.
De nuevo echándole la culpa a los bonistas y pidiendo lo que él nunca dio.
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