Carmen Yulín Cruz, fue la primera en proponer que se aumentara el IVU a 11.5% y lo negó. Pactó en secreto con García Padilla para buscar votos en la legislatura para aprobar La Crudita que encareció la gasolina a cambio de recibir préstamos en el Banco Gubernamental de Fomento (BGF); y también lo negó. Alegaba haber cuadrado los presupuestos de la Capital sin préstamos, pero gestionó más de $300 millones del BGF para tratar de ocultar sus déficits en el Municipio; y también lo negó. En todas esas instancias, García Padilla delató a Carmen Yulín.
El representante popular de San Juan, José Báez, también le quitó la máscara a Carmen Yulín. En una entrevista radial soltó a los cuatro vientos: “El problema del Partido Popular es que hay personas como Carmen Yulín Cruz que muy fácilmente puede traicionar al que está a su lado. Carmen Yulín defendió a brazo partido a Jaime Perelló. ¿Por qué? Pues porque ella fue conspiradora en la corrupción por los lazos que tiene con Anaudi y Perelló. Una cosa es lo que ella hace tras bastidores y otra cosa es lo que muestra públicamente. Ella misma ha opacado la gestión de esta administración (de García Padilla) tirando piedras y después escondiéndose”. Demoledoras y reveladoras estas expresiones de ese legislador popular.
Cuando comenzó el lío de Anaudi-PPD, Carmen Yulín se esforzó por distanciarse del escándalo. Primero, trató de hacer creer que nada tenía que ver con el lío y que no sabía de Anaudi. Defendía a Perelló porque en realidad estaba preparando su propia defensa en caso de que se supiera la verdad sobre sus propios vínculos con Anaudi y sus socios. Le llegó su día. Un testigo federal bajo juramento, en corte abierta y socio de Anaudi, reveló que le habían dado dinero a Carmen Yulín y coordinado actividades de recaudación al estilo Pirámide de la Corrupción de Irving Faccio.
Una vez comenzó a fluir la verdad, Carmen Yulín trató de hacer su acostumbrado control de daños, pues cree tener las dotes de actriz para manipular a cualquiera. Buscó una entrevista de vídeo grabada en un periódico. En esa ocasión admitió que había visitado la mansión de Anaudi en Aguadilla. Catalogó el encuentro como una simple “cena”, pero admitió que Anaudi y su socio le dieron dinero y que, posteriormente, le habían gestionado otros donativos. Esos donativos, sin embargo, no aparecen registrados en la Oficina del Contralor Electoral, según lo requiere la ley. También admitió que Anaudi la visitó en la alcaldía para buscar contratos. Se limitó a decir que sus servicios no eran necesarios y que los contratos nunca se otorgaron.
En el debate televisado por la alcaldía de San Juan, el cielo se le cayó encima a Carmen Yulín. Tratando de ser más explícita, por primera vez admitió que en su reunión con Anaudi estuvo presente la hermana de este y que el propósito de ese encuentro era lograr contratos para esta. Carmen Yulín cerró su comentario esa noche repitiendo su anterior afirmación de que esos contratos tampoco habían sido otorgados. Días después, la prensa desmintió a Carmen Yulín al revelar que esos contratos sí fueron otorgados.
El manual de “excusas” y “coartadas” de Carmen Yulín es ilimitado; típico de una persona acostumbrada a mentir y a engañar a los demás. Carmen Yulín, también sigue al pie de la letra los manuales del chavismo y del castrismo. Utiliza el subterfugio de que solo ella dice la verdad y las culpas siempre son para otros, incluyendo sus empleados municipales y correligionarios. Es una persona que se autoproclama como la abanderada de la inclusión, pero a la misma vez bota del Partido Popular a todos los que crean en la unión permanente con los Estados Unidos. Como si fuese poco, utiliza recursos municipales para auspiciar protestas de violencia, destrucción de propiedad pública e intimidación contra ciudadanos que ejercen su derecho a asistir a una conferencia de finanzas.
Carmen Yulín es un peligro para Puerto Rico, para San Juan y hasta para el Partido Popular. Demostró ser una pésima administradora de la Capital. La hundió en el endeudamiento, el deterioro, el abandono y la criminalidad. Al Partido Popular, lo ha despedazado con sus afanes separatistas y antiamericanos que ella llama soberanismo. Ahora, lo único que Carmen Yulín espera es la derrota inminente del fiasco que ha resultado ser David Bernier para entonces ella y su grupo posicionarse como los nuevos dueños del PPD. Para eso, Carmen Yulín tendría que revalidar en la Capital. Ese, es su error de cálculo. Carmen Yulín no volverá a ser alcaldesa porque San Juan ya se hastió de sus mentiras, sus estilos y sus agendas. Sanjuanero tu opción correcta es Leo Díaz.
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