Lcdo. Ramón L. Rosario Cortés
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España, ante una derrota inminente durante la Guerra Hispanoamericana, aprobó la Carta Autonómica de 1897, creando para la Isla una Cámara y un Consejo de Administración con miembros elegidos por los puertorriqueños. Bajo esa Carta, España seguiría reteniendo el poder máximo y nombrando al gobernador.

El nuevo Parlamento juramentó el 17 de julio de 1898 y fue eliminado el 25 de julio del mismo año con la llegada de las tropas estadounidenses. Tras el Tratado de París de 10 de diciembre de 1898, los poderes plenarios de la Isla quedaron en manos del Congreso de EE.UU. Este año, un caso de la Corte Suprema federal (Sánchez Valle) afirmó que 118 años después seguimos siendo tan colonia como lo fuimos de España.

En el 2008, había 2,458,036 personas inscritas para votar y votaron 1,942,973 (79% de participación). En el 2012, los electores hábiles eran 2,402,941 y votaron 1,878,969 (78%). Una decisión de la Corte Federal obligó a reinscribir alrededor de 780,000 electores desactivados por inactividad electoral. Como en toda elección, escucho el “cliché” de que la gente está cansada de la política y que habrá abstención masiva. No pasará. Este pueblo ama su política. Seguramente, habrá una participación menor pero eso se debe a que: (1) el registro se ha inflado con electores que no votan o viven en P.R.; (2) la migración masiva; y (3) las máquinas de escrutinio electrónico limitarán los vaciados de listas. Irán a votar cerca de 1,700,000 personas, lo que refleja una motivación similar a otros eventos si tomamos en consideración estos tres factores.

Ricardo Rosselló ganará por mucho más de 75,000 votos sobre David Bernier. Una persona que respeto y que no falla me dijo que será por 200,000. Lúgaro, Cidre, el PIP y el PPT sacarán entre todos alrededor de 10%. Creo que saldrán en ese orden. Aunque reconozco el esfuerzo de María de Lourdes Santiago para unir a los independentistas, el PIP no quedará inscrito y mucho menos el PPT. Por similares márgenes amplios ganará Jenniffer González. Héctor Ferrer cogerá más votos que Bernier debido a la menor cantidad de candidatos para el cargo de comisionado residente. Apúntalo.

Lcdo. Iván Rivera
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La posición de comisionado residente fue instaurada en el Artículo 39 de la Ley Foraker del 1900. Teniendo como requisitos para dicho puesto ser realmente vecino de Puerto Rico y saber leer y escribir en inglés. El origen de dicha posición, aparte de darle un sentido de democracia -aunque fuera bajo un régimen colonial- era que en la capital federal hubiese un representante de los intereses de la ínsula en comunicación directa con las agencias federales y el Congreso. Ello, toda vez que al momento de la aprobación de dicha ley la trasportación hacía EE.UU. era mediante barcos y podía tomar una semana transportase al distrito federal.

En ese aspecto, al día de hoy ya perdió utilidad práctica debido a los avances tecnológicos. Los comisionados residentes se han convertido en peseteros con la mano estirada pidiendo algunos chavitos. De hecho, en el 2006 les dieron literalmente una peseta.

En la política local se ha convertido en un puesto de destaque para el primer o primera finalista en la simpatía del electorado de los dos partidos principales. Y bien utilizado por algunos como el trampolín para una eventual candidatura a la gobernación. Mañana martes Ramón, gane quien gane, el comisionado residente obtendrá más votos y mayor porcentaje que el candidato a gobernador de su partido, dado el hecho de que ese 1.7 millones de electores que acudirán a votar se tendrán que dividir entre seis candidatos a la gobernación y solo cuatro candidatos para comisionado residente. Así que veremos al del partido que no prevalezca alegando ser el nuevo líder de la oposición.

Ramón, los números son como algunos seres humanos: si los torturas un poco dicen cualquier cosa. Gane quien gane, el elegido dudo sobrepase los 750,000 votos, convirtiéndose en el mandato más débil de las últimas décadas. Mi predicción es que los resultados en estas elecciones serán más cerrados de lo previsto. Pero, marcarán un nuevo hito en la historia política del país y cambiarán la composición partidista para siempre. La posibilidad de triunfo de David Bernier no la marcarán los independientes y sí los independentistas.