La falta de resolución del estatus colonial de Puerto Rico es el principal problema para lograr el desarrollo económico que nos permita un progreso sostenido. El Informe de la Casa Blanca de Obama del 2011 así lo señala a la vez que nos exhorta a resolver prontamente esta condición. A tono con la falta de resolución del estatus, considero necesario traer a colación una situación que guarda relación con este, aunque de primera intención no lo aparente.

Como presagio de la lucha por detener el avance de la estadidad, adelantar la independencia y el socialismo chavista, se anticipa que el cuatrienio que comienza el próximo 2 de enero será uno de mucha agitación política y social. Ante el triunfo de una administración del PNP que promueve la estadidad para Puerto Rico y sin esta aún haber tomado posesión, observamos cómo han comenzado las protestas y manifestaciones por parte de los personajes que, por cualquier asunto en aras de desestabilizar, se oponen a todo. Estos son los mismos que mientras el PPD está en gobierno se mantienen callados, pero cuando un gobierno PNP asume el poder, enseguida comienzan las protestas, piquetes y huelgas. Es necesario que el pueblo esté consciente de que estos individuos son una minoría estridente que van de un lugar a otro llevando su prédica comunistoide. Son los comunistas “quedaos” de antaño que ante el colapso del régimen han cambiado el símbolo de la hoz y el martillo por el de un coquí y ahora se hacen llamar ambientalistas. La meta desestabilizadora de ellos en estos momentos es: primero Peñuelas, después la UPR y luego Puerto Rico.

En estos momentos la protesta de estos revoltosos es contra la Applied Energy Systems (AES), la planta de quema de carbón para producir energía eléctrica ubicada en Guayama. Esta es considerada una de las plantas más limpias del mundo en su clase y provee a bajo costo el 17 % de la energía eléctrica que se consume en Puerto Rico. Las cenizas que allí se producen han sido calificadas por la Junta de Calidad Ambiental y la Environmental Protection Agency (EPA) del gobierno federal como desperdicios no tóxicos ni peligrosos.

Estas cenizas se disponen en el vertedero impermeable EC Waste de Peñuelas mediante el sistema de relleno sanitario cumpliendo con todos los requisitos de la EPA y la JCA. Esta acción ha sido ratificada por el Tribunal Apelativo que levantó la prohibición que para la disposición de las cenizas había impuesto el tribunal de primera instancia de Ponce. O sea, que el Tribunal Apelativo ha determinado que allí se cumple con los criterios de seguridad por lo que nada allí representa peligro público alguno.

Pero a pesar de todo lo anterior y particularmente haciendo caso omiso de la determinación del Tribunal Apelativo los mismos revoltosos de siempre -capitaneados por la alcaldesa socialista/ chavista de San Juan y otros líderes independentistas, comunistas/ambientalistas- llevan varias semanas frente a las instalaciones del vertedero de Peñuelas impidiendo a este la entrada de los camiones con las cenizas. La meta de estos facinerosos es que se cierre la planta AES de Guayama para que no se produzca más energía mediante la quema de carbón. A esto ha reaccionado el director Ejecutivo de la AEE, Javier Quintana, señalando que de ninguna manera esto puede permitirse ya que se encarecería el costo de la energía eléctrica puesto que hay un contrato firmado con esta planta hasta el 2027 para producir esta energía. De no cumplirse con el contrato Puerto Rico tendrá que pagar la friolera de $2,013 millones en diez años.

Lo que está en juego en Peñuelas es un ensayo para determinar si la entrante administración es una que hará valer la ley y el orden o si dejará que impere la voluntad del que más que grite y desordene. Los revoltosos de siempre están muy atentos respecto a cuál será la posición del nuevo gobierno para dependiendo de esto, incrementar la lucha para crear problemas.

La actual administración popular tiene un bien estructurado plan para dejar sembrado en posiciones permanentes en la UPR a un número sustancial de activistas soberanistas /independentistas para hacerle la vida difícil a la próxima administración universitaria. Ante un gobierno pro estadidad, la idea es utilizar la institución como punta de lanza en la faena de detener por cualquier medio (inclusive la violencia) el avance arrollador de la estadidad en el pueblo. La consigna es desestabilizar primero a Peñuelas, después la UPR y luego a Puerto Rico. ¡Estemos alerta!