Por: César A. Montilla, Jr.

La insuficiencia gubernamental de dinero en efectivo (Iiquidez) afectará a Puerto Rico antes de marzo de 2017; un reto serio a la administración entrante. No solo por el tranque a ser causado, sino por el dañino efecto que la congelación de pagos a suplidores locales causa a la economía en todos sus niveles. Afortunadamente, existen varios caminos de solución, todos buscando comprar tiempo en lo que la nueva economía que habrá de surgir toma fuerza. Como siempre, las soluciones más creativas surgen del pensarniento “out of the box” y, de estas, proponemos una que solo una administración estadista podría encaminar, pues cualquier otra administración sería acusada de jugar a la república.

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Esta solución y/o estrategia consiste en crear “specie”, unos “vales” de fácil intercambio, que sin ser “currency” (“legal tender”) podrían servir para que el gobierno pagase unos $2BB en deudas inmediatas a suplidores locales, pensionados y/o reintegros. Los recipientes los aceptarían como pago pues los podrían utilizar para pagar sus propias deudas y obligaciones (dentro de la Isla), por compras incluyendo cualquier deuda con Hacienda o sencillamente quedarse con ellos, ya que los mismos tendrían un incremento de valor automático de 4% anual, mucho más de lo que daría un depósito bancario. Tarnbién casi cualquier comercio los aceptará ya que serían inmediatamente validados por Hacienda como pago (al valor que tengan en su fecha de entrega) de cualquier impuesto adeudado, incluyendo IVA e IVU, o por supuesto, utilizarlos para pagar cualquier otra deuda u obligación local que tenga el que los recibiese. Llamémoslos “Borinvales”.

Una emisión de $2BB (20,000,000 de unidades o certificados ($100 cada uno) o una combinación de denominaciones de $500 y $1,000, pero sin exceder un total de $2BB, liberaría el tranque que actualmente sufren los suplidores del gobierno por bienes y servicios rendidos. Hacienda, al recibirlos, los puede reciclar a su vez usándolos para sus compras locales, como pagos a pensionados, o reintegros. Esto también liberaría otros fondos gubernamentales para facilitar el negociar pagos de deudas fuera de la Isla.

Se proveerían $2BB en certificados de “0” cupón que aumentarían por 4% anual automáticamente. Esto no conllevaría costos caros de emisión y tendrían un vencimiento total de $4BB a los 16 años, pagaderos en efectivo proveniente de un “Sinking Fund” que consiste en el 20% del incremento de recaudos por encima de los $9BB actuales depositados en un fideicomiso en los bancos privados. Estimamos que ese incremento debe ser de al menos $5BB anuales.

Durante los últimos 5 años el fideicomiso se nutrirá así, pero nunca menos de $335MM anuales. Se estima que para los años 2030-2035 (fecha de vencimiento) el “Sinking Fund” estaría alimentado por ese 20% de un incremento estimado de $5BB cada año; esto recaudaría entre $1 y $2 billones anuales durante esos últimos 6 años, lo que resultará en un monto mucho mayor a los $4BB que valdrían los “Borinvales” entonces, pero aun si el recaudo fuese menor, también se cubrirían, ya que algunos de ellos habrían sido decomisados por Hacienda.

Los recipientes tienen 4 opciones: no aceptarlos y esperar que el gobierno pueda y/o decida pagarles; aceptar los “Borinvales” como una inversión ya que el 4% anual es mayor de lo que cualquier banco pagaría por depósitos; aceptar y usarlos para pagar por compras o servicios a locales (casi todos los comercios los aceptarían pues les sirven para satisfacer cualquier obligación con Hacienda inmediatamente); aceptarlos y usarlos para pagar cualquier obligación con Hacienda al 100% de su valor a la fecha de entrega. Hacienda los podría reciclar como pagos a reintegros, a pensiones, compras o cualquier uso local, o sencillamente decomisarlos.

Al no ser “legal tender”, no confligen con las reglas federales en cuanto a “currency”. Esta estrategia la usaron Benjamin Franklin en Pennsylvania y Alexander Hamilton federalmente en los años 1700, cuando sus asambleas no les querían adelantar fondos para los pagos adeudados a los soldados de la guerra revolucionaria y otros acreedores de la entonces joven República.

También Argentina lo hizo, emitiendo “Patacones”. California usó algo similar por corto plazo en los 1980, para pagar a los bancos e instituciones en cantidades mayores, no como pago a personas. Illinois también emite “specie” corrientemente, aunque no a personas. Todos esos fueron y son “puentes” financieros temporales, activando la economía local en lo que el tiempo permite una recuperación económica, evitando los encerrones actuales o el peligro de que el gobierno se quede sin fondos operacionales en febrero de 2017.

Se habla de que Puerto Rico tratará de ir al mercado de bonos en enero de 2017. En nuestra opinión, esto no conseguirá esa cantidad a menos del 8% y los “use of funds” y “maturities” serán muy limitados por los emisores y/o compradores. Los “Borinvales” compran tiempo (16 años) y proveen el equivalente del dinero a menor costo.

También el liberar otros fondos gubernamentales da una herramienta al gobierno en equivalente al efectivo, para poder ir negociando y solventando sus obligaciones externas. Esto Ie habr’a de gustar a la Junta de Control Fiscal (“Promesa”), ya que ayudaría a evitar el riesgo del colapso enorme que un total descarrilamiento de los bonos de Puerto Rico causaría al mercado de bonos municipales de los EE.UU.