La nueva secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Tania Vázquez Rivera, afirmó que los recursos naturales pueden ser un activo para el turismo y por ende para estimular la economía de Puerto Rico.

“Ha habido un aumento a nivel mundial sobre el ecoturismo y estas iniciativas de trabajar con nuestras agencias hermanas para promover la educación, la preservación del medio ambiente y de una vez impactar la economía y aumentar el desarrollo económico de Puerto Rico, me parecen excelentes”, afirmó la nominada.

Esto es algo que se ha hecho en otros países y que en Puerto Rico, no sé por qué, no se atendió debidamente en el pasado. No solo El Yunque, también las Cabezas de Fajardo y los Morrillos de Cabo Rojo, la Bahía Fosforescente, el Cañón de San Cristóbal, el bosque de Maricao, las Cavernas de Camuy, el Bosque Seco de Guánica, que fue catalogado por la Unesco en 1983 como biosfera mundial, las islas municipios de Vieques y Culebra, el islote de Caja de Muertos, las islas de Mona y Desecheo, el área de Vacía Talega, el bosque de Carite y otros recursos naturales que fungen, de igual manera, como recursos turísticos con impacto directo en la economía. Este es un aspecto en el que Zambia, Costa Rica y Sri Lanka se destacan como sólidas potencias mundiales en este tipo de turismo (véase Elizabeth Becker, Overbooked: the exploding business of travel and tourism).

El turismo es una actividad económica que se ha ido diversificando a través de los años. Ya no es solo el turismo de vacacionar, como se dio en un principio. El turismo cultural, deportivo, académico, ecológico, agrícola, médico y religioso, entre otros, han ido incursionando y solidificándose como partes de un todo que es el turismo como fenómeno general. Dentro de cada uno de ellos hay acuerdos de colaboración entre gobiernos y, dentro de cada gobierno, acuerdos entre agencias públicas y de estas con actores del sector privado. En el cultural, por ejemplo, en nuestro caso particular, podrían colaborar, además de la Compañía de Turismo, el Instituto de Cultura Puertorriqueña y la Universidad de Puerto Rico; y esta última con la misma Compañía de Turismo en el turismo académico.

Lo mismo podría pasar en el turismo deportivo; donde el Departamento de Recreación y Deportes, como ente público, y el Comité Olímpico de Puerto Rico y sus federaciones, como entes privados, podrían hacer acuerdos de colaboración para su desarrollo y con el claro propósito de crear cuartos noches. Incluso, las organizaciones mundiales del boxeo profesional, como se dio durante la década de los setenta cuando Puerto Rico se distinguió por ser una excelente plaza de boxeo, son recursos de mucho valor para este sector del turismo. Cada cartelera de boxeo, por su parte, y cada torneo de béisbol o baloncesto tienen repercusiones directas en nuestra economía.

Puerto Rico no puede estar exento de la corriente mundial. Casi 1,200 millones de personas, anualmente, hacen turismo fuera de sus países. Esto llevó a que el 22 de diciembre de 2015 la ONU aprobara una resolución declarando el 2017 como Año Internacional del Turismo Sostenible. La Organización Mundial de Turismo, por su parte, recientemente manifestó que cinco son sus prioridades: crecimiento económico inclusivo y sostenible; inclusión social, empleo y reducción de la pobreza; uso eficiente de los recursos, protección del medio ambiente y cambio climático; valores culturales, diversidad y patrimonio; y entendimiento mutuo, paz y seguridad.

Como dice Elizabeth Becker, el turismo es una industria rara cuyo producto es el propio país y que, a nivel mundial, crea $3,000 millones diarios en ganancias. Es una importante actividad económica que será parte de la visión y compromiso de la administración entrante, que viene con la firme convicción de hacer de Puerto Rico el mejor destino posible.