Confiamos en que todos hayan pasado una nochebuena en paz en el regazo familiar. Mis mejores deseos son también de que el año que se aproxima sea uno mejor que el que estamos por despedir. Con el nuevo año esperamos ver desaparecer del panorama político a los responsables por habernos endilgado la administración más corrupta, ineficiente e incapaz que ha tenido Puerto Rico. Esperamos también ver a un PPD implosionar para que de una vez y por todas, tomemos la decisión de salir del atolladero fiscal económico y social en el que nos ha tenido metido por 7 décadas con un estatus colonial sin posibilidades algunas de crecimiento. En 1952 con la mentira de la creación del ELA, éramos el territorio más pobre que el estado más pobre de la nación, Mississippi. Hoy 7 décadas más tarde, somos todavía mucho más pobres que el estado más pobre, Mississippi.

AGP es el Jefe de la Corrupción: Dijo que recomendó a Mil como Anaudi. Lo acusarán? Esa es la Pregunta?

Aunque un número considerable de nuestra población -descartando pensar en el futuro- piensa nada más que en lo inmediato sumiéndose en el baile, botella y baraja sin tener idea de lo que sucede- la realidad es que nos enfrentaremos próximamente a una situación verdaderamente critica que habrá de dejarse sentir en toda su magnitud, afectándonos de una u otra forma a todos.

Aunque la actual administración de AGP no ha sido totalmente responsable por la monstruosa deuda de $70,000 millones que nos ahoga, sí ha sido responsable por haber logrado que Puerto Rico haya perdido totalmente su crédito, su credibilidad en los mercados y por consiguiente sumirnos más en una desesperanza jamás vista en nuestro pueblo. No hay dudas de que la ineptitud, inmadurez incapacidad y falta de liderato de AGP nos ha llevado a caer en el abismo en que estamos.

El exgobernador Luis Fortuño dejó la gobernación con un leve repunte económico según lo manifestó el Índice de Actividad Económica en positivo y con la advertencia por parte de las casas acreditadoras al gobierno de AGP, que se debía continuar con las políticas de sana administración fiscal instituidas por Fortuño. La nueva administración hizo caso omiso y con un nefasto me vale lo que digan las casas acreditadoras, con retos a estas y la amenaza de demandarlas, nos llevó a la pérdida total del crédito, gastó irresponsablemente, nos aumentó el presupuesto por $800 millones y nos abrumó con más de 90 medidas impositivas que descalabraron la economía, llevándonos a la quiebra total.

Hoy, ante un proceso de transición han salido datos que nos estremecen: el gobierno central no tendrá con qué pagar la nómina en febrero. Que lo que quedan son $147 millones en caja para Puerto Rico. Que la posibilidad es que el déficit anticipado del gobierno a junio 30 no sea de $6,000 millones, sino de $7,000 millones. Se reveló también que los sistemas de retiro del ELA y de Maestros apenas tienen fondos por seis meses para pagar pensiones a los 180,000 jubilados. Tampoco tiene dinero para pagarle a estos los beneficios de salud. Igualmente se proyecta que para fines del 2017 el plan de Mi Salud tendrá que operar con un déficit de $1,200 millones anuales pues se habrá gastado prematuramente el dinero que aportó Obamacare. Lo que pudiera dejar a más de 1 millón de personas sin plan médico.

En carta que le enviará la Junta de Supervisión Fiscal a AGP y al gobernador electo Ricardo Rosselló, les indica que a menos que el gobierno adopte serias e inmediatas medidas su déficit será de $67,500 millones en los próximos 10 años. Lo que sería equivalente a que cada familia puertorriqueña pagara $5,400 cada año por los próximos 10 años”. Esto equivaldría a un total de $54,000 por familia.

Esta es la antesala de la tan anunciada crisis humanitaria que la nefasta administración de AGP le deja a Puerto Rico y a Ricardo Rosselló para el nuevo año. Para evitarla, la administración de Rosselló tendrá que establecer una serie de políticas públicas y medidas de austeridad que incluyen la eliminación de servicios gubernamentales, reformar leyes laborales y de asistencia social y de los sistemas de pensiones, fomentar las alianzas público privadas, reestructurar la deuda, así como la reforma de los sistemas de educación y salud. Deberá, además, bajar el costo del sistema de energía eléctrica, disminuir la contribución de ingresos de los individuos y negocios y agilizar el proceso de permisos.

Eso es lo que nos ha dejado el gobierno más inepto y corrupto que jamás hayamos tenido. ¡Y todavía AGP se atreve hacer advertencias y sugerencias! Cállese ya.