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por Israel Roldán

El refrán de que en guerra avisada no muere gente sabemos que es falso. En toda guerra siempre muere gente, el prepararse minimiza las víctimas.

Se lleva tiempo anunciando la grave crisis que nos arropa y como todavía no lo vemos en carne y hueso, no realizamos que es cierta y que ya llegó. Cuando la veamos en nuestra puerta será como ver un jinete del Apocalipsis, horrible y devastador. Esto no pasa de este año.

La crisis económica de Puerto Rico ha sido clasificada como la crisis fiscal más grande en la historia de Estados Unidos. Para darles una idea de la gravedad, la quiebra gubernamental más conocida hasta ahora fue la de Detroit. Él área metropolitana de Detroit tiene, aproximadamente, cinco millones de habitantes y la ciudad unos dos millones los cuales se redujeron a unos 700,000 con la fuga de los residentes. En Puerto Rico tenemos aproximadamente 3.5 millones de habitantes, sin calcular los que se están yendo a diario. La deuda de Detroit era de $18,500 millones. La deuda de Puerto Rico es de $68,000 millones. Debemos 3.7 veces más de lo que debía Detroit.

Detroit radicó quiebra voluntaria bajo las disposiciones de el Capítulo 9 de la Ley de Quiebra Federal, presentó su plan de reorganización, resolvió su problema y hoy está en plena recuperación. Puerto Rico, por ser una colonia, no puede solicitar protección bajo dicha disposición legal y por ello nos impusieron la Junta de Supervisión Fiscal (JSF). Esta le concedió a Puerto Rico la prórroga solicitada para presentar un nuevo plan fiscal el cual el gobernador Rosselló tendrá que hacer en o antes del 28 de febrero. El plan fiscal presentado por el gobernador García Padilla no fue aprobado por la Junta.

Aquí comienza la guerra . La JSF dictó en forma clara y categórica que el plan a ser presentado TIENE que cumplir con lo siguiente:

1- Un cuadre en el presupuesto en dos años fiscales (2017-18 y 2018-19)

2- No puede haber financiamiento a corto plazo. O sea sin préstamos para pagar nóminas y pagos vencidos.

3- Recorte en los gastos(despidos) y nuevos ingresos ( impuestos o venta de propiedades) equivalentes a $3,000 millones.

En peligro están:

1- Las pensiones de los empleados públicos.

2- Los fondos de la Universidad de Puerto Rico.

3- Los fondos para la tarjeta de salud.

4- El despido de empleados públicos.

5- Las ayudas a entidades de servicios comunitarios.

6- Las ayudas a entidades deportivas (Comité Olimpico) y culturales (Instituto de Cultura y Ateneo de Puerto Rico)

7- La supervivencia de municipios pequeños.

8- La privatización de corporaciones públicas (Energía Eléctrica, Acueductos, Carreteras, Aeropuertos)

9- La venta de terrenos y edificios que pertenecen al Estado.

Sucio difícil le tocó al gobernador Rosselló. Es un palo embarrado (embarra’o se oye mejor). Si no enfrenta la crisis con seriedad y responsabilidad, que fue lo que hizo el gobernador García Padilla con su famoso «me vale», la JSF asumirá el gobierno de Puerto Rico.

Si hace lo que todos sabemos que tiene que hacer, enfrentar la crisis con absoluta seriedad y total responsabilidad, la oposición del PPD y muchas uniones obreras lo atacarán con una propaganda demagógica pero devastadora como le pasó al gobernador Fortuño. Recordemos la Ley 7 que hoy todos dicen que fue necesaria pero era la «medicina amarga» de entonces.

Esta crisis requiere la unión de todo el pueblo, cuando nos unimos por Vieques y recientemente por Oscar López logramos resultados positivos. El problema es que el gobernador de Puerto Rico es del PNP y los intereses partidista impiden (quizás es que no quieren o no saben) que el liderato de la minoría política de hoy se crezca en un desprendimiento patriótico por el bien de Puerto Rico. Cuando el gobernador Hernández Colón le pidió a don Luis A. Ferré que se uniera a él en la defensa de la sección 936 del Código de Rentas Internas Federal, Ferré fue con él a Washington y lucharon juntos por Puerto Rico , aunque al final se eliminó la 936, ellos lograron dilatar y diluir el efecto de dicha eliminación.La historia, eventualmente, juzgará al liderato político de hoy.